Cultural


Jasmin Lord es la actriz más guapa de Alemania

GUSTAVO TATIS GUERRA

25 de julio de 2009 12:01 AM

La joven actriz alemana Jasmin Lord, de 19 años, aparece por estos días en las portadas de diversas revistas de farándula en su país, por haber sido elegida como la Más guapa actriz de la televisión de Alemania. Muchos han llegado a creer que no se trata de una alemana sino de una latina en Sttugart. Y entre sus amigos de la televisión alemana, es la estrella colombiana en Alemania. Y entre los que la ven por primera vez en Europa, creen que es una chica italiana o brasileña. Tiene el contrapunto latino y europeo. Más de 5 mil espectadores votaron por ella por su papel protagónico en la serie televisiva “Amores prohibidos”. Su papel de Rebecca von Lahntein puede verse en algunos episodios en facebook. La serie muestra a una chica que viene a Dusseldorf a estudiar diseño de moda. Las intrigas, los amores, los conflictos de poder acompañan el ritmo de esta serie que puede verse en Suecia, Hungría, Indonesia, Rusia, Grecia y Croacia. Jasmin estuvo de paso por Cartagena. Reservó un instante de su agenda de compromisos que se prolongan hasta septiembre del año 2010, y visitó el diario. “Mi personaje es una mujer que cree seducir a los hombres”, dice riéndose. “Mis sueños se encaminan hacia el cine y la televisión”, confiesa en su diálogo con El Universal. “Del teatro he aprendido muchos secretos: el manejo de la voz, la expresión del rostro, la forma de transmitir dolor, alegría o sufrimiento a través de la mirada”. “Lo que más admiro de una actriz o un actor es la capacidad de hacernos creer su papel en el mundo. Admiro a la actriz Meryl Streep y al actor Morgan Freeman. Dos de mis películas predilectas son Forrest gump y The Buckets Lits”. Cartagena es una tentación de luz pero ella que tiene un rigor profesional y recuerda que no puede regresar dorada en la serie que protagoniza. Sueña con volver en cualquier momento a las Islas del Rosario y hacer algunas imágenes cinematográficas entre el cielo y el mar. Se cuida de los mínimos detalles y asume la actuación como un arte y una profesión fascinante y absorvente. Pero algo la desvela además de su vida de actriz y es su proyección a la comunidad. Me dice que desea consagrar su buena estrella al servicio de causas sociales y humanísticas, y tender su mano a las madres y niños abandonados que deseen mejorar sus condiciones de vida, tener una oportunidad de cualificar su existencia con un trabajo digno. De eso me hablará después cuando recorra algunos barrios de Cartagena y pueda conocer de cerca la vida de sus habitantes.

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