Abel Leal es uno de los deportistas más queridos de Bolívar, especialmente de Cartagena.
Su sonrisa no se apaga, sigue perenne, pese a estar acostado en una cama, en urgencia, en el hospital de Blas de Lezo, frente al Napoleón Perea, habitación 107.
Ayer se rumoró que Leal había muerto. Pero no. Él está consciente y ríe de los chismes.
“Más vivo que nunca”, dice muy adentro. Su esposa Nancy Romero, quien no se aparta un solo instante de él, asegura que “Abel fue operado del colon hace tres años. Ahora se está recuperando de una hernia abdominal. Tenía vómitos, aquí duró 8 días. Me lo llevé el viernes pasado, pero tuve que traerlo el lunes”, asegura aferrándose al poder divino de Dios para que el ‘Tigre’ le conecte otro bambinazo a su enfermedad.
Doña Nancy dice en tono seguro que “hay ‘Tigre’ para rato, él es fuerte y sé que va a salir de esto”.
Leal es un ícono del deporte de Bolívar, el toletero más admirado por los fanáticos del rey de los deportes. El próximo 28 de marzo cumplirá 78 años.
Doña Nancy asegura que “lo más bonito que recuerdo de él fue el jonrón que le dio a Atlántico para empatar el partido en el noveno. Fue un sábado 30 de septiembre de 1972. Lo narró Napoleón Perea. Fue grandioso”.
Comentarios ()