Los positivos de seis jugadores del Rostov, equipo dirigido por Valeri Karpin, amenazan la reanudación este viernes de la liga rusa, que esperaba un 10 por ciento de asistencia a los estadios. En este país juega el cartagenero Wílmar Barrios (Zenit).
“La amenaza viene del sur”, titula este jueves el diario “Sport-Express”, en alusión al Rostov, equipo meridional.
El club ruso admitió el miércoles que seis de sus jugadores habían dado positivo, motivo por lo que toda la primera plantilla, incluido los técnicos, se encerraría en cuarentena durante dos semanas.
Se daba el caso de que, junto al Krilia Sovétov-Akhmat, el partido entre el Sochi y el Rostov debía abrir este viernes la vigésima tercera jornada del campeonato ruso, que fue suspendido a mediados de marzo por la pandemia.
Aparte de las críticas por la irresponsabilidad de futbolistas y club, la prensa asegura que la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) tiene ante sí una difícil tarea para cuadrar el calendario.
Puede aplazar el partido ante el Sochi, y también el del 27 de junio ante el Arsenal de Tula y el del 1 de julio ante el Krasnodar, o dar al Rostov por perdidos dichos encuentros.
Esa última decisión a buen seguro traería varias opiniones, ya que se trata del equipo revelación y es el cuarto clasificado, por lo que aún tiene opciones de luchar por un puesto en la Liga de Campeones.
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