Isabella Rossellini con las llaves de Cartagena

Cartagena de pie para homenajear a Isabella Rosellini. Anoche se cumplió una gala de honor en el Teatro Adolfo Mejía. A las 3:30 de esta tarde en el CFCE, rueda de prensa con la actriz y directora ítalo-estadounidense.
Ella tiene las llaves de la ciudad y del mundo. Y anoche las elevó en el aire como si abriera un secreto. Sí: ella es capaz de abrir con esa llave la imaginación, reírse de lo divino y humano y dar un giro  lúdico e innovativo a la vida.
Es la actriz y directora ítalo-estadounidense Isabella Rossellini.
Bella, sofisticada, sensitiva, dramática, elegante y de un inquietante intimismo, Isabella, hija de dos mitos del cine: Roberto Rossellini/ Ingrid Bergman,  es la homenajeada del Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICCI).
El teatro colmado se puso de pie para celebrarla. Salvo Basile, presidente de la Junta Directiva de FICCI, le entregó la estatuilla de la India Catalina y el Alcalde de Cartagena, Campo Elías Teran Dix hizo honores a la ilustre visitante otorgándole las Llaves de Cartagena. La directora del festicine, Mónika Wagenberg se refirió a los hitos estéticos de Isabella como actriz, directora, productora y escritora, y sostuvo un diálogo sobre su amplia filmografía, además de exhibir cuatro cortometrajes de la cineasta: Seduce Me y un corto que hizo ella sobre los cien años de su padre Roberto Rossellini. Allí la actriz y directora recrea con humor aspectos de la vida familiar con su padre y su madre Ingrid Bergman. Y aparece durmiendo sobre la enorme panza de su padre que solía editar sus películas, escribir y pensar, tirado en su cama. Muchos de esos recuerdos aparecen en su libro de memorias Algo de mí, que publicó en 1977.
Isabella es una extraordinaria y polifacética actriz, ganadora de diversos premios mundiales, como su nominación al Globo de Oro a Mejor Actriz en 1996, por la miniserie Crimen of the century. Ha trabajado en más de setenta producciones de cine y televisión.  Su infancia transcurrió entre Roma y París y, a los 19 años, se fue a vivir a Nueva York.
Su primer trabajo fue como reportera para un canal de televisión, aunque pronto su vida dio un giro cuando se casó muy joven con el director de cine Martin Scorsese, del que se divorció al poco tiempo.
Fue modelo exitosa a sus 28 años, pero muy pronto, continuaría las riendas del cine  que había iniciado en la adolescencia. Protagonizó, entre otros, el filme Terciopelo Azul de David Lynch, su compañero sentimental durante varios años.
Una alfombra roja de honor la esperaba anoche en el Teatro Adolfo Mejía y más de setecientas personas la ovacionaron al llegar. Dijo haber llegado a una “ciudad maravillosa”, y agradeció al público de Cartagena  el homenaje.
En los cortos presentados anoche, escritos y dirigidos por Isabella Rossellini,  vimos la mirada singular, divertida e imaginativa de una artista que ofrece su versión de la vida sexual de los caballitos de mar, los salmones y las moscas.  En ellos Isabella reafirma su enorme sensibilidad y amor a los animales. Por algo es además de toda su intensa vida creativa, una entrenadora de perros para ciegos.
Algunas de sus películas más memorables  como Blue velvet, Fearles, Animals distract, se exhibirán en este festival.
Detrás de sus ojos vivaces hay una mujer aún joven que el próximo 18 de junio cumplirá 60 años. El tiempo se desliza sobre ella y una sonrisa suya le devuelven a la niña juguetona que no deja de soñar con los delfines.