El primer final en un puerto de alta montaña llega este miércoles en la undécima etapa de la 105 edición del Tour en La Rosiere, en una jornada corta pero muy dura con cuatro ascensiones encadenadas.
Este undécimo viaje llevará a los supervivientes de la carrera gala desde la ciudad olímpica de Albertville hasta la cima de la Rosiere, con un recorrido de 108,5 kilómetros, en los que ascenderán dos puertos fuera de categoría (HC), uno de segunda y otro de primera, donde se ubicará la línea de llegada.
De nuevo los favoritos a hacerse con el maillot amarillo dispondrán de una gran oportunidad en una etapa corta en la que encadenarán dos puertos calificados como fuera de categoría (HC), entre el kilómetro 13, en el que comenzará la subida al Montee de Bisanne, y el 57,5 donde coronarán el Col du Pre.
Tras la primera etapa de alta montaña en la que por primera vez los ciclistas más importantes pudieron poner a prueba sus fuerzas, en esta segunda jornada consecutiva, a pesar de contar con un kilometraje muy corto, la situación de la línea de meta en alto supondrá una nueva prueba de fuego.
De hecho, el Tour considera esta etapa como más dura que la previa en Le Grand Bornand, ya que para La Rosiere la velocidad media la estableció en 36 kilómetros por hora y en esta lo sitúa en 33 kilómetros por hora.
Desde la undécima etapa ha desaparecido el Punto Bonificado, con 3, 2 y 1 segundos de las nueve primeras jornadas salvo la contrarreloj por equipos, mientras que se mantienen las bonificaciones en línea de meta con 10, 6 y 4 segundos para los tres primeros clasificados.
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