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Julio Teherán Pinto: “Me siento orgulloso de ser olayero”

El grandes ligas cartagenero trabaja con la Fundación Teherán para ayudar y darle alegrías a los habitantes de Olaya Herrera y otros barrios vulnerables.

CARLOS CABALLERO VILLA

20 de abril de 2020 12:00 AM

Julio Teherán Pinto lleva a Olaya Herrera en su corazón, siente el barrio en lo más profundo de su alma, por eso no lo piensa dos veces y dice: “Me siento orgulloso de ser olayero”.

El lanzador de los Angelinos de Anaheim en el béisbol de las Grandes Ligas en su mente lleva grabada su infancia en Olaya Herrera, un barrio en el que la mayoría de familias viven con muchas dificultades y en condiciones desfavorables, pues niños y jóvenes se levantan en medio de a violencia, la drogadicción y el alcohol.

Él salió de ahí, no se olvida de sus orígenes, siempre habla con amor de su infancia, también tuvo muchas dificultades, pero salió adelante porque eligió el camino correcto.

“Recuerdo cuando jugaba en el barrio a pie descalzos, con una manilla de cartón. Mi mamá se la pasaba atrás de mí para que no saliera porque quería protegerme, que no me pasara nada malo porque había muchas peleas callejeras y los niños se tiraban piedra, era peligroso. Ella siempre estuvo ahí al pie porque en ese barrio se veían muchas cosas y le tocó duró”, me dijo Julio Teherán un 5 de septiembre de 2014, en Miami, Estados Unidos previo al juego entre los Bravos de Atlanta y los Marlins en el Marlins Park.

“Yo me ponía a batear piedras, jugaba bate de tapita con mis amigos y primos al frente de mi casa. También bateábamos almendras, jugaba con manilla de cartón, así empecé yo”, aseguró en ese momento Teherán, nacido un 27 de enero de 1991 en Cartagena.

Su Gran satisfacción

Para Julio son muy importantes los niños, a quienes ve como el futuro de Colombia. Llevarle alegrías a los menores es lo máximo para él.

“Mira... para mí hacer que un niño sonría y se llene de esperanza es todo. Lograr ayudar a mi gente es maravilloso, lo disfruto más que cuando la fanaticada me aplaude en las Grandes Ligas por haber ponchado a un bateador. Esa es la verdad”, dijo Teherán el pasado fin de semana en entrevista con El Universal.

Tiene una nobleza única, sigue siendo aquel pelao humilde que con mucho esfuerzo superó la adversidad a través del béisbol.

“Ser pobre no es malo, ni un pecado. No. Yo lo fui y la pobreza no fue un obstáculo, salí adelante en Olaya y el deporte fue la vía para lograr mis sueños”, dice Teherán, de 29 años y quien se ha convertido en el lanzador colombiano con más temporadas en las Grandes Ligas, 9 en total.

Asegura que gracias al apoyo y consejos de sus padres (Marlyn Pinto y Julio Teherán) pudo hacerle un zig zag a los obstáculos que iban apareciendo en el camino.

“Crecí con un alto nivel de riesgo a mi alrededor. Mis padres y mi familia me inculcaron el béisbol. Esta es una familia que ama el deporte y gracias a eso pude ser alguien en la vida”, agrega.

En su niñez el deporte no tenía tanto apoyo como lo tiene ahora, por eso invita a todos a que le apuesten a su disciplina preferida.

“Con el deporte los niños y jóvenes se apartan de la delincuencia, de las malas amistades, de los diferentes vicios. Quiero que salgan muchos Julio Teherán de Olaya. Sí se puede”, afirma lleno de optimismo y con la clara certeza de que cuando las personas se proponen las cosas y luchan por ellas están bien cerca de conseguirlas.

La Fundación Teherán tiene una gran apuesta deportiva...

- Sí. Buscamos tener una escuela de béisbol, que brinde opciones a los niños de bajos recursos de Olaya Herrera y barrios aledaños. Es un proyecto que quiero sacar adelante.

¿Quiénes estarían a cargo de la escuela?

- Mi familia. Mi tío Miguel es entrenador que conoce y ama el béisbol, también tengo a un primo y otras personas.

¿Qué les brindaría la escuela a los menores?

- La implementación, los entrenadores, un psicólogo y todo lo que sea de su utilidad para hacerse buenos beisbolistas o personas de bien. La idea es que la escuela en corto tiempo pueda participar en los torneos de la Liga de Béisbol Departamental.

¿En qué sitio serían los entrenamientos?

- En el campo de Playa Blanca, ahí me inicié yo, el alcalde de Cartagena, William Dau, se comprometió a adecuarlo. Desde hace tres años tengo la idea de la escuela, pero todo ha sido difícil por la falta de escenarios. Yo tengo toda la intención de ayudar a los niños.

La Fundación Teherán lleva tres años apoyando a los más necesitados...

- Siempre me ha gustado ayudar, Olaya Herrera y muchos otros barrios necesitan de mucha ayuda.

Recientemente ustedes entregaron 500 mercados en Olaya...

- Sí. Se está viviendo una situación complicada en medio del coronavirus, lo hacemos con el corazón.

¿Qué otro tipo de actividades ha realizado la fundación con la comunidad?

- Con las madres cabeza de hogar hemos hecho talleres sobre la violencia doméstica, en mayo teníamos previsto con ellas un taller de cocina sobre manipulación de alimentos. Buscamos llevarle a las personas cosas que les sirvan en su vida.

Julio Teherán y su fundación también han regalado implementos deportivos, alimentos y con detalles de Navidad para cientos de niños...

- Sí. Tengo un recuerdo especial. En Isla de León, por ejemplo, disfrutamos de un gran día con cientos de niños. Fuimos con un chef, que es de esa misma zona, y le hicimos un buen plato de comida a todos. Compartí con los menores, los motivé, les conté mis experiencias de vida, eso me gusta mucho.

¿Qué papel juega su familia en la fundación ?

- Es el alma de la fundación. Trabaja como un equipo, aquí juega un papel importante mi esposa Yoselin Rincón y mis padres. Ellos y un grupo de amigos cercanos trabajan para ayudar y llevarle alegría a la gente necesitada.

Entrena en casa

Julio entrena en casa esperando que la pandemia pase pronto para volver hacer lo que más le gusta: jugar béisbol en las Grandes Ligas.

“Tengo un plan de trabajo de mi entrenador personal. Cumplo con mi rutina al pie de la letra”, afirma.

Asegura que, por ahora, disfruta al máximo los momentos en familia. “Mi esposa ya sabe atrapar, así que buscamos las manillas y la bola y nos ponemos a calentar. Mi madre hace unos días me hizo unas papas rellenas y recordé mucho mi niñez. Y con mi viejo hablo mucho de deporte. Son momentos especiales”, recalca.

Y Jordan, su hijo de tres años, cada día muestra más su inclinación por el deporte. “Mi hijo es la luz de mis ojos. A mí me gustaría que fuera beisbolista, eso sí no lo obligo, pero veo que le gusta el béisbol y eso me emociona mucho”.

Ese es Julio Teherán Pinto, el niño de Olaya Herrera que gracias al béisbol hoy lanza strikes y saca outs en el mejor béisbol del mundo.

Su gran récord

Julio hizo historia en los Bravos de Atlanta al ser el tercer lanzador en abrir un juego inaugural en las Grandes Ligas en cuatro ocasiones consecutivas (2014, 2015, 2016 y 2017). Antes lo había hecho Rick Mahler (1985-1988) y Greg Maddux (1993-1996).

La temporada anterior tuvo marcada de 10 juegos ganados y 11 perdidos. En toda su carrera en la Gran Carpa lleva 229 juegos, con 77 triunfos y 73 derrotas. Ha ponchado a mil 184 bateadores, una suma bastante importante en las Grandes Ligas, en donde ha tenido el privilegio de estar en tres postemporadas.

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