“La situación es difícil, pero tenemos la fe intacta”. Con esta frase llena de esperanza, el técnico Martín Cardetti espera que sus dirigidos en el Real Cartagena reaccionen y derroten a Quindío, de visitante y, además, que se le dé el otro resultado para llegar con vida a la última fecha de los cuadrangulares de la Primera B.
La vela en el Real está que se apaga, para muchos es cuestión de tiempo. Lo cierto es que el auriverde no depende de sí mismo. Lea aquí: ¿Real Cartagena, una ilusión óptica?; este es el milagro que se le debe dar
El balón rodará mañana a las 4 de la tarde, en el estadio Centenario de Armenia. Mientras que haya posibilidades matemáticas hay que seguir luchando y si futbolísticamente las cosas no pintan también entonces se debe dar el extra para mejorar en el campo de juego y sacar el partido adelante.
El plazo se acabó. Hay que ganar y esperar que haya empate en el juego de Fortaleza y Llaneros o se firmará un nuevo fracaso en la historia del Real. A falta de dos jornadas, la tabla de posiciones en el Grupo A está así: Fortaleza 9 puntos; Llaneros, 7; Real, 4 y Quindío, 2. La cosa está complicada.
La última fecha tendrá a Real-Fortaleza y Llaneros-Quindío. Lea aquí: Real Cartagena pierde con Llaneros y tiene un pie afuera
Pero para que Real llegue con vida debe ganar y rezar, pues no hay de otra. Fortaleza tiene todo servido para el domingo sellar su clasificación en casa, pero en el fútbol no hay nada escrito, la historia se escribe todos los días.
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