La inglesa Emma Raducanu, número 150 del mundo, dio ese miércoles otra gran sorpresa en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos al ganar por 6-3 y 6-4 a la suiza Belinda Bencic, undécima favorita y medalla de oro olímpica.
Raducanu, de 18 años, que tuvo que entrar al cuadro principal a través de la fase de clasificación, en lo que solo es su segundo torneo de Grand Slam, no ha perdido todavía un set y nadie hasta ahora ha podido descubrir la manera de poderla detener.
Mostrando los golpes y el aplomo de alguien mucho más experimentada, Raducanu, se convirtió en la primera clasificada en llegar a las semifinales del Abierto de Estados Unidos en la era profesional, y, sorprendentemente, es la segunda adolescente en dos días en asegurar un lugar entre las cuatro mejores.
“Tener a tantas jugadoras jóvenes aquí bien preparadas, demuestra lo fuerte que es la próxima generación”, declaró Raducanu, quien se une a la canadiense Leylah Fernández, de 19 años, en las semifinales. “Todas están en su trayectoria. Es mi propio viaje al final del día”.
Raducanu ganó los 16 sets que ha disputado en ocho partidos durante las última semana y media que lleva compitiendo en Flushing Meadows con tres encuentros durante las rondas de clasificación y otros cinco en el cuadro principal.
La próxima rival de Raducanu, de padre rumano y madre china, que nació en Toronto (Canadá), pero a los dos años la familia se mudó a Londres, se enfrentará en la semifinal a la cabeza de serie número cuatro, la checa Karolina Pliskova, dos veces subcampeona de Grand Slam, o la griega Maria Sakkari, decimoséptima favorita, semifinalista en el Abierto de Francia de este año.
La otra semifinal femenina será protagonizada entre Fernández, 73 del mundo, contra la segunda favorita, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
Raducanu quedó fuera del top 300 a fines de junio cuando tuvo la oportunidad de jugar en Wimbledon gracias a una invitación de comodín.
En ese debut de Grand Slam, llegó a la cuarta ronda antes de detenerse durante ese partido cuando tuvo problemas para respirar.
Al final contra Bencic, semifinalista del Abierto en 2019, Raducanu tenía casi el doble de ganadores que de errores no forzados, 23-12.
También mostró coraje, particularmente al final, cuando se quedó atrás del 0-30 en cada uno de sus últimos dos juegos de servicio antes de salir adelante.
Al principio, Raducanu perdía 3-1, sin que para nada afectase a su concentración y moral.
“Su velocidad de pelota definitivamente me tomó por sorpresa”, declaró Raducanu sobre el poderoso juego de Bencic. “Definitivamente tuve que intentar adaptarme”.
Lo hizo rápidamente y a partir de ese momento, Raducanu acumuló cinco juegos seguidos para llevarse el primer set, el primero que dejó Bencic en todo el torneo.
Bencic solo se había roto tres veces en cuatro partidos, pero Raducanu igualó ese total y se convirtió en la tercera mujer clasificada fuera del top 100 en avanzar a las semifinales del U.S. Open.
La medalla olímpica de oro cometió una doble falta para romperse y quedarse atrás 3-2 en el segundo set, caminó penosamente, lo más lento que pudo, hasta una esquina de la cancha para recuperar su toalla.
Cuando llegó a su asiento lateral, golpeó su raqueta contra su bolsa de equipo, luego se dejó caer y golpeó la raqueta contra el suelo.
Mientras que Raducanu caminó hacia la línea de banda, envuelta en una gran ovación de aplausos y vítores de los aficionados que llenaban las gradas de la pista central Arthur Ashe Stadium.
Adolescentes canadiense son atracción
El tenis canadiense vivió su jornada de oro en el Abierto de Estados Unidos al colocar en las semifinales de individuales masculina y femenina a los adolescentes Felix Auger-Aliassime y a Leylah Fernández, respectivamente, que hicieron historia con sus victorias.
Auger-Aliassime, de 21 años, pasó a sus primeras semifinales del Abierto y de un Grand Slam después de que el español Carlos Alcaraz, de 18, abandonase en el segundo set cuando perdía 3-6 y 1-3, debido a un problema muscular en la pierna derecha.
Alcaraz venía de dos victorias seguidas en cinco sets, incluso contra el tercer cabeza de serie, el griego Stefanos Tsitsipas, que lo convirtieron en el cuartofinalista masculino más joven en Nueva York desde 1963.
“Es realmente difícil retirarte de un gran torneo como este”, dijo Alcaraz, “Pero no tuve otra opción”.
Mientras que Auger-Aliassime, duodécimo cabeza de serie, se convirtió en el primer jugador de Canadá en llegar a las semifinales del Abierto, donde tendrá como próximo rival nada menos que al ruso Daniil Medvedev, segundo favorito.
Medvedev, de 25 años, se ganó un lugar en los últimos cuatro en Flushing Meadows por tercer año consecutivo al detener la sorprendente racha ganadora del clasificado holandés Botic van de Zandschulp, al que derrotó por 6-3, 6-0, 4-6 y 7-5.
Al igual que en el cuadro femenino, solo un hombre en los cuartos de final ya posee un trofeo importante y no es otro que el serbio Novak Djokovic, que no solo busca un récord de 21, sino que también intenta convertirse en el primer hombre desde Rod Laver en 1969, en completar el ciclo de torneos de Gran Slam en un solo año. (Novak Djokovic despierta y sigue al acecho del Grand Slam)
Medvedev se ha acercado. Perdió ante Djokovic en la final del Abierto de Australia de este año y ante Rafael Nadal en la final del Abierto de Estados Unidos de 2019.
La única forma en que podría enfrentarse a Djokovic esta vez sería en el partido por el título el domingo, pero antes, Medvedev tendrá que superar la prueba de Auger-Aliassime con el que se enfrentará por segunda vez y tiene ventaja de 1-0 después de ganarlo en el ATP Masters 1000 de Toronto del 2018.
“No pienso en él, porque como vimos, cualquiera puede vencer a cualquiera”, comentó Medvedev. “Si él está en la final y yo estoy allí, me sentiré feliz. Supongo que él también lo estará“.
Medvedev espera convertirse en el tercer campeón individual masculino de Rusia en un Grand Slam, uniéndose a Yevgeny Kafelnikov y Marat Safin. (El ruso Medvedev alcanza por tercera vez consecutiva la semifinal del US Open)
Pero por ahora, no quiere adelantarse. En cambio, si dijo que disfrutaba del momento especial que vive al llegar por tercera vez consecutiva a las semifinales del Abierto.
“Realmente feliz de estar en las semifinales de nuevo, por tercera vez consecutiva”, comentó Medvedev. “No podía soñar con eso tal vez hace cuatro años, pero ahora son tres”.
Tampoco podía pensar Leylah Fernández que se convertiría en la semifinalista más joven del torneo desde la rusa Maria Sharapova, en 2005.
La adolescente canadiense, de padre ecuatoriano y madre filipino canadiense, que residen en Florida, se impuso con un juego agresivo y emocionante, que entusiasma al público de Flushing, por 6-3, 3-6 y 7-6 (5) a la ucraniana Elina Svitolina, quinta cabeza de serie.
En medio de su juego pleno de entusiasmo y lucha, Fernández volvió a recibir todo el apoyo de los aficionados cada vez que levantaba su puño derecho, para darse ánimo.
Durante la victoria frente a Svitolina, en el Arthur Ashe Stadium, que siguió a las logradas sobre las campeonas del Abierto y las exnúmero uno, la japonesa Naomi Osaka, y la alemana Angelique Kerber, Fernández se enfocó en su juego.
“Solo pensaba en confiar en mí misma, confiar en mi juego. Después de cada punto, ganase o perdiera, siempre me decía a mí mismo: “Confía en mi juego. Ve por mis tiros. Solo mira a dónde va la pelota’”, explicó Fernández, quien cumplió 19 años el lunes y nunca había pasado de la tercera ronda en su media docena de apariciones importantes.
Sin jugadores de Estados Unidos a los que apoyar, los aficionados neoyorquinos del Abierto han adoptado a sus vecinos del norte, aunque Fernández, que ocupa el puesto 73 en el ranking, en realidad tiene su residencia en Florida aunque ha nacido en Montreal.
A continuación, en este viaje mágico para Fernández, vendrá otra prueba contra una jugadora que está mejor clasificada y tiene más experiencia en los escenarios más importantes de este deporte.
Su próxima rival será la bielorrusa Aryna Sabalenka, la favorita número dos, semifinalista de Wimbledon en julio, quien derrotó a la campeona del Abierto de Francia, la checa Barbora Krejcikova por 6-1 y 6-4.
A la espera de su partido de la noche, Sabalenka dijo que se estuvo entrenando durante el duelo Fernández contra Svitolina, “y realmente no necesitábamos ver el marcador porque escuchamos a los aficionados realmente gritar”.
Krejcikova fue la única mujer que quedó en competición que ya tiene un título de Grand Slam.
Pero dijo que su juego se vio afectado contra Sabalenka por “no estar realmente en una forma perfecta” después de sentir calambres y mareos en su victoria de cuarta ronda el domingo sobre la dos veces campeona de 'majors', la española Garbiñe Muguruza.
Krejcikova recurrió al médico al final del partido, luego de tomarse su tiempo entre los puntos en la recta final de ese partido, lo que provocó que Muguruza le dijese que sul comportamiento era “muy poco profesional”.
Cuando se le preguntó sobre lo sucedido el domingo, Krejcikova dijo: “Me sentí realmente humillada por una campeona de Grand Slam, nunca había visto algo similar”.
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