La angustia bancaria no se aleja de los mercados. Hoy el dólar cerró a $4.843,97 y pese a que se ubicó $22,53 por debajo de la TRM, que para el día de hoy fue de $4.866,50, en una semana agitada ganó $95,83; esto frente a la TRM del 13 de marzo ($4.748,14). Al cierre de la jornada la moneda registró US$1.234 millones en 2.832 transacciones y según reportó la plataforma Set-FX, logró mínimos de $4.792 y máximos de $4.862.
Ayer la agitación internacional se vio un poco apaciguada por el salvavidas que los reguladores el lanzaron a Credit Suisse Group. Pero la incertidumbre se mantiene con los anuncios del Banco Central Europeo de elevar los tipos de interés otros 50 puntos hasta 3,5%, su nivel más elevado desde octubre de 2008. Lea también: En Cartagena se carga el primer vehículo con hidrógeno en el país
Las acciones de EE.UU. cayeron, mientras que los bonos del Tesoro ganaron terreno, coronando una semana tumultuosa para los mercados globales con otro giro de aversión al riesgo a medida que aumentaba la preocupación de que el sector bancario lleve a la economía mundial a una recesión.
Bancos como JPMorgan Chase & Co. y Citigroup Inc. se unieron en una muestra de apoyo a First Republic el jueves. Si bien el intento de rescate inicialmente impulsó la confianza, el inversionista multimillonario Bill Ackman se encontraba entre los que cuestionaron si sería suficiente para detener la crisis.
Mientras tanto, los bancos de EE. UU. pidieron prestado un total de US$164.000 millones de dos instalaciones de respaldo de la Reserva Federal en la semana más reciente, una señal de las crecientes tensiones de financiación tras la quiebra de Silicon Valley Bank. Lea también: 200 mil hogares podrían abastecerse con el gas descubierto por Hocol en Córdoba
“No esperamos una crisis financiera en toda regla, pero no se debe descartar la dinámica subyacente”, dijo Karsten Junius, economista jefe de Bank J Safra Sarasin AG. “Lo más probable es que las condiciones financieras se endurezcan aún más y aumenten los riesgos de recesión. Por lo tanto, defendemos un posicionamiento defensivo con respecto a los activos de riesgo y una postura tácticamente cautelosa en el sector bancario, a pesar de que el caso constructivo para los bancos permanece intacto a mediano y largo plazo”.