La editorial Gente Nueva, de Bogotá, acaba de publicar el volumen “La fuga del esplendor: conversación con la música cartagenera de los años 80”, del periodista cartagenero Rubén Darío Álvarez.
El presente texto vendría a ser el tercero de Álvarez, quien ya antes había dado a conocer dos libros de crónicas: Noticias de un poco de gente que nadie conoce (Ed. Pluma de Mompox 2007) y Crónicas de la región más invisible (Universidad de Cartagena 2010).
La fuga del esplendor... es una recopilación de entrevistas, además de algunas crónicas testimoniales, con los artistas cartageneros y bolivarenses que protagonizaron el llamado Boom de las orquestas cartageneras, en la década de los años 80 del siglo pasado.
Vale aclarar, sin embargo, que la antología no está integrada únicamente por los personajes de las orquestas sino también por conjuntos de música de acordeón, compositores o cantantes que también hicieron su aporte al momento de esplendor que estaba viviendo la capital de Bolívar.
“Por lo menos –ha dicho Álvarez--, el 70% de la música que se escuchaba, se vendía y se bailaba en Colombia era hecha por cartageneros, fenómeno que quedó varias veces demostrado en eventos de magna importancia como el desaparecido Festival de Música del Caribe y los Carnavales de Barranquilla”.
El libro está compuesto por 21 entrevistas con personajes como Juan Carlos Coronel, Nando Pérez, Víctor “El Nene” del Real, Juan Álvarez, Chela Ceballos, Rafael Ricardo, Mariano Pérez, Ramón Chaverra, Hugo Alandete, Las perlas negras y Viviano Torres, entre otros; mientras que las crónicas testimoniales hablan de artistas difuntos como Irene Martínez, Emilia Herrera, Pedro Pablo Peña y Patricia Teherán.
Comunicadores como Ricardo Chica, Osvaldo Jiménez Martínez y Moisés de la Cruz dieron su visión sobre las circunstancias que produjeron el Boom de las orquestas de Cartagena, como también el llamado Sonido de Cartagena, pero, además, las razones por las cuales se desapareció el esplendor sin que, hasta el momento, haya podido revitalizarse. De acuerdo con Álvarez, los textos se trabajaron desde 2008 hasta 2013, periodo durante el cual también se recopilaron las imágenes que componen el registro fotográfico que aparece en las últimas páginas del libro.
Para los próximos días se tiene planeado el lanzamiento de la obra en un lugar de la ciudad, que está por escogerse.
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