Los jóvenes de Hato Viejo, corregimiento de Calamar (Bolívar) mostraron su felicidad ayer en la entrega de una cancha múltiple y un parque infantil de parte de la Gobernación de Bolívar.
Deiber Salas, 13 años, uno de los habitantes de Hato Viejo, dijo que “la cancha está muy bonita, estoy contento, el escenario se ve ahora más grande y elegante. Antes estaba abandonada y maluca”.
En este joven despertó un sueño, una ilusión. “Juego en los Minjuniors, me desempeño como defensa. La verdad es que soy bueno, quiero sacar a mi familia adelante a través del deporte”.
Michel Pérez, 14 años, quien estudia en la Institución Educativa José Antonio Galán, de Hato Viejo, aseguró que “necesitábamos de un escenario así de lindo para nuestra diversión y recreación. Amo el fútbol, soy arquero. Quiero jugar en el fútbol internacional. Gracias a la Gobernación de Bolívar por este escenario ”.
Duván Pérez, entrenador de fútbol de las categorías menores, aseguró que “soy quien lleva a estos equipos de Hato Viejo a jugar a otros pueblos cercanos. Algunas veces no tenemos para el transporte, pero con la ayuda de la gente lo conseguimos. Aquí hay mucho talento, con este escenario podremos realizar ahora mejores trabajos. La idea es que se aparten de los vicios y se enfoquen en el deporte”.
La Gobernación de Bolívar, a través de Iderbol, invirtió 488 millones 129 mil 41 pesos en esta obra que tiene un parque infantil (resbaladero y columpios), una cancha múltiple para la práctica del microfútbol, baloncesto y voleibol y, además, espacios con máquinas biosaludables.
Dumek Turbay, gobernador de Bolívar, aseguró que “mucha gente no sabe que este corregimiento existe, me da mucha alegría traer felicidad a los niños de esta región, que desde hace dos años hemos venido apoyando con un puesto de salud, una ambulancia y próximamente una inversión en el colegio. La de hoy (ayer) es una bonita oportunidad para que niños y adultos puedan integrarse a través del deporte”.
Así las cosas, los niños y jóvenes tienen una oportunidad para hacer deporte y demostrar sus habilidades en varias disciplinas deportivas. Ellos (los menores) buscarán desarrollar sus habilidades y hacerles el zigzag a los malos caminos.
Eduardo Soto, gerente de Iderbol, agregó que “Hemos hecho presencia en un corregimiento que había sido abandonado en el pasado. Esperamos que los niños y jóvenes aprovechen este escenario para hacer deporte y alejarse de las cosas malas”.
El dirigente aseguró que “ahora lo que viene es disfrutar de la cancha y del parque, pero también cuidarlos para que tenga larga vida”.
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