Por las instalaciones portuarias de Okianus Terminals, en la Zona Industrial de Mamonal, seguirán llegando las importaciones de Gas Licuado de Petróleo (GLP), también conocido como Gas Propano.
Una fuente confiable indicó que tras el arribo del buque tanque Epic Caledonia el pasado domingo, con las primeras 1.600 toneladas de GLP, ingresarán pronto al país por el mismo terminal cartagenero y también en noviembre, otras 5.500 toneladas de ese combustible, cuyo uso tiene fines domiciliario e industrial.
Las importaciones obedecen a la necesidad de atender el consumo interno de este combustible, pues es latente un déficit de GLP en el país, que para noviembre los comercializadores de este energético calculan en 3.800 toneladas.
Un importador del producto le dijo a El Universal, que la entrada al país de estos volúmenes del carburante, van a ayudar a mitigar el problema de desabastecimiento que se siente en varias regiones del país, pero “no es la solución definitiva al problema, y seguimos trabajado de la mano con Ecopetrol” para sortear el tema.
El martes de la presente semana, los comercializadores de GLP del país, al parecer se sentaron con el Ministerio de Minas y Energía, para tratar el tema del desabastecimiento.
REGIONES
La mayor escasez de GLP se experimenta en el sur del país, caso del departamento de Nariño. En esta zona sur-pacífica sólo existe un gran comercializador del combustible, y otro más que apenas está localizándose allí.
También el centro del país padece desabastecimiento de GLP, pero es menor porque en esa región operan unos cinco comercializadores del energético.
En cuanto a la Costa Caribe, el déficit por lo pronto no afecta el consumo, puesto que el mercado se sigue abasteciendo del gas natural proveniente del campo de explotación Ballena, en La Guajira; sin embargo, la disponibilidad de este combustible también está en niveles bajos, y es posible que en el año 2018 Colombia empiece a comprarle gas natural a Venezuela, para atender la demanda local de hogares e industrias.
REGASIFICACIÓN
Para su consumo final, el GLP pasa por un proceso de regasificación, que significa regresar el gas combustible a su estado natural, al convertirlo de líquido a gaseoso.
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