Los bloqueos de los camioneros se levantaron ayer, pero las alertas siguen encendidas entre los diferentes gremios de la ciudad por los efectos que esa situación de hecho ha dejado en la ya maltrecha economía de Cartagena.
Mientras se cuantifican las pérdidas, desde el ámbito nacional Colfecar, el gremio que aglutina a un amplio sector de los transportadores de carga por carretera y su logística, le propuso a la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, una serie de soluciones estructurales a problemáticas como las surgidas en Cartagena.
“Es necesario que exista una reglamentación, por parte del Gobierno, a través del Ministerio de Transporte, sobre las vías nacionales y corredores de carga para que no se permita la injerencia de los alcaldes, puesto que las diversas decisiones distritales y municipales, en cuanto a la restricción de movilidad a los vehículos de carga, todas sumadas por trayecto, atentan contra la eficiencia de la logística generando múltiples sobrecostos. Mucho se ha avanzado en obras de infraestructura para conectar al centro del país con los puertos marítimos, sin embargo, lo que se gana en tiempo por las obras de doble calzada y los túneles se está perdiendo en las entradas y salidas de las ciudades principales a causa de las decisiones de los alcaldes de las ciudades principales y municipios aledaños a estas”, precisa la misiva de Colfecar.
Igualmente solicitaron avanzar en una política nacional de peajes, para que una situación local no genere un impacto que afecta a todo el país y a los sectores económicos cuando aún estamos en proceso de recuperar la economía, luego de los efectos de la pandemia.
“Es claro que la situación que ocurre en Cartagena es competencia de la Alcaldía y la Concesión, sin embargo, se hace urgente que el Gobierno nacional intervenga porque lo que está sucediendo en esta ciudad tiene un grave impacto nacional e internacional por el abastecimiento interno del país y el sector de comercio exterior, con el agravante de que a los manifestantes se les están sumando otros actores y en este sentido la protesta puede tomar un rumbo que puede agravar aún más la situación”, expresó la carta expedida antes del acuerdo de ayer.
“Aún no tengo cifras, pero sí muchas quejas de gente que esta siendo afectada porque sus cargas no lograron llegar al puerto y otros debieron desviarse a otros puertos, pero quienes se quedaron metidos en el trancón se están viendo muy perjudicados”, señaló Javier Díaz, presidente de Analdex.
El problema es perder la frecuencia, perder el barco, porque se queda mal con el cliente, explicó.
Sus declaraciones, que coincidieron con el levantamiento del bloqueo, insistieron en la necesidad de la necesidad de restablecer la autoridad. “Hay un vacío de autoridad y eso está afectando a la ciudadanía, la comunidad y el comercio exterior. Entiendo el derecho a la protesta, pero esta tiene sus límites, y mucho menos derecho a bloquear vías”, dijo el dirigente.
Coincidió con Colfecar en que deben haber corredores nacionales donde no tengan competencia los alcaldes.
En esta protesta de los camioneros no solo pierden los exportadores e importadores, la competitividad de la ciudad estuvo afectada.
“Cada carga que deja de entrar o salir del puerto afecta la competitividad de la ciudad”, señaló Miguel Espinosa, director nacional de Fitac (la Federación Colombiana de Agentes de Logística y Comercio Internacional).
Esta federación agremia en Cartagena a 60 agentes de aduana, agentes de carga, operadores de carga multimodal, zonas francas e incluso puertos, que en distintas proporciones se vieron afectados por los bloqueos.
Fenalco, el gremio de los comerciantes calificó la situación de “insostenible”, señalando que esas vías de hecho en el Corredor de Carga afectaron las actividades de abastecimiento, de intercambio comercial y movilidad, que profundizaron los daños que ya ha generado los efectos de la pandemia.
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