Hace dos años no aparecía ni figuraba en las Grandes Ligas. No estaba en el radar, al menos no en ese momento. Pero no se dio por vencido, siguió luchando, creyó en sus condiciones y no bajó los brazos.
Esa es la historia del barranquillero Dónovan Solano, quien ganó el pasado jueves el Bate de Plata en las Grandes Ligas para entregarle una inmensa alegría a la fanaticada del béisbol colombiano.
En 2018, Solano apenas le alcanzó para disputar los entrenamientos primaverales con los Dodgers de los Ángeles y a finales de ese mismo año el barranquillero estampó su firma en Sacramento River Cats, perteneciente a las Ligas Menores y asociado a los Gigantes de San Francisco.
Gracias a su buen accionar, en el 2019 fue subido al equipo grande de Gigantes. Ahí, a sus 31 años, empezaría una nueva etapa en las Grandes Ligas luego de debutar en 2012 con Miami Marlins y también tener el gusto de jugar una temporada, la de 2015, con los Yanquis de Nueva York, poniendo números muy bajos, pero convirtiéndose en el primer pelotero colombiano en conectar un jonrón con los ‘Mulos del Bronx’.
Hace dos años no aparecía ni figuraba en las Grandes Ligas. No estaba en el radar, al menos no en ese momento. Pero no se dio por vencido, siguió luchando, creyó en sus condiciones y no bajó los brazos.
Esa es la historia del barranquillero Dónovan Solano, quien ganó el pasado jueves el Bate de Plata en las Grandes Ligas para entregarle una inmensa alegría a la fanaticada del béisbol colombiano.
En 2018, Solano apenas le alcanzó para disputar los entrenamientos primaverales con los Dodgers de los Ángeles y a finales de ese mismo año el barranquillero estampó su firma en Sacramento River Cats, perteneciente a las Ligas Menores y asociado a los Gigantes de San Francisco.
Gracias a su buen accionar, en el 2019 fue subido al equipo grande de Gigantes. Ahí, a sus 31 años, empezaría una nueva etapa en las Grandes Ligas luego de debutar en 2012 con Miami Marlins y también tener el gusto de jugar una temporada, la de 2015, con los Yanquis de Nueva York, poniendo números muy bajos, pero convirtiéndose en el primer pelotero colombiano en conectar un jonrón con los ‘Mulos del Bronx’.
En 2019, Dónovan no tuvo continuidad, pero sí puso buenos números con Gigantes de San Francisco. Bateó para .330 en apenas 81 juegos, con 215 turnos, 27 carreras, 71 hits, 13 dobles, 1 triple, 4 jonrones y 23 impulsadas.
Eso fue suficiente para ganarse la confianza de cuerpo técnico y compañeros del plantel para así tener la continuidad suficiente que le permitiera convertirse en el quinto mejor bateador de la Liga Nacional y el sexto en las Grandes Ligas. en esta temporada.
Por eso, el Bate de Plata no fue sorpresivo. Ese premio se le entrega a los mejores bateadores en cada posición y gracias a su accionar con el madero ese premio difícilmente se lo quitarían de sus manos.
En 54 juegos, Solano acumuló 190 turnos al bate, con 62 hits, 15 dobles, un triple, 3 cuadrangulares, 22 carreras anotadas y 29 impulsadas para hacerse merecedor a ese galardón con .326 de average.
Solano es el segundo colombiano en ganar esta distinción después de Édgar Rentería, quien la ganó en el 2000, 2002 y 2003.
Colombia goza hoy cuatro Bate de Plata y espera que la cosecha continúe ante la gran calidad de los peloteros que tiene en la Gran Carpa y los que están por llegar.
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