Aunque con altos y bajos, el ascenso ha sido permanente. Desde su fundación en agosto de 1939, la Federación Colombiana de Natación (Fecna) ha ido creciendo de forma constante, al punto de ya sumar medallas en casi todo tipo de evento internacional, que le permiten este año festejar por lo alto sus primeros 75 años de vida.
Con medallas bolivarianas, suramericanas, centroamericanas, panamericanas, continentales y mundiales, la natación colombiana le ha dado alegrías al país a través de sus atletas en las modalidades de carreras, clavados, nado sincronizado, polo acuático y aguas abiertas.
Con personalidades destacadas internacionalmente como deportistas, entrenadores, jueces y dirigentes, la Fecna hace parte con honores de la Federación Internacional de Natación (Fina) y las diferentes confederaciones continentales, para competir con lujo de detalles en los distintos campeonatos.
Luis Eduardo González, Luis Child, Julio Arango, Tomás Becerra, Olga Lucía de Angulo, Roselina Ángel, Helmuth Levy, Pablo Restrepo, Alejandro Bermúdez, Juan Guillermo Urán, Juan Felipe Giraldo, Ómar Pinzón, Carolina Colorado y Alejandro Arias son algunos de los principales atletas de la natación colombiana en toda su historia.
RECORRIDO HISTÓRICO
Luego de su fundación en agosto de 1939 en Cali, ciudad que ha sido su casa natural, la Fecna permitió oficialmente la primera presencia internacional al vallecaucano Luis Eduardo ‘Tiburón’ González para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla-1946, en los que logró oro en los 1.500 metros libres, con récord de campeonato.
Con el pasar de las competencias, el ‘Tiburón’ González se consolidó en la élite internacional, con medallas doradas en diferentes eventos de Ciclo Olímpico, que lo llevaron a las máximas justas, los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, en los que avanzó hasta las semifinales.
Pero la natación carreras no era la única que figuraba, ya que Colombia también se mostraba con el polo acuático, con presencia en la primera edición de los Juegos Panamericanos, disputados en Buenos Aires (Argentina), con Daniel Gómez, Jorge Sanz, Roberto Herrera, Álvaro Gaviria, Julio Ortega, Fermín Sanz, Antonio Samper y Genaro Payaín.
Así mismo, otro colombiano que escribió su propia historia fue Julio Arango, quien con sólo 14 años de edad participó en los Juegos Olímpicos de Tokio-1964, en los que superó las marcas nacionales de 400 y 1.500 m libres, convirtiéndose la segunda en marca suramericana.
Entre las mujeres, la primera gran figura fue la vallecaucana Olga Lucía de Angulo, quien falleció en 2011 en Canadá, dejándole a Colombia una rica historia deportiva, con medallas en diferentes eventos internacionales y la presencia olímpica en las justas de México-1968.
Diez medallas de oro en los Juegos Bolivarianos de Venezuela en 1970, más un bronce en los Panamericanos de Cali en 1971 y su segunda presencia olímpica en Múnich-1972, le permitieron recibir una medalla de la Fina declarándola la mejor nadadora suramericana del momento.
Pero la gran figura de la historia de la natación colombiana apareció en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Medellín en 1978, cuando el antioqueño Pablo Restrepo ganó la medalla de oro en la prueba de los 100 metros pecho, escoltado por otra figura, el tolimense Helmut Levy, ganador de dos oros en esos Juegos.
Restrepo apareció para los Olímpicos de Moscú-1980, cuando como abanderado de la delegación colombiana se clasificó para la final olímpica de los 100 metros pecho, logrando el séptimo lugar, algo superó cuatro años más tarde en Los Ángeles-1984, cuando fue sexto en los 200 metros pecho, resultados que repitió en Seúl-1988.
Luego de varios años de sequía de triunfos en la natación, apareció el referente de los clavados, Juan Guillermo Urán, quien debutó como atleta olímpico en las justas de Sidney en 2000, para adquirir la experiencia que en Atenas-2004 le llevó al sexto lugar de la final de plataforma 10 metros.
El polo acuático, siempre presente en eventos internacionales, tuvo su gran logro en 2007, cuando se coronó campeón mundial de la categoría B, diseñada para los países que no habían clasificados al Mundial A, con una generación dorada de Nelson Bejarano, Elkin Buitrago y Alejandro Idárraga, entre otros, como Juan Felipe Giraldo, el primer colombiano en jugar como profesional en un club europeo.
Así mismo, otro que se abrió paso en medio de la soledad, para hoy ser figura mundial, es el vallecaucano Orlando Duque, que si bien inició con su disciplina sin aval de la Fina, hoy se da el gusto de ser el primer campeón mundial de la historia en clavados de gran altura, prueba que ganó el año pasado en Barcelona y sumó a una hoja de vida cargada de éxitos internacionales y récords Guinness,
Y en los últimos años surgieron las dos últimas grandes figuras de la natación colombiana: Ómar Andrés Pinzón y Carolina Colorado. Pinzón ganó en 2011 dos medallas de oro en la Copa Mundo Fina, durante la sexta y séptimas paradas en la prueba de los 200 metros espalda.
Carolina, además de múltiples títulos internacionales, que la llevan con Ciclo Olímpico dorado rumbo a Rio-2016, acumula seis medallas en su carrera deportiva en paradas de Copas Mundo, siendo la única mujer de la historia colombiana en ganar medallas en este tipo de eventos.
Finalmente, la última gran figura y con proyección para los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 es el clavadista Alejandro Arias, reciente campeón mundial juvenil de trampolín de un metro, quien sueña con darle al país la primera medalla olímpica de la historia, tal vez el logro pendiente de la natación colombiana.
EL JUZGAMIENTO
De otro lado, para hablar de clavados, por delante de los atletas, Colombia tiene una figura de peso en el juzgamiento mundial: Humberto Troncoso.
“Cada segundo de mi vida ha valido la pena, elegir ser juez de clavados fue lo mejor, porque me permitió vivir muchas satisfacciones, una gran cantidad de condecoraciones y una felicidad que no tiene comparación”, reconoció Humberto ‘Capi’ Troncoso, a quien los mejores clavadistas y entrenadores del mundo lo solicitaban para cada competencia, porque sabían que con El Capi, la justicia estaba garantizada.
Y es que en los Olímpicos de Los Ángeles 1984, cuando ya había completado sus dos finales que debía juzgar como máximo por reglamento, las potencias mundiales de Estados Unidos y China pidieron a la Fina que Troncoso pitara una final más, por lo que la organización mundial tuvo que hacer una excepción en las reglas y designar al colombiano, que juzgó en ocho ediciones de los Juegos Olímpicos.
Uno de sus principales recuerdos se dio en los Olímpicos de Seúl-1988, cuando Troncoso le dio puntaje de 2,5 a Greg Louganis en el recordado salto del accidente en el trampolín de tres metros. Con ese puntaje Louganis avanzó a la final y ganó el oro, gracias a la justicia que luego todos le dieron la razón al ‘Capi’ Troncoso.
A sus 29 años viajó a sus primeros Juegos Olímpicos en Roma-1960 y desde esa presencia sólo falló a la Olimpiada de Tokio-1964, por una bronquitis, hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta-1996, pasando por México-1968, Munich-1972, Montreal-1976, Moscu-1980, Los Ángeles-1984, Seúl-1988 y Barcelona-1992.
Pero también juzgó en ocho Campeonatos Mundiales; 11 Copas Mundiales de Saltos Fina; 10 Juegos Panamericanos; ocho Juegos Centroamericanos y del Caribe; 29 Campeonatos Sudamericanos Mayores y Juveniles; 20 Centroamericanos y del Caribe de Natación, clavados, polo acuático y nado sincronizado; siete Juegos Bolivarianos, y en algunos Nacionales.
Es así como la Federación Colombiana de Natación ha crecido a lo largo de los años y, aunque con deficiencias naturales del medio colombiano, como en lo económico, la proyección de la natación sigue con miras a los Olímpicos, la materia pendiente para subir al podio.
Comentarios ()