“El arte aspira siempre a la geometría pura y exacta de la perfección”, dice Giorgio Ferrara, director escénico de Las bodas de Fígaro, que se estrena a las 7 de esta noche en el Teatro Adolfo Mejía.
El estreno de esta obra que se exhibe por primera vez en América, en dos funciones únicas en Cartagena (esta noche y el domingo a las 5 de la tarde), es el inicio de una alianza entre el festival de Spoleto y el Cartagena Festival Internacional de Música.
“Nunca soñé que en mi vida tendría la oportunidad de conocer a seres como Antonio Miscená y Giorgio Ferrara”, dice Julia Salvi, artífice de esta hazaña cultural en Cartagena.
“Todo parecía imposible, pero para Julia no existen las dificultades. Todo lo resuelve con la voluntad de hacerlo”, expresa Antonio Miscená, el director general del festival.
Antonio Miscená y Julia Salvi fueron a Spoleto a soñar esta realidad que hoy se cumple en Cartagena. En el camino se encontraron con el artista Fernando Botero, y este encuentro aparente casual fue también una motivación para preguntarse si él podía interceder para que Las bodas de Fígaro tuvieran un nuevo destino en América,y en particular, en Cartagena.
Pero cuando se sentaron a dialogar con Giorgio Ferrara, lo primero que él vio en la mirada de Julia y Antonio, fue la inmensa pasión y obstinación por lograr un sueño: que la ópera de Mozart llegara a Cartagena por primera vez en la historia.
Se trata de un montaje monumental en la que participan colombianos e italianos. La obra es una de tres óperas bufas de la trilogía italiana de Mozart. Participan: la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, el Coro de la Ópera de Colombia, cinco cantantes italianos y seis colombianos, dirigidos por el director Gérard Korsten, y la dirección escénica de Giorgio Ferrara.
La puesta en escena cuenta además con la intervención de los escenógrafos Dante Ferretti y Francesca Lo Schiavo, ganadores de tres premios Óscar.
Cuando Mozart se sumergió en esta comedia musical en cuatro actos, recibió una respuesta antipática del emperador austríaco, al basar su argumento en una obra escénica en donde se ridiculiza la incompetencia de los gobernantes y la inteligencia de la servidumbre. Hay en esta obra, elementos humanos que son vigentes en cualquier lugar del mundo, la comedia que se abraza conel drama, pero el texto sigue intacto como lo concibió Mozart y su libretista Lorenzo da Ponte.
Mozart y Da Ponte tuvieron una criatura inspiradora: el dramaturgo y músico francés, creador de El barbero de Sevilla, Las bodas de Fígaro y La madre culpable. Mozart eligió musicalizar la segunda de la trilogía, e incorporó nuevos personales.
“No hubo cambios”, precisa Ferrara. “Es una historia que tiene patrones universales: un hombre que le pone cuernos a su mujer. Esta obra tiene tantas versiones en todo el mundo, y las ambientaciones pueden abarcar desde una oficina, una oficina de correos, una cafetería, un bar, etc.
Creo que la ópera de Mozart es de una geometría pura”. Ferrara privilegia el inmenso talento de los artistas colombianos que participan en esta ópera, y el esfuerzo apasionado del equipo técnico y humano que hace posible este estreno en Colombia. Anuncia como sorpresa que esta alianza de doble vía permitirá que en el festival de Spoleto se presenten artistas de Colombia, y en Cartagena, artistas de Spoleto. Celebra además la grandeza de un festival que tiene 11 años, pero se inserta en el mapa de los grandes festivales del mundo.
Epílogo
Esta ópera, compuesta entre 1785 y 1786, fue estrenada en Viena el 1 de mayo de 1786, y se presenta por primera vez en América, hoy 13 de enero de 2016. Es un acontecimiento histórico. Es la ópera de Mozart que revolucionó la historia de la música. El espíritu de Mozart fluye al pie del mar Caribe.
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