Cultural


John Leguízamo:"Soy perfeccionista y hago lo mejor posible"

REDACCIÓN COLOMBIA

06 de febrero de 2012 12:01 AM

John Leguízamo desmiente que haya ocultado alguna vez su origen colombiano. Cuenta su experiencia en Estados Unidos.El actor colombo estadounidense Cuenta sobre su pelea en el set con su colega Patrick Swayze. Y otras sorpresas.
Más blanco, más alto y menos flaco de lo que parece en la pantalla, incluso, se podría calificar como un hombre fornido. Quizá por sus pectorales anchos forrados en una camiseta blanca con vivos colores. Pero, eso sí, igual de inteligente, risueño y carismático como en algunas de sus películas.
Asimismo se mostró en Cali durante los encuentros de cinco o tres minutos que tuvo con los medios de la ciudad, durante la víspera del estreno de su stand comedy ‘Pelado de barrio’ en La Sultana del Valle (3 y 4 de febrero) en el Teatro Jorge Isaacs.
“Pregunten lo que quieran, estoy dispuesto a responder siendo lo más honesto posible”, dijo, mientras tomó asiento en un sofá blanco. Uno a uno los periodistas fueron pasando. Sorbos de agua fueron su única ‘ayuda’ para soportar la maratón de preguntas.
Deseo concretar con usted algunas cosas. Que se fue a Estados Unidos de casi 4 años y que regresó a Colombia a los 14, castigado. ¿Por qué fue el castigo? ¿De vuelta al país, cuánto tiempo permaneció en Bogotá?
—¿Esta es una entrevista o una inquisición? (risas).
Y no he empezado (risas).
Mentiras, mentiras. Mis padres me secuestraron cuando yo tenía 3 años y me llevaron a EE.UU. Me forzaron a comer hamburguesas, perros calientes y yo quería comer era arepas, sancocho, ‘chontadura’ (sic), a hablar inglés, yo quería hablar español, pero pronto me acostumbré al inglés. Y sí, yo andaba con un muchacho malo de la calle cuando tenía 13 años y me arrestaron, tenía problemas en el colegio y mis padres me mandaron a Colombia para cuadrarme, arreglarme. Me quedé con unas tías. Me quedé un año no más y cuando regresé a EE.UU. todos mis amigos se habían mudado. Pacho (su antiguo amigo) se mudó y me mudaron a otro barrio para tratar de salvarme.

¿Quiénes fueron los que lo humillaron en su camino para llegar a Hollywood?
—Todo el mundo lucha, está en la guerra para alcanzar alguna meta y yo también. Ser latino en EE.UU. era un poco duro cuando yo era joven porque quería ser actor y no había muchas oportunidades, sólo había papeles de narcotraficante, violador o jardinero, yo me aburrí de esa mierda y empecé a escribir mis propias obras. Empecé con Mambo Mouth; gané premios. Venían a verme Rubén Blades, Al Pacino, Robert De Niro, Madonna. Gané mejor obra de teatro en EE.UU. y eso me ayudó muchísimo. Vinieron ofertas para Tv., películas, contratos, de toda cosa, porque les gustó, pegó mucho en Estados Unidos.
¿Es cierto que cuando tuvo su primera gran mansión en Estados Unidos la llamó ‘La Casa de las Humillaciones’?
—(Risas). No, yo creo que tenía era un pasadillo (pasadizo), donde yo ponía todas las películas que fracasaron, para hacerme recordar, para quedar humilde y llegar a la meta a donde yo quiero llegar.
¿Esa casa era en Nueva York, no? ¿Aún la conserva?
No, no. O sí, sí la tengo, pero mi mamá vive en esa casa. Yo vivo en otra casa en Nueva York, en Manhattan.
Siempre se ha escuchado aquí en nuestro país que usted negó por muchos años su nacionalidad colombiana. ¿Qué tan cierto es ese comentario?
Pero si todo el mundo siempre supo que yo era colombiano, ¿por qué voy a negarlo? Ese comentario fue publicado en un cable, a finales de los 90 ...
Pero son chismosos, metiches, mentirosos. Todo el mundo sabe que soy colombiano, hasta saqué un pasaporte colombiano hace unos tres o cuatro años. Eso es chisme, mentira, pero hace buena prensa (risas).
¿Por qué fueron las peleas con algunos de los colegas con los que trabajó?
No pasó con todo el mundo. Es que yo quiero ser un artista, hacer un trabajo excelente, soy un perfeccionista y cuando llego al set, de vez en cuando hay tipos que no quieren arreglar la cosa. Yo quiero arreglar el guión, hacer lo mejor posible y no paro y no le escucho a nadie. Yo quiero arreglarlo para que todo sea perfecto y hay a quienes no les gusta y se ponen pesados y yo no me voy a dejar.
Entonces yo peleo por lo mío y de pronto peleamos, porque eso es lo que pasa de vez en cuando en películas. Yo no soy el único. Pasa mucho. Hasta Clooney ahorcó a un director. Eso pasa, es que uno como artista tiene una pasión y se encojona.
¿Y usted, hasta dónde ha llegado?
Yo peleé con Patrick Swayze (Reinas o Reyes). Estábamos en una película haciendo de mujeres y estábamos tan metidos en nuestros personajes que creo que nos dio síndrome premestrual y nos agarramos a puños, pero estábamos vestidos como viejas, fue algo ridículo, pero ahí nos besamos después y nos juntamos.
¿Cómo es John fuera del set, de las tablas?
Cuando puedo tener una vida normal a mí me gusta jugar baloncesto, boxear, estar con mis hijos y mis amigos. Me encanta salir a beber con mis amigos y hablar paja, tú sabes, joder por ahí. También me gusta ir a ver a los Mets.
¿Cómo maneja la fama?
Yo no estaba buscando fama ni dinero. Estaba buscando el arte y la expresión. Cuando me llegó todo ese dinero y todo ese poder eso no me interesaba, sino hacer un buen trabajo, ser un maestro de mi arte y eso es lo que me sigue en el camino, es mi polo a tierra.
¿Por qué decide visitar Cali en su gira?
Porque siempre me han hablado de Cali, conozco muchos colombianos de Cali y me han dicho que Cali es la ciudad más sabrosa de Colombia, el centro de la salsa de Suramérica. Y a mí me gusta mucho la salsa y hay mucha salsa en mi obra también: Eddie Santiago, Lalo Rodríguez y también mucho de reggaetón porque hay mucho baile.
¿Cómo ve en la actualidad el cine latinoamericano?
Hay un movimiento grande. Suramérica está mejor, hay una oportunidad muy grande para crear aquí y en Centroamérica y el Caribe. Aquí hay muchos cuentos deliciosos, ricos, trágicos y cómicos para contar.
Y tenemos la capacidad. Colombia hace las mejores telenovelas del mundo, se venden a Estados Unidos y hacen telenovelas allá y creo que aquí hay que crear una industria, con técnicos, guionistas y crear un estudio y así hacer películas de menor presupuesto para que tengan éxito. Aquí en Colombia se hacen buenos cuentos.
Ha actuado al lado de Al Pacino, Sean Pean, De Niro, Arnold Schwarzenegger... Cuéntenos una anécdota que demuestre que usted aprendió en el plató algo de alguno de ellos.
Arnold es chistosísimo. Ese man es tan chistoso. Pasa todo el día burlándose de todo el mundo, me hacía reír todo el tiempo. Me gustó, me encantó. Es un tipo que ama a las mujeres, siempre está diciendo cosas bien fuertes, pero como tiene un acento alemán siempre se sale con las suyas.
Porque le dice a las mujeres cositas como mira esas uñas rosaditas, su pecho debe ser igual de rosadito y se escapa diciendo eso. Yo le daría una bofetada (risas).

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