Colombia


Sindicados por asesinato de Ana María Castro podrían quedar libres

El próximo 26 de agosto, los dos sindicados por el feminicidio podrían quedar en libertad por vencimiento de términos. ¿Por qué las dificultades en la investigación de feminicidios?

COLPRENSA

22 de agosto de 2021 10:48 AM

Paul Naranjo y Julián Ortegón, sindicados por el feminicidio de Ana María Castro, esperan quedar en libertad por vencimiento de términos el próximo 26 de agosto. Una situación que preocupa a la familia de la joven asesinada y en especial a su mamá.

“Uno todo lo ve lejos, uno jamás ve una tragedia como estas cerca de uno, pero también veía muy lejos una fecha en la que me dijeran, de pronto, que los presuntos responsables del asesinato de mi hija, Ana María Castro, pueden salir libres por vencimiento de términos”, dice Nidia Romero, madre de Ana María, quien con indignación no entiende cómo esta situación puede estar sucediendo.

Esto porque según ella se han presentado irregularidades en el proceso, es decir cuatro aplazamientos, tanto de la defensa como de la Fiscalía, que han llevado a que se abra esta posibilidad.

Sin embargo, el abogado Jhon Cadena apoderado de Paul Naranjo indicó que fue la Fiscalía, quien aplazó dos audiencias. “Y como consecuencia, el término se venció, es la norma”, dice.

Esto porque, según él, ellos nunca incumplieron con las diligencias, y cuando solicitaron aplazamientos fue para pedir pruebas para demostrar la inocencia de sus defendidos.

DEMORAS

Paul Naranjo y Julián Ortegón fueron acusados formalmente por la Fiscalía en marzo de 2021 por el delito de feminicidio agravado, por lo que el ente acusador tenía 120 días para iniciar el juicio oral.

Sin embargo, esto no se dio por los cuatro aplazamientos que se presentaron en el caso. Entre ellos dos solicitudes de la defensa, entre las cuales se destaca, según el abogado Cadena, una solicitud de unos videos originales que estaban en poder de la Fiscalía.

Tras estos dos aplazamientos, en su momento Nidia Romero, expresó enojada: “Los implicados piden y piden tiempo en cada audiencia para limpiar sus nombres cuando les bastó solo minutos para que mi hija apareciera muerta después de haber salido con ellos”

Los otros dos aplazamientos corresponden a la Fiscalía. En primer lugar, porque el fiscal titular se encontraba en un grave estado de salud, y el segundo porque, aunque este continuaba incapacitado, dejó una fiscal a cargo, pero esta manifestó, que no tenía nombramiento oficial para adelantar la audiencia, por lo que estaba inhabilitada para ejercer sus funciones.

Frente a estos dos aplazamientos Nidia Romero se mostró indignada y añadió que no entiende “cómo es que no tienen un plan b, porque el fiscal no tiene la culpa de haberse enfermado, pero siempre tiene que haber un plan b”.

Nidia agregó también que no entiende cómo se agendó la próxima audiencia para el 6 de septiembre, cuando ya se vencieron los términos y añadió que espera que Paul Naranjo y Julián Ortegón: “sigan en la cárcel porque ellos son un peligro para la sociedad, yo lo que trato es buscar justicia para mi hija, pero evitar también que a otra niña le pase lo que le pasó a ella”.

HIPÓTESIS

Luego de más de un año de ocurrido este hecho, se manejan dos hipótesis sobre lo que pasó esa madrugada del 5 de marzo de 2020. La primera corresponde a la Fiscalía quien dice que Ana María fue arrojada por Naranjo y Ortegón del carro y que este caso se trata de un feminicidio.

Esto porque luego de una noche de fiesta la joven de 21 años salió del Bar Cantina Plaza México junto con Paul Naranjo, Mateo Reyes y Julián Ortegón Mosquera, con quienes había estado compartiendo unos tragos.

De acuerdo con la Fiscalía, su destino era la casa de Ortegón, ubicada en el barrio Pontevedra, en el norte de Bogotá, donde acordaron seguir con el encuentro.

Las cuatro personas abordaron una camioneta marca Kia Sportage, Color Negro, de placas FSP 598 de propiedad de la hermana de Naranjo. En la silla delantera se ubicaron los hoy detenidos y en la parte trasera se sentaron Ana María y Mateo.

En el transcurso del camino, tanto Ortegón como Naranjo se percataron que Ana María y Mateo estaban sosteniendo “comportamientos libidinosos” al interior del vehículo, lo que, según el fiscal, generó molestia en los dos hombres.

Por lo que detuvieron el vehículo y expulsaron a Mateo del mismo, quedando Ana María dentro del automotor, generando cierta molestia que terminó en una discusión entre los dos hombres y la mujer.

De acuerdo con el fiscal, la acalorada disputa llevó a que uno de los dos hombres golpeará certeramente a Ana María en el rostro y, posterior a ello, fuera lanzada del vehículo en la altura de la calle 80, hecho que habría sido presenciado por un testigo que informó a la línea de emergencias 123.

“A 30 metros observó un vehículo oscuro que hizo una maniobra, de vidrios polarizados, que bota a una persona de sexo femenino y cae como una muñeca de trapo de la parte derecha del carro”, fue el audio que reveló la Fiscalía en audiencia pública.

La segunda hipótesis corresponde, según los abogados defensores, a que Ana María murió atropellada por un `carro fantasma´, al parecer de alta gama.

Esto lo sustentaron a partir de un video filmado por una cámara de seguridad de la Chatarrería Tolima, ubicada cerca a la calle 80 con carrera 68K, donde habría muerto Castro.

En el video se ve, como Naranjo, que iba conduciendo la camioneta en la que iba la joven, se detuvo en la mencionada dirección y estuvo allí durante 47 segundos mientras Ana María y Mateo Reyes, otro involucrado en caso, se bajan del vehículo.

Después de esto, Naranjo seguiría su camino, ya sin Castro y Reyes en el carro, por lo que el defensor asegura que su defendido no tiene nada que ver con la muerte de la joven.

FEMINICIDIOS UNA TAREA PENDIENTE DEL SISTEMA PENAL

Situaciones similares se presentan todo el tiempo en los procesos por feminicidio en el país, porque de acuerdo con el abogado penalista Norberto Hernández, el sistema acusatorio fue ideado para casos menores, lo que significa que funciona bien para capturas en flagrancia, pero no para casos grandes: “en los que se tiene que realizar una investigación exhaustiva y por eso a la Fiscalía le cuesta tanto”.

Estas dificultades se dan, según Hernández, por temas de acumulación de procesos y falta de personal investigativo, entre otros puntos.

Agrega Hernández que, en el caso específico de los feminicidios, la redacción de la norma no es la más afortunada en materia de interpretación de la ley: “porque no permite entender cuando se permite adecuar al feminicidio y cuando no, porque no es solo el hecho de matar a una mujer, sino que se le mate por el hecho de ser mujer”.

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