Luego de algunos momentos de diálogo, los estudiantes que protagonizan desde hace dos días la toma de la sede San Pablo, de la Universidad de Cartagena, permitieron el ingreso del jefe de seguridad del alma mater y de varias unidades de policía.
Según los jóvenes, la intención inicial de los uniformados era desalojar la sede a la fuerza, pero luego acordaron sentarse en una mesa de concertación para conocer las propuestas de la Universidad.
Víctor Rodríguez, representante del consejo estudiantil, expresó que desde el 22 de enero le hicieron llegar una carta al rector, con varias peticiones pero no han recibido repuesta alguna por lo que procedieron a las vías de hecho.
“Estamos solicitando la reestructuración del calendario académico, la falta de docentes, las garantías de no persecución a los estudiantes que participamos en el paro, garantías para los estudiantes becados y que los que tienen convenios de pago no los pierdan, definir la ruta académica y el bienestar universitario”, dijo Rodríguez representante estudiantil.
Rodríguez expresó que la toma de la sede es respaldada por los estudiantes de los programas de Biología y Matemáticas; sin embargo, desde la oficina de prensa de la Universidad se informó que es un grupo pequeño de estudiantes el que ha insistido en bloquear la entrada a la sede de San Pablo y la Rectoría no puede permitirlo porque en dicha edificación funcionan también laboratorios de Postgrados y los programa de Lenguas Extranjeras, Metrología y Química cuyos estudiantes ya se reincorporaron al calendario estudiantil y no se les puede impedir el ingreso a sus clases.
“Son los estudiantes de dos programas que han querido prolongar el paro nacional que hubo a fin de año (2018) y por voluntad propia no se reincorporaron a clases el pasado 21 de enero como lo hizo el resto de la comunidad educativa. La Universidad le ha dado todas las garantías y el llamado es para que regresen a clases enseguida”, expresó una vocera de prensa de la universidad.