De plazo en plazo y de promesa en promesa, tanto contratistas como el distrito mantuvieron a la expectativa, durante todo el 2016, a padres de familia, estudiantes, maestros y rectores de cuatro colegios oficiales que comenzaron a intervenirse en la administración de Dionisio Vélez, con el fin de mejorar la calidad educativa.
Sin embargo, este objetivo no solo no se cumplió sino que se obtuvo el resultado opuesto porque el hacinamiento al que sometieron a los alumnos, empeoró las condiciones del servicio educativo, que tiene carencia en muchos otros aspectos.
La frase “las incomodidades pasan, pero las obras quedan”, que usó hábilmente el exalcalde Vélez Trujillo cuando la población le reclamaba por los inconvenientes de los trabajos de reconstrucción, no ha surtido efecto para estas comunidades educativas, porque las incomodidades siguen y las obras parecen de nunca acabar.
Los colegios afectados son San Lucas en el bario San Pedro Mártir, Ambientalista (San José de los Campanos) y las sedes Niño Jesús de Las Gaviotas y Sectores Unidos de Mercedes Ábrego (Nueva Jerusalén).
En octubre pasado las obras fueron adjudicadas a un nuevo contratista, pues el elegido a través de licitación pública incumplió cinco plazos de entrega y suspendió los trabajos por más de siete meses, demostrando que no tenía la capacidad ni técnica ni financiera para terminar los colegios.
Luego de esto, se hizo una adición al presupuesto de $910 millones, para cubrir algunos rubros como los sistemas eléctricos e hidráulicos y los cielos rasos, que no estaban contemplados.
Estos recursos se sumaron a los $700 millones excedente del contrato original de $3.500 millones. Es decir, que la intervención de estos cuatro colegios costó al distrito $4.410 millones.
Enero, nuevo plazo
“Teníamos el compromiso de entregar estas obras para el 30 de diciembre, pero la ola de lluvias impidió el trabajo constante durante dos o tres semanas y no se pudo avanzar en las tareas externas como los pañetes”, dijo un vocero de la oficina de infraestructura de la Secretaría de Educación del distrito.
Otro de los problemas que dificultó el avance de las obras, según el funcionario, fueron los reclamos de los obreros, empleados por el contratista inicial, quienes aseguran que les quedaron debiendo varias semanas de trabajo y que nunca los tuvieron afiliados a una Entidad Prestadora de Salud (EPS) ni a una Administradora de Riesgos Laborales (ARL).
“Los proveedores y los obreros fueron hasta las obras para amenazar a los trabajadores (...) el nuevo contratista nos informó que está en conciliación con los representantes de los afectados”, dijo el vocero de la Secretaría de Educación.
Este despacho aseguró que los colegios deben estar listos entre el 15 y el 20 de enero próximo, cuando se inicia el año lectivo 2017, pero este podría ser uno más de los plazos incumplidos.
Semanas atrás, la comunidad educativa se mostró desesperanzada por las fechas de entrega no cumplidas y algunos padres de familia consideraron la posibilidad de realizar plantones para pedir celeridad en los trabajos, pero con las nuevas promesas desistieron.
“Se reiniciaron las obras pero están trabajando en las correcciones de las fallas que dejó el primer contratista y veo que no avanzan en otros frentes que son independientes de la obra civil. Los padres de familia están a la espera para ver si van a cumplir con el nuevo plazo de entrega, pero hay desesperanzas por tantos plazos incumplidos”, dijo Rodolfo Díaz, rector de Las Gaviotas.
María Auxiliadora Banda, rectora de la institución Ambientalista, también indicó que, por el momento, los obreros corrigen los desperfectos pero “confiamos en que realmente se cumplan los tiempos que se tienen previstos”.
La intervención de estos planteles se financió con recursos del Ministerio de Educación, a través de Ley 21 dentro del plan de mejora de la infraestructura educativa de la pasada administración, que además uso $70 mil millones del préstamo a la banca para realizar trabajos de adecuación y reconstrucción en otros 61 colegios.
República de Argentina también espera
Otro colegio con obras pendientes es República de Argentina, en el barrio Villa Rosita, donde se retomó la construcción del edificio administrativo, tras varios meses de trabajos suspendidos.
La obra de República de Argentina es financiada con recursos de regalías, aprobados por el Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD) y se inició luego de que el predio original en el barrio Anita fuera cedido para la construcción del Patio Portal de Transcaribe.
El colegio ya cuenta con cerramiento y aulas pero falta un edificio donde funcionarán cinco salones más, oficinas, laboratorios de biología, física y química; la biblioteca, el salón múltiple, la sala de informática, cocina y comedor escolar.
Los trabajos se suspendieron por falta de recursos y este año la administración gestionó, ante la OCAD, $800 millones más para continuar el paquete de obras, que incluye a la institución educativa Francisco de Paula Santander y los parques La Florida, Villa Rubia, entre otros.
Adjudicaron contrato para obras en colegios
El Ministerio de Educación adjudicó un contrato de obras para ampliar 11 colegios priorizados, con el fin de solucionar el déficit de aulas del distrito, que es de 1713, y fortalecer el piloto de la jornada única que se implementó desde el 2015.
Lo anterior fue posible gracias a la alianza suscrita entre el alcalde Manolo Duque y la exministra de Educación Gina Parody en febrero pasado y que establece una inversión de $66 mil millones, de los que $20 mil millones aporta la alcaldía y el Ministerio de Educación, los $46 mil millones restantes.
Los colegios priorizados son Pontezuela, Tierrabaja, Antonio Nariño, sede Eduardo Santos; Islas del Rosario, María Cano , República del Líbano, Politécnico EL Pozón, Bicentenario, Hijos de María, sede Rafael Tono; Fulgencio Lequerica y Ambientalista.
Esta lista también incluye al colegio San Felipe Neri, pero el distrito tramita ante el Mineducación, el cambio por otra institución, pues esta ya tiene un plan de reconstrucción estructurado por el distrito, que asignó un presupuesto de $15 mil millones.
Duque también firmó un acuerdo de voluntades con el Mineducación para ejecutar un plan piloto de alianzas público - privadas para construir más aulas. Para esto ya fueron identificados seis colegios que se ampliarían y se disponen de ocho predios para construir nuevos planteles, con los que se beneficiarán 17400 estudiantes.
En enero se inaugurará un nuevo colegio en el barrio Bicentenario, que ofrece 1440 cupos.
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