Un escritor fundamental en la literatura colombiana

Desde 1975 vive en Europa, la mayor parte de su tiempo en la cambiante y joven Berlín (Alemania), y esa distancia ha hecho que en Colombia a Luis Fayad no se le dé el reconocimiento que merece.
De ahí que para la edición 25 de la Feria Internacional del Libro, él sea uno de los invitados especiales, con el fin de acercar al público a un autor con una obra que es sencillamente fundamental en la literatura colombiana.
Obras como “Los parientes de Esther” y “La caída de los puntos cardinales”, son sólo dos de sus creaciones en cuarenta años de ejercicio literario de gran reconocimiento en Europa y otras partes del mundo.
Para darlo a conocer, en la FILBO, se publica la antología crítica Luis Fayad: “La madeja desenvuelta”, donde se muestra como las novelas y cuentos de Luis Fayad dan cuenta de las corrientes encontradas de su propia cultura, entre Colombia y Europa.
En su obra se encuentra el ambiente hostil característico de Bogotá en el camino hacia la masificación y el mundo de las migraciones forzadas. También los personajes emblemáticos correspondientes a las clases media y baja de la Capital colombiana, y la compleja relación entre familia, ciudad y nación, dan acceso a un espacio narrativo donde se reconocen los nuevos significantes de la nación, ecos de la ciudad y reflejos de la familia.
Es así que su antología crítica reúne múltiples miradas de la vida y la obra literaria de Luis Fayad: perspectivas signadas por marcas generacionales y por vínculos afectuosos; miradas y categorías de análisis y valoración que provienen de la hermenéutica, la sociocrítica, la literatura comparada y los estudios interdisciplinarios sobre la ciudad.
También es una muestra de la amplia recepción que su obra literaria tiene y ha tenido entre escritores, periodistas culturales y lectores desde 1975 hasta el 2009. La primera novela de Luis Fayad, “Los parientes de Ester”, publicada por primera vez en 1978, constituye una referencia obligada de la novela colombiana contemporánea. Con ella resolvió muchos de los interrogantes que los lectores se planteaban sobre la inexistencia, entre nosotros, de la llamada novela urbana.
Luego vendrían “Compañeros de viaje” (1991), un retrato del presente, mientras que en la “La caída de los puntos cardinales” (2001) indaga en la historia. Todo esto a través de un lenguaje poético en un viaje desde el Libano hasta la Colombia de comienzos de siglo, con su Guerra de los Mil días, la separación de Panamá,  la masacre de las bananeras, las luchas de los sindicalistas de los años treinta, la navegación por el río de la Magdalena y una Santa Fe de poetas parnasianos y burdeles de barrio, en medio de una violenta sociedad que los destruye y corrompe.
“Olor de Lluvia” (1974), “Una Lección de Vida” (1984), “La Carta del Futuro”,  “El Regreso de los Ecos (1993) y “Un Espejo después y Otros Relatos” (1995), son otras de sus obras que día a día son descubiertas por más lectores en Colombia.