La compra de vivienda es cada vez más fácil, si se tienen en cuenta los beneficios que de alguna u otra forma se van adicionando a esta decisión. Es una realidad que en Colombia un gran porcentaje de la población vive en arriendo y que el deseo de una vivienda propia se mantiene sin importar la condición socioeconómica.
Dentro de los pasos a seguir, está además de los subsidios, la facilidad de adquirir un crédito que al ser otorgado por una entidad bancaria, dará soporte a la negociación. Una vez se ha establecido el valor del inmueble, se determinará el pago a la constructora y seguidamente el banco que otorgue el crédito. (Lea aquí: Cómo solicitar el subsidio de vivienda)
Ante todo se debe saber que el monto del préstamo siempre va a depender de los ingresos familiares, una entidad bancaria puede prestar máximo el 70 por ciento del valor total del inmueble, el porcentaje restante se puede cubrir con ahorros, cesantías, subsidio, o en el mejor de los casos, de contado.
Al pensar en este tipo de negocios, que van a beneficiar por completo a la familia, surgen muchos interrogantes.
¿Cuánto presta el banco?, esa es la primera pregunta y como se dijo anteriormente, siempre dependerá de los ingresos. En promedio, por cada 50 mil pesos que reciba de salario una persona, el banco le presta un millón y la primera cuota nunca excederá el 30 por ciento del salario mensual.
Las cuotas siguientes dependerán del plazo y las condiciones acordadas con el banco que otorga el crédito. Este plazo está regido por cada entidad financiera, aunque generalmente van de 5 a 20 años.
Los intereses varían diariamente. Para las Viviendas de Interés Social (VIS), la tasa promedio que se aplica es cercana al 13 por ciento.
La baraja disponible para solicitar un crédito de vivienda es muy amplia e incluye, entre otras, cajas de compensación, organismos cooperativos, fondos de empleados, el Fondo Nacional del Ahorro, corporaciones de ahorro y vivienda, compañías de financiamiento comercial y los bancos comerciales.
Si bien la ley fija unas tasas de interés máximas, no todas las entidades lo hacen por igual. En las cooperativas se pueden encontrar los intereses más bajos, mientras que los bancos llegan a los topes permitidos.
En este proceso es prudente una buena asesoría, el recorrido por cada una de las opciones ofrecidas verificando condiciones y con todo el material recopilado, decidirse por la alternativa más viable que ofrezca la tranquilidad de llegar al final sin contratiempos.
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