A finales de marzo de este año se lanzará la transformación tecnológica de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), reveló ayer en Cartagena su director General, José Andrés Romero Tarazona.
Con las nuevas herramientas tecnológicas, la entidad contará con más ‘dientes’ para frenar la evasión y cumplir con las metas que le impuso la Ley de Financiamiento en materia de recaudo.
“La transformación de la DIAN tiene dos pilares fundamentales: transformación del recurso humano donde vamos a generar un plan de carrera para los funcionarios de la entidad, que incentive a las personas a crecer dentro de ella; y lo segundo es la transformación tecnológica que tiene varios pilares: el de infraestructura, de tener equipos de punta, de empezar a hacer las transacciones en la nube, por ejemplo, de tener software de analítica para poder manejar los datos y usar los programas de fiscalización; y el componente de mejores herramientas de servicio al cliente, que los contribuyentes puedan cumplir con sus obligaciones tributarias de una manera más sencilla, transparente y rápida ”, dijo el funcionario.
Agregó que con la Ley de Financiamiento se implementó el régimen simple para ayudar a mejorar la cultura de cumplimiento, para que las personas que hoy son informales empiecen a formalizarse y que los contribuyentes que se las juegan por el país cumplen con sus obligaciones.
Para el Director de la DIAN, la factura electrónica es tal vez el avance más importante en materia de tecnología que ha tenido la entidad en sus últimos 20 años y es la posibilidad de tener información en tiempo real de todas las transacciones que ocurren en el país y usar esa información para generar alertas y que le ayuden al contribuyente a generar alertas adecuadamente desde el principio y no tres años después.
“Pensamos que este proyecto de transformación tecnológica y la nueva plataforma puede durar entre dos y tres años si empezamos a trabajar muy rápidamente desde hoy. Este primer año será un año de planeación, de tener claramente cuál es el paso a paso, de hacer un diagnóstico de las tecnologías actuales para poder saber cuáles tecnologías siguen funcionando y cuáles tienen que cambiar y cuáles son los proveedores adecuados de la tecnología y la consecución de recursos”.
Para el Director de la DIAN, la evasión tributaria en Colombia puede estar alrededor del 32%, “obviamente es una de las principales preocupaciones de este Gobierno y es uno de los principales focos de acción. Porque en la medida en que podamos perseguir a los que no cumplen, evitamos tener que ponerle cargas adicionales a los que cumplen”.
Si la meta de recaudo son $157 billones, una evasión del 32% pueden ser $45 billones. La meta tiene que ser, con la modernización, la tecnología y transformación, reducir esa evasión al máximo para aumentar el recaudo.
Cuando el hecho punible de evasión se materialice en la declaración del contribuyente, vamos a tener elementos empezar procesar. Se tendrá una oficina de denuncias penales que centralizará de manera especializada las denuncias de la autoridad tributaria.
“La transformación de la DIAN es para construir una Colombia honesta y que de una u otra manera con este cambio de legislación y generando la cultura de cumplimiento de los colombianos, vamos a combatir la evasión”, precisó Romero.
Para el Director de la DIAN, “uno de los elementos que trae la Ley de Financiamiento es el tema de la penalización de la evasión. Es un elemento fundamental para generar un cambio de cultura de los colombianos, sobre todos los que están acostumbrados a la informalidad y a no cumplirle al país “.
Se crea una unidad penal dentro de la Fiscalía General de la Nación donde estarán 120 o 130 funcionarios en todo el país totalmente dedicados a la investigación y el trámite de las denuncias en materia fiscal y de contrabando.
Hoy en día los fiscales hacen de todo y con los temas fiscales se demoran. Ahora tendremos más ‘dientes’, pues serán fiscales especializados para hacer esa actividad. Dentro de la DIAN, habrá dos tipos de unidades. Una oficina penal, para darle un rango más fuerte, formando a los abogados penalistas para que el Estado se haga parte civil de los procesos penales y una oficina de denuncias criminales que se encargará de establecer que las denuncias que haga la DIAN estén debidamente soportadas .
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