Cultural


Cartagena reflexionó su Independencia

GUSTAVO TATIS GUERRA

19 de noviembre de 2011 12:01 AM

Cartagena se convirtió en esta semana en la capital de la memoria histórica, gracias al esfuerzo sistemático del Instituto Internacional de Estudios del Caribe, de la Universidad de Cartagena y la alianza interinstitucional entre la Alcaldía de Cartagena, IPCC y organizadores de la Expedición Padilla.
Además del ciclo de conferencias magistrales del Seminario Internacional  “Bicentenario de la Independencia de Cartagena: Reflexiones sobre su historia”, hubo un hecho trascendental: la edición de diez libros incunables sobre aspectos diversos en torno a la historia de la Independencia de Cartagena.
El historiador cartagenero Alfonso Múnera  destacó el papel proverbial del comerciante José Ignacio de Pombo,  en la economía, la ciencia, la cultura y la política.
Este ilustrado visionario decía “Todo hombre libre debe saber leer, escribir y contar historias”. Se refería a la educación como “una fábrica de primerísima necesidad” para formar al hombre libre. En suma, la educación es una fábrica de sabiduría”.
De Pombo, además de ser uno de los intelectuales del movimiento de Independencia de Cartagena, fue quien propuso que la educación llegara a todos los rincones de la nación. Y se formara al ciudadano en economía, ciencias naturales, cultura, política. En su casa de campo de Turbaco alojó y acompañó a Alexander  Von Humboldt en su travesía por el país en 1801.
“La memoria histórica de Cartagena se transformó radicalmente”, reafirmó   Múnera Cavadía.
Hoy cualquier cartagenero tiene referencia del papel que cumplieron líderes populares como Pedro Romero y José Prudencio Padilla y qué razones sociopolíticos y económicos contribuyeron a pensar un camino de independencia con España, luego de tres siglos de conquista y 212 años de Inquisición. Hoy cualquier estudiante de primaria puede responder por qué se hicieron las murallas y por qué algunas fueron derribadas  a comienzos del siglo XX. De la misma manera, hoy cualquier cartagenero comprende que el movimiento independentista no fue el fruto azaroso de un grupo reducido o una élite sino de la ciudadanía cartagenera, e su mayoría descendientes de africanos, indígenas y mestizos. Pero que el asunto no terminó aquel 11 de noviembre de 1811, porque España siempre vivió de América (y sigue viviendo, no se ha ido y no se irá, ya es parte de nuestra familia contemporánea). La reconquista se vivió a sangre y fuego en 1815. Y la independencia se selló en 1821.  Algunos  españoles ni siquiera se fueron sino que se quedaron entre nosotros porque acá tenían mejor vida en todo sentido. Hoy, españoles y cartageneros han tejido en estos doscientos años de la Independencia, nuevos caminos de alianza, reconciliación y cooperación.

“Cuando decidimos realizar este seminario la mayoría opinó que no debía hacerse después de las fiestas de Independencia porque evidentemente la gente estaba en fiesta, pero yo insistí en que había que hacerlo, porque necesitamos tener una tradición en Cartagena de reflexión académica”, puntualizó Alfonso Múnera.
Por su parte, el docente  e investigador Silvio Torres-Saillant  dijo que “sin negros no hay independencia. Siempre hemos estado presente en el desarrollo de la sociedad cartagenera y colombiana”.
Silvio confesó que en  Cartagena es la única ciudad del mundo donde no se siente extranjero.
La presencia masiva de estudiantes fue un signo revelador en la apertura de este seminario. Una escena inolvidable: ver a los jóvenes sordomudos traduciendo en el lenguaje de las manos el rumbo de las conferencias de los historiadores.

Un nuevo seminario

Se anunció en la clausura de este seminario que en junio de 2012 se cumplirá un nuevo seminario, esta vez sobre la Constitución de 1812, donde se conmemorarán los 200 años de la primera Constitución de la entonces república de Cartagena, la que dio inicio a la vida democrática de los cartageneros.

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