“Lo que siento en estos momentos es orgullo, nostalgia y satisfacción. Dios sabe cómo hace sus cosas y por eso pienso que todo pasó para bien, mi vida pudo ser otra, pero el destino me tenía marcado algo mejor”.
Con la mirada al infinito, voz fuerte y nostálgica, Álvaro Urzola Rego nos cuenta de su paso por el fútbol profesional colombiano. El cartagenero y residente en el barrio Crespo, es una gloria del balompié bolivarense que pudo brillar más si no se le atraviesa en el camino una terrible lesión que aún le molesta para caminar.
Desde niño
“Desde niño tuve una pasión infinita por el fútbol, lo que me llevó a representar a Bolívar en varios torneos nacionales, que para ese entonces eran las vitrinas más importantes para los jóvenes que querían ser profesionales”, cuenta sentado en un sillón de la sala de su vivienda.
Mira recortes de periódicos y recuerda sus habilidades. “Era un joven con gol, técnica y la capacidad de jugar como número 7, 9 y 10. Mi velocidad era excelente, pero mi creatividad era mejor, eso no lo digo yo, lo dicen extécnicos y jugadores que vieron mi proceso y carrera”, expresa el exjugador que nació en el barrio Torices.
En el colegio La Salle era de los mejores jugadores y en la Selección Bolívar ni se diga. “Participé en los nacionales juveniles de Pasto en 1969 y de Barranquilla en 1971. En 1970 hubo en Medellín otro torneo pero no pude asistir, debo aclarar que desde esos campeonatos es que se da a conocer el fútbol de Cartagena porque aparece la figura de Jaime Morón, gran amigo mío y que nos abre las puertas”, cuenta.
Su debut
“Recuerdo a los primeros cartageneros que fueron jugadores profesionales, ellos son Adolfo ‘Pío’ Solano y Calixto Avena, quien nace en Córdoba pero era hijo adoptivo de la ciudad, yo también soy de los primeros porque cuando debuté, Morón ya estaba en Millonarios pero no había debutado por estar en la Selección Colombia”, asegura.
Hay algo que enorgullece a Urzola y es que es el primer cartagenero que juega en Junior de Barranquilla. “Le abrí las puertas a muchos jugadores más y pude debutar profesionalmente, eso me da grandes alegrías y me enamora más del fútbol. Tenía 19 años y me destaqué. Me ficharon en 1971”, dice.
Efraín ‘Caimán’ Sánchez es su entrenador en el equipo de La Arenosa. Observa su rendimiento con Bolívar y decide tenerlo en su plantel.
“En esos tiempos solo habían 14 equipos en la Liga y no había Primera B ni C, así que el jugador que llegara a la A es porque era demasiado bueno. Recuerdo que la mayoría en la Liga eran extranjeros o nacionalizados colombianos, también era un negocio, como ahora”, cuenta.
Momento difícil
Cuando está en su mejor momento en Junior, sufre una terrible lesión. “Tenía más opciones de clubes, pero elegí al Junior para estar cerca de mi casa y por ser un equipo costeño. Yo daba lo mejor de mi y en un entrenamiento me lesioné. Luego voy Bucaramanga por unos meses y en 1974 llego a Unión Magdalena, pero mi nivel había bajado. Jugué en el fútbol profesional hasta 1975. La lesión fue en mi rodilla izquierda y aún me duele”, dice.
Con la rodilla adolorida y el corazón roto decide estudiar economía en Bogotá y estando allá recibe apoyo de personas que consideran una pérdida muy grande su retiro del fútbol.
“Yo tenía muchos sueños con el deporte, pero todo se me vino encima, sin embargo, decido seguir adelante y estudiar. Viajo a Bogotá y allá me permitieron entrenar con Millonarios gracias a la intervención de Álvaro García, un amigo, pero ya mi camino no era el balompié, ya todo había terminado”, agrega.
Su presente
Ahora, maduro y experimentando, considera que “el fútbol no me dio plata, pero sí amigos, reconocimiento y anécdotas, pero ahora tengo dos hijas y una esposa maravillosa. Siento que era muy joven cuando fui futbolista y no iba a saber manejar la fama”.
Urzola es un feliz pensionado, hace varios años fue director de IDER y trabajó en la Universidad de Cartagena. En ocasiones juega sóftbol, donde también se ha destacado y sigue viendo fútbol y apoyando a los nuevos jugadores. “El presente de jugadores como James Rodríguez y Falcao García es el resultado de un arduo proceso del que yo y muchos más hicimos parte”, manifiesta.
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