“Dunkers” en el argot del baloncesto significa “donquear” o “clavar” el balón en forma espectacular en el aro. Es quizá la jugada que más más le gusta a los fanáticos de este deporte.
Por eso, el profesor Wladimir “Wlacho” Zambrano no dudó en ponerle este nombre a su escuela, la cual dirige desde hace cinco años en compañía de su colega Ronald Ramírez, también licenciado en educación física de la Universidad de Pamplona (Norte de Santander).
Esta escuela, según cuenta él, nació de la necesidad de que los niños de la zona norte de Cartagena tuvieran la posibilidad extracurricular de aprender a jugar baloncesto, pues en los centros educativos el tiempo de enseñanza no es suficiente.
“Yo trabajaba en el colegio Británico, pero me di cuenta que el tiempo para enseñar el basquetbol no era suficiente. Vi la necesidad de entrenar por aparte y empecé con cuatro niños en la cancha de Bocagrande. Después se fueron sumando más niños de otros colegios de esta zona de Cartagena y fue cuando conformé la Escuela Dunkers”, dijo el popular “Wlacho”.
Dice que el objetivo esencial de esta organización deportiva es “inculcar valores como la disciplina, la tolerancia, la responsabilidad y el respeto a los niños través del deporte”.
Las prácticas son los días martes y jueves en la cancha de Bocagrande. Esta escuela acepta niños desde los 4 años hasta los 15.
La misma ha ganado reconocimiento gracias a a la fundamentación y el programa que reciben los alumnos a través de la lúdica y los juegos predeportivos. Allí aprenden los fundamentos básicos del basquet, como el dribling, el pase, el tiro, la defensa y el rebote.
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