Las sillas de ruedas, prótesis y las muletas predominan, pero también las ganas de vivir a través del deporte. Este es el panorama que se percibió en el coliseo Northon Madrid, en donde por estos días se jugó un Festival de Voleibol Sentado con la presencia de varios equipos que representan a algunos departamentos de Colombia.
Los protagonistas son discapacitados que no le temen a la vida y mucho menos a un balón. Uno de los participantes es Jhon Muñoz, quien juega para Quindío y cuya vida, pese a las adversidades, tiene tanto color como el tatuaje que lleva en su brazo izquierdo. Lea aquí: Buscándole sentido a la vida jugando voleibol sentado
“Es la primera vez que participamos en un nacional en esta categoría, duramos cinco meses entrenando. Este torneo es algo maravilloso, espectacular”, dice aquel policía que en el año 2007 perdió una de sus piernas a causa de un disparo de fusil mientras patrullaba en Nariño.
“El límite es la mente, nosotros luchamos cada día, el deporte nos ayuda”, añade Jhon, mientras mira el partido de sus compañeros.
En otro sector de la cancha, se ve a Jesús Albeiro, remando su silla de ruedas y alistándose para tratar de darle una victoria a su natal Nariño, la misma zona en donde Muñoz perdió la extremidad inferior.
Jesús Albeiro, un civil, perdió sus dos piernas al pisar una mina antipersona. Todo sucedió en el 2014 en Tumaco (Nariño). Él, en el momento, se concentra en su juego.
“Primera vez que vengo a Cartagena, el nivel del torneo es bueno. Nuestra desempeño ha sido regular, pero aquí estamos con todas las ganas”, expresa Jesús, quien no necesita ayuda para bajarse de su silla de ruedas y mucho menos para chocar el balón y anotar un punto.
Aunque Jhon y Jesús no fueron campeones con sus equipos, juntos aplaudieron el título del equipo de Arcángeles de Bogotá, el mismo que dio una lección que para alcanzar las metas, solo se necesitan ganas y una mejor disposición.
Este torneo, que fue organizado por la Liga de Voleibol de Bolívar y por el Ider, se realizó durante todo el fin de semana en la ciudad.
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