Carolina Berástegui Dáger vive el kickball con intensidad, lo disfruta al máximo, lo lleva en el corazón.
Y no es para menos, pues ella es la gran pionera en la práctica de este deporte en El Campito de Bocagrande, ese que realiza varios torneos en el año y que siempre evidencia buenas asistencias en las graderías.
El kikball se ha convertido en algo así como el deporte de moda para las mujeres en Cartagena. Niñas, jóvenes y adultas se han contagiado y de que manera con esta disciplina que tiene muchas reglas similares al béisbol, pero que se juega pateando un balón y no bateando una bola.
“Indudablemente, el kickball representa un espacio de sano esparcimiento, capaz de unir a familias, fortalecer y crear amistades y por supuesto desatar grandes emociones, tanto para el que lo juega como para el que lo ve”, dice Carolina, una administradora de empresas, de 26 años, que se ha caracterizado por ser la organizadora y líder de los torneos de kickball femenino en Bocagrande.
Todo inició en el colegio
¿De dónde nace esa iniciativa de crear el primer campeonato en Bocagrande?
- En el Colegio Británico, donde estudié, el kickball era el deporte que más disfrutaba jugar en las clases de educación física. Así empezó todo y con mi hermana Susana decidimos convocar a un grupo de amigas para seguir practicando el deporte a manera de hobbie. Solicitamos el espacio a William Murra, administrador de El Campito de Bocagrande, y empezamos a practicar dos veces por semana.
¿Cómo se dio la convocatoria?
- Muchas niñas nos veían entrenando y se fueron uniendo. Poco a poco le fuimos dando forma al equipo, buscamos entrenadores, patrocinios, uniformes y fundamos a Verykool, equipo al cual pertenezco. En poco tiempo se fueron contagiando más y más niñas hasta que se formaron los equipos Aguilitas, Lady Bugs, Warriors y Uvita é Playa, que conformaron junto con Verykool, en julio del año 2009, el I Campeonato de Kickball Femenino Campito de Bocagrande.
¿Cómo ha sido la evolución desde el I campeonato?
- Me siento muy orgullosa del crecimiento que ha tenido la práctica de este deporte en la ciudad. Cuando organicé el primer campeonato únicamente participamos 5 equipos y la verdad nunca pensé que la aceptación resultara tan positiva. A la fecha he organizado más de 7 campeonatos, contando con la participación de 16 equipos, lo cual representa un crecimiento muy rápido del torneo.
El kickball también ha ofrecido otras alternativas...
- También es importante recalcar que el kickball no solo se ha expandido a otros campos de la ciudad sino que se ha puesto de moda como evento recreativo para despedidas de solteras, celebraciones de cumpleaños, jornadas deportivas de grandes empresas y eventos de apertura para reactivaciones de campos, entre otras.
Pero las muchachas que han participado en los torneos han evidenciado una gran evolución deportiva...
- Sí. En los primeros campeonatos el nivel de los equipos era relativamente bajo, pero con el paso del tiempo había un notorio desequilibrio entre los niveles de los equipos, siendo unos muy fuertes y unos muy débiles. Hoy en día, gracias a su esfuerzo y dedicación, los equipos han logrado adquirir un nivel muy superior, pero a la vez muy parejo, lo cual hace la competencia más dura.
Un gran respaldo
¿Cómo ha sido el apoyo de la gente?
- Me siento muy agradecida porque sin el apoyo recibido nada hubiera sido posible. Creo que el verdadero éxito del auge del kickball en la ciudad se debe en parte a todas aquellas personas que me han apoyado en esta actividad con gran fervor y cariño. Son los equipos y las personas que tienen pasión por el kickball los que han fortalecido esta actividad.
¿Y qué personas han estado cerca de usted apoyándola en la realización de dicho evento?
- Me gustaría hacer una mención especial a Clara Rodríguez, Sara Estor, Guido Díaz, Heberto Dominguez, Enrique Ochoa, Gustavo Delgado, Rodolfo Payares, Rafael Nilo, Armando Frieric, Willam Murra y Federico Mora. Así mismo, a El Universal, Jorge Acevedo de los 40 Principales y Carlos Collins de Construcciones y Transporte Collins. También a los equipos participantes y a mi familia, que ha sido un gran apoyo.
¿Por qué cree que se ha desatado el ‘boom’ de este deporte en la ciudad?
- El kickball en Cartagena se ha jugado desde hace mucho tiempo, pero solo hasta ahora ha cobrado mayor importancia. Creo que el éxito de los torneos de Bocagrande impulsaron y desataron un interés general por jugarlo en otros barrios y campos de la ciudad. Las mujeres se identifican con este deporte porque se puede jugar competitivamente sin necesidad de perder nuestra parte femenino. Además, te enseña lo bonito de trabajar en equipo y luchar en equipo.
¿Cuáles son los deseos a futuro?
- Lo primero es consolidar un Club Deportivo, crear una Liga de Kickball Femenino en Cartagena. Este sería el paso más importante para comenzar a darle mayor formalidad a la práctica de este deporte. También queremos organizar torneos en otras ciudades de Colombia, así como realizar torneos en Cartagena invitando a equipos de otras ciudades.<
Se viene otro torneo
Actualmente, Carolina se encuentra en Barcelona (España) junto con su hermana realizando una Maestría en Administración y Dirección y Comunicación Empresarial, respectivamente.
Ellas, las hermanas Berástegui Dáger, tienen previsto llegar a su Cartagena natal en el mes de julio de este año, pero anuncian que el próximo torneo se realizará en abril y que dejaron encargadas a Margarita Dáger, su madre y a dos amigas de confianza: Sara Estor y Clara Rodriguez.
¿Qué es el kickball?
Es una palabra en inglés, que traducida al español significa patear balón. Se originó en Estados Unidos y se juega muy similar al beisbol, con la gran diferencia que en vez de batear, en el Kickball se patea un balón de futbol con el fin de ganar una base.
A diferencia del béisbol, el fútbol o el tenis, el kickball no es considerado un deporte competitivo a nivel mundial, sin embargo en países como Estados Unidos y Venezuela es tan reconocido que es incorporado en los colegios como parte fundamental de sus programas de educación física. Dado esto, no existe un reglamento único que oficialice como jugarlo. Sin embargo en la mayoría de las partes se hace de la misma manera, con algunas variaciones pequeñas según donde se practique. En Estados Unidos, por ejemplo, se acostumbra a jugar con un total de 11 jugadoras en el campo, mientras que en Venezuela se acostumbra a jugar con un total de 10. En Cartagena la tradición es hacerlo con 9.
Pese a esto la práctica del kickball tiene un único objetivo y es el enfrentamiento de dos equipos, cuyo ganador será el que mayor número de carreras anote.
El dato
El interés por la práctica de este deporte en la ciudad ha sido tal, que El Campito de Bocagrande se ha quedado pequeño para abarcar a tantos equipos y por lo tanto se ha visto la necesidad de moverse a otros escenarios deportivos en otros barrios de la ciudad.
En la actualidad los equipos participantes son: VeryKool, Aguilitas, Warriors, Lady Bugs, Uvita e Playa, Wepa, Inter, Distrito C, Coide´s Plus, Mekanika, Feeling, Waka Waka, Tenaris, Maracuyeah, Springfield, Rookies, Mulatas, Bambinas, Muñecas, Kaña Brava, Aqua, Chillis, Dow, Black Sox, Bazzinga, Kick Ass.
Deportes
Carolina Berástegui y su pasión por el kickball
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