Un durísimo golpe psicológico le pegó el holandés Tom Dumoulin a Nairo, Níbali y Pinot. El holandés, en el terreno de ascenso, que no es su fuerte, les ganó la etapa y les aumentó a todos la diferencia en la clasificación general. Después de la contrareloj se sabía que de estos cuatro nombres no se salía el campeón del Giro de Italia. Pero hoy, el holandés les demostró a sus rivales que está para ganarlo y lo quiere ganar. Nairo fue claro: "Dumoulin está subiendo mucho".
Nairo planteó bien la carrera. Su equipo, Movistar, puso el ritmo, atacó cuando había que hacerlo, lo que no contaba el colombiano es que Dumoulin estuviera tan fuerte, tan fuerte que les ganó la etapa en la montaña, en el terreno donde se suponía que le iban a empezar a descontar tiempo.
Dumoulin subió a la cima de Oropa como en los mejores tiempos de Marcos Pantani. Y fue tan demoledor como lo es Froome en el Tour de Francia. No necesitó de su equipo, subió solo e impuso el ritmo que quiso.
Thibaut Pinot y Vincenzo Níbali, los otros favoritos, flaquearon en el segundo gran ascenso del Giro, no solo frente a Dumoulin sino ante el mismo Nairo.
El colombiano le sacó en la etapa a Pinot 21 segundos y a Níbali 29. Ahora en la general, Nairo sigue segundo, pero le aumenta la diferencia en la clasificación general a Pinot a 38 segundos y a Níbali a 53. Pero Nairo frente a Dumoulin perdió 24 segundos en la etapa, incluida la bonificación de 10 segundos del holandés. Ahora Quintana pierde frente a Dumoulin 2 minutos y 47 segundos en la general.
Aunque es prematuro pensar que Dumoulin ya ganó el Giro, (aún falta la semana más difícil), sí está claro que el golpe que les pegó los dejó muy tocados. Si no se recuperan, Nairo, Pinot y Níbali, tendrán que conformarse con pelear el podio, máxime cuando la última etapa contra reloj individual de 29 kilómetros del Giro le viene como anillo al dedo a Dumoulin. Ahí tiene para rematarlos.
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