Cultural


La vida de Carlos Donoso, un grande de la ventriloquía

Kini fue sin duda su gran creación. Un mico con todo su humor incorrecto pero divertido, del cual ni el propio Donoso se salvaba.

SERGIO VILLAMIZAR D.

17 de abril de 2020 12:58 PM

El humorista venezolano Carlos Donoso falleció este jueves en un centro hospitalario de Bogotá tras varios días de encontrarse en cuidados intensivos por complicaciones del cáncer de pulmón que padecía.

El pasado diciembre le cambió la vida a este humorista y a su familia, cuando conoció el diagnóstico del cáncer de pulmón y de inmediato comenzó los tratamientos para combatirlo, una lucha que perdió en la mañana del 16 de abril.

La situación no fue sencilla para el humorista con más de 50 años de trayectoria. De hecho, amigos y familiares hace algunas semanas lanzaron una voz de auxilio en las redes sociales para reunir fondos con el objetivo de ayudar a Donoso con su tratamiento de la lucha contra en cáncer.

Tan sólo en Colombia fueron más de 35 años de actividades artísticas las que realizó desde el tiempo en que empezó a darse a conocer junto a sus compañeros inseparables, ‘Kini’ y ‘Lalo’ en el Festival Internacional del Humor.

Tras su diagnóstico, Donoso debió cancelar todos sus espectáculos, por lo que dejó de percibir recursos vitales para el sustento de su familia y los costos del tratamiento contra el cáncer.

Incluso, intentó regresar a su natal Venezuela, lo cual fue prácticamente imposible, no solo por la situación actual, política y social, que vive ese país, también por la emergencia internacional generada por el COVID-19.

Se requería un rápido tratamiento con el fin de evitar que el cáncer que padecía en su pulmón derecho no se extendiera a otras partes de su cuerpo, lo que lo haría imposible de tratar.

Nunca dejó de lado sus muñecos que lo acompañaron por décadas, y con quienes experimentaba, buscaba formas para mejorar sus movimientos, hacerlo más independiente a él.

‘Kini’ fue sin duda su gran creación. Un mico con todo su humor incorrecto pero divertido, del cual ni el propio Donoso se salvaba.

Su vida

Abogado titulado, nació en Caracas en 1948, de padres chilenos que migraron a Venezuela donde conformaron una familia de seis hijos.

Con tan sólo siete años, Carlos vio en la televisión a Paco Miller, ventrílocuo ecuatoriano radicado en México, quedando fascinado al ver cómo el muñeco cobraba vida.

Esa fue la semilla que empezó a crecer en Carlos, quien a los 17 años de edad empezó a intentar darle vida a un muñeco, lo cual empezaría a lograr dos años más tarde, en un arte, que según el propio artista, no dejó de explorar por más de 50 años.

Un viejo muñeco que un amigo le regaló, al cual tuvo que reparar e incluso ponerle un par de ojos que sacó de una de las muñecas favoritas de sus hermanas, para poder empezar a practicar. Así creó a ‘Kini’.

A finales de los años sesenta no era fácil en Venezuela abrirse paso en el mundo del humor y menos en el casi desconocido arte de la ventriloquía, por lo que se le ocurrió darle a ‘Kini’ un acento mexicano, por lo que muchos empezaron a creer que Donoso también era mexicano y lo contrataban.

Gracias a este trabajo y la simpatía que generaba el pequeño ‘Kini’, logró los recursos suficientes para costearse su carrera de Derecho. Fue en medio del auge de sus presentaciones en distintos locales de la ciudad de Caracas, que uno de los propietarios de los establecimientos le regalaría otro de sus muñecos, el popular ‘Lalo’, quien llegó en el momento justo para convertirse en el contrapunto de popular ‘Kini’.

Amigos y colegas

Tras conocerse la noticia del fallecimiento del popular humorista venezolano, amigos y colegas empezaron a manifestarse a través de las redes sociales.

Para el humorista ‘El Mono’ Sánchez: “Se pierde al héroe de la ventriloquia. Cuando llegó a Colombia, atendiendo el llamado de Alfonso Lizarazo, despertó en toda una generación, una pasión por este tipo de humor, convirtiéndose en algo único. En esa época llegaron al país grandes artistas, haciendo su aparición Carlos Donoso desde Venezuela con un par de muñecos, y la gente olvidó que era una voz impostada la que lograba que ese par de muñecos nos hiciera reír. Tenía tanta creatividad y talento, que lograba que la gente mirara los ojos de los muñecos”.

Y agregó: “En el mundo del humor tu puedes hacer muchos compañeros, como en la vida diaria, pero amigos pocos, y el man era un amigo, porque aparte de criticarte sanamente, construirte, ayudarte y permitir que uno estuviera en un escenario con él, tenía un don de gente y sabía de todo como bien abogado”.

El popular humorista Hassam, reconocido por personajes como Rogelio Pataquiva, también se manifestó ante la noticia: “Maestro. El cielo sonríe contigo. Aunque nos quedamos sin tus muñecos”.

“’Sonríe aunque te duela el corazón. Sonríe aunque lo tengas roto’, son palabras de Charles Chaplin, quien nació un día como hoy, día en el que acaba de partir mi amigo Carlos Donoso. Dios tiene a otro comediante para hacerlo reír...te extrañaremos y con el corazón roto sonreiremos”, afirmó en sus redes sociales el humorista venezolano Claudio Nazoa.

El también comendiante José Rafael Briceño lo recordó a través de una anécdota: “Estando en un camerino de un canal con él, ya tenía los muñecos y estaba interactuando con ellos. La sonidista entra para ponerle el micrófono y se detiene... observando como hablaban. Al cabo de un minuto preguntó (completamente en serio), ‘Señor ¿son tres micrófonos?’”.

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