Económica


Colombia, a protegerse contra la lluvia de amenazas

COLPRENSA

26 de septiembre de 2011 08:30 AM

Cuando el jueves de la semana pasada el Dane reveló que la economía colombiana creció 5,2% en el segundo trimestre del 2011, muchos celebraron. Pero esa alegría la tomó con calma el propio presidente Juan Manuel Santos al señalar que “Colombia está en buen estado, pero no somos inmunes a lo que está sucediendo a nivel internacional”.
En otras palabras, el Gobierno reconoció que la protección que tiene el Producto Interno Bruto, PIB, podría ser eventualmente vulnerada por el contagio de una crisis proveniente especialmente de Europa, donde la grave situación de Grecia está arrastrando al resto de países a un turbio panorama financiero.
De ese panorama se derivan otras amenazas que se ciernen no sólo contra los países emergentes como Colombia, sino contra el resto de Latinoamérica.
Entre ellas figuran una eventual caída de la inversión en las bolsas de valores, lo mismo que del comercio mundial y el resurgimiento del proteccionismo, incluso por parte de Estados Unidos, nuestro principal socio, antes de que llegue el TLC.
El presidente Santos planteó la conveniencia de un pacto con empresarios y sindicatos para proteger ese PIB y el empleo frente a esas amenazas, complementado con una serie de medidas.
Sin embargo, los analistas sugieren que más que un pacto la protección de la economía frente a los embates externos debe incluir un mayor gasto público, con énfasis en la construcción de infraestructura vial, fomentando más el consumo interno, pero con tasas de interés bajas.
Al respecto Juana Téllez, jefe de estudios económicos del banco Bbva Colombia, señala que “la clave ahora es mantener la dinámica de la una demanda interna, generando confianza en el consumidor y en sus decisiones de inversión”.
Y aunque el auge minero lidera el crecimiento económico no es intensivo en generar empleo, la analista considera que se debe impulsar exportación de productos diferentes a la canasta energética.
Una sugerencia de la señora Téllez es que la llamada regla fiscal —adoptada para ahorrar recursos oficiales para invertirlos en épocas de crisis— se aplique de manera gradual, pero gastando eficientemente en el campo de la obras públicas.
En este último frente está de acuerdo Daniel Velandia, director de investigaciones económicas de Correval, al recordar que el consumo del Gobierno en el segundo trimestre fue de 1,8%. “En la medida en que el Gobierno vaya liberando recursos para proyectos de infraestructura con los que se ha  comprometido, se va a dinamizar más la economía”, anota.
Sin embargo, la visión Eduardo Sarmiento, decano de economía de la Escuela Colombiana de Ingeniería es diferente. Señala que antes que un pacto, el Ministro de Hacienda “debe reconocer que hay amenazas graves y hacer un diagnóstico real de las mismas, y no salir sólo a decir que estamos blindados”.
“Creo que la crisis mundial ya nos está afectando, porque hay un bajo crecimiento de la industria, un desplome de los precios de la bolsa y un incremento de la devaluación. Allí se necesitan medidas de fon do”, anotó. A ello, Ricardo Bonilla, investigador del CID de la Universidad Nacional, señala que el consumo no será suficiente. La dinámica depende de lo que se produzca internamente. “Si dejamos acabar la industria, ¿qué vamos a producir?”, añade.
Por su parte, Álvaro Camaro, vicepresidente del grupo Interbolsa, sostiene que “el manejo de la política fiscal y el menor endeudamiento debe mantenerse como una forma de proteger la economía”.
El manejo tributario, anota, va a permitir al Gobierno tener un recaudo adicional de unos $4 billones, incluyendo lo relativo a la redistribución de las regalías.
Indica Camaro que la decisión del Banco de la República de detener en 4,5% su tasa de interés fue positiva, pero “si las condiciones externas se agravan, existe un margen para bajarla hasta donde sea necesario”.
ACELERAR LAS REFORMAS
Para el ex ministro y presidente de Fasecolda, Roberto Junguito, los pronósticos de que el PIB colombiano crecerá en 4,9% este año, son positivos, pero se deben acelerar otras reformas para reducirle presiones.
“Las reformas recientemente adoptadas en el campo tributario y las regalías son claves, aunque hay que mirar nuevos mecanismos para impulsar el empleo en tiempos de amenazas. Y allí cabría estudiar un seguro de desempleo hacia el futuro”.
En cuanto a la reforma pensional, considera que esta debe ser fruto de un consenso general para que tenga éxito en el Congreso.
A su turno, Roberto Steiner, director de Fedesarrollo, destaca que “Colombia está aislada de alguna manera de los problemas financieros, pero no de la reducción en su crecimiento que podrían tener algunos de nuestros principales socios comerciales”.
Al igual que su colega Junguito, el economista considera que “el Gobierno sacó buenas notas con las últimas reformas, aunque en ese campo el trabajo nunca está completo, por lo que se deben atender otros frentes como los de salud y pensiones, más otra en el campo tributario, pero esta vez estructural”.
Al respecto Steiner señala que presume que “el Gobierno está más adelantado en la reforma tributaria, que en lo pensional, ya que esta última políticamente es muy retadora”.
Sin embargo, existe cierta incertidumbre sobre el tema pensional el cual podría generar resistencia en la agenda del Congreso de la República, ya que sólo una reforma como tal podría ocupar el trabajo de toda una legislatura.

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