Lo de Ecuador es para ponerse literalmente a llorar. ¡No hay derecho! Es como cuando tú enamoras a tu novia, le pides matrimonio, ella te dice que sí y el día de la boda te quedas dormido, no asistes a ese encuentro y la dejas esperando en el Altar. Atención: fallece jugador colombiano en Argentina
O cuando en plena carrera atlética en unos Juegos Olímpicos vas ganando, pero te confías, bajas un poco la velocidad y ves cómo el competidor te pasa y cruza primero la meta. Algo parecido le sucedió a la Tri, que pudo representar de mejor manera a Suramérica en la cita más importante del fútbol.
Las cosas hay que llevarlas hasta el final. En un Mundial no se puede hacer el trabajo a medias, en el deporte de alto rendimiento no puedes dar ventajas. Eso es así.
Dos tremendos partidos ante Qatar (triunfo 2-0 y empate 1-1 ante Países Bajos) que ni si quiera servirán para el recuerdo. La historia solo dirá que Ecuador en el Mundial de Qatar dijo adiós en la misma primera vuelta.
Después de unos días, hasta los mismos aficionados de Ecuador se olvidarán que su selección jugó bien dos partidos y muy regular el último. Aquí lo que realmente valía era avanzar a octavos.
Teniendo talento y mucha potencia en sus jugadores, además de un buen biotipo y un gran despliegue físico, increíblemente, Ecuador tuvo que despedirse. Le faltó los cinco centavos para el peso. ¡Qué tristeza!
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