Seguridad en el Mundial, el gran interrogante que Brasil sigue sin responder

Las autoridades de Brasil no concluyeron el plan de seguridad del Mundial de 2014, un punto crucial en la planificación del evento en un país con altos índices de violencia y que requiere millonarias inversiones para modernizar sus fuerzas policiales.
    "El plan aún está en la fase final de elaboración porque es muy delicado. La acción de seguridad no depende simplemente del gobierno federal sino de las fuerzas de cada una de las 12 ciudades" que recibirán el evento, explicó Alcino Rocha, asesor del Ministerio de Deportes para la organización de la Copa.
    La primera gran prueba para el aparato de seguridad brasileño será este sábado, en el sorteo preliminar del Mundial-2014 que se celebrará en la marina de Gloria de Rio de Janeiro y que atraerá a 2.000 invitados de todo el mundo, desde los miembros de la FIFA a entrenadores de selecciones y jugadores estrella, y a unos 900 periodistas.
    "La Policía Federal viene acompañando las acciones relativas a seguridad. Tendremos control sobre el tráfico áereo en Rio de Janeiro y estaremos colaborando en el monitoreo de la marina", indicó Rocha.
    En esta carrera contrarreloj, las autoridades en Río de Janeiro por ejemplo, han avanzado en un programa llamado de "pacificación" de favelas de cara a los eventos deportivos de los próximos años -incluídos los Juegos Olímpicos en 2016-, que apunta a aumentar la presencia policial en esas marginales barriadas controladas por los traficantes de drogas.
    Hasta ahora, unas veinte favelas, algunas de ellas entre las más peligrosas de la ciudad, se cuentan entre las 'pacificadas'. Este término se aplica para las barriadas en las que se han instalado sedes policiales.
    Los operativos tuvieron su punto más álgido en noviembre pasado cuando fue tomado, en una espectacular operación en la que participaron 2.200 efectivos de seguridad, el peligroso Complexo do Alemao -un conjunto de favelas al norte de Río-, luego de una ola de ataques de traficantes a puestos policiales y vehículos que dejaron un saldo de 37 muertos.
    Y aunque el número de homicidios ha bajado, las cifras aún son alarmantes: en Rio se registró un total de 1.168 homicidios en el primer trimestre (-17,3% con respecto al mismo período de 2010), mientras que en Sao Paulo la cifra alcanza los 992 asesinatos (-18,95%), según cifras oficiales.
    Datos proporcionados a la AFP por la encuestadora Datafolha revelan que 36% de los habitantes de Río "apuntan la falta de seguridad como el mayor problema"; lo mismo en Sao Paulo, con un 22%.
    "Será un Mundial muy seguro", garantizó recientemente el ministro de Deportes, Orlando Silva, que en varias oportunidades ha hecho llamados a la calma ante la preocupación que despiertan los fuertes atrasos en la organización del evento.
    "La FIFA viene acompañando sistemáticamente la preocupación de Brasil y sabe el esfuerzo que el país hace para cumplir todas las exigencias", añadió el responsable.
    Storani, de su lado, alertó sobre la descoordinación entre instancias de gobierno: "El estado de Río de Janeiro ya comenzó a movilizarse con el control de zonas manejadas por el tráfico, sobre todo en las áreas cercanas al desarrollo de la Copa y los Juegos, pero no consigo ver una movilización del gobierno federal en este sentido, no hay integración y eso preocupa".
    El gobierno brasileño oficializará en los próximos días la creación de una secretaría especial que coordinará las labores de seguridad, integrando a las fuerzas estatales y las fuerzas armadas.
    "Un evento de este porte conlleva algunas obligaciones que rigurosamente no forman parte de nuestro día a día, como por ejemplo, un mayor cuidado, una mejor técnica para combatir determinadas acciones de terrorismo", precisó Rocha, destacando además que será necesario reforzar la custodia de la inmensa frontera de Brasil.
    Sin embargo, Paulo Storani, ex capitán del cuerpo de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militar de Rio de Janeiro, consideró que la integración de las fuerzas prometida por el gobierno presenta un atraso importante, ya que todavía no se realizaron las millonarias inversiones que se requieren para modernizar las centrales de operaciones y el equipamiento de seguridad.
    "Es muy importante invertir en tecnología para los aeropuertos, puertos, áreas de juego, vías de circulación, eso tiene que hacerse a la brevedad, de hecho, ya tenían que haber comenzado (las inversiones). Lo que va a pasar es que lo harán tarde, con apuro, y a precios altísimos", lamentó en una entrevista con la AFP.
    Rocha adelantó por estos días que el presupuesto para la seguridad será "voluminoso". "Una inversión considerable que va a contribuir a mejorar la seguridad de nuestro país y que será uno de los grandes legados después de la Copa", destacó.