Agua gratis: todo depende de las finanzas del Distrito

William García está prometiendo un mínimo vital de agua desde las elecciones de 2015, en las que se retiró para apoyar a Manuel Vicente Duque.
- Ago 2 - 10:00 am

No es la primera vez que los cartageneros escuchan las palabras “agua gratis” en medio de unas elecciones a la Alcaldía de Cartagena. Ya en 2015, de la boca del mismo candidato William García, nació esta promesa que, al poco tiempo, se convirtió en su eslogan de campaña y mayor estrategia de recordación para el voz a voz.

Al final, García y su promesa de agua gratis declinaron su candidatura y se sumaron a la campaña de Manuel Vicente Duque “Manolo”, que terminó ganando las elecciones con el 37 % de los votos y, posteriormente, el 30 de octubre de 2017, renunció al cargo estando preso en la cárcel de Sabanalarga. 

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Pero el apoyo de William no fue gratuito. Como alcalde, Manolo lo ubicó en uno de los cargos más apetecidos del Distrito por su presupuesto e impacto político: director del Fondo de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (Corvivienda).

Además de las labores propias de dirigir esta dependencia, García tenía otra tarea: liderar el Grupo Interno de Trabajo (GIT) que adelantaría los estudios de viabilidad para la implementación de un mínimo vital de agua en el Distrito. Sí, la promesa de campaña “agua gratis” comenzó a andar durante la administración de Manolo, aunque nunca se materializó.

Es normal que una política pública de la magnitud del agua gratis se estrellara contra un muro luego de la captura y posterior renuncia del alcalde que la impulsaba y el desfile de mandatarios que pasó por el Palacio de la Aduana en tan solo dos años (Yolanda Wong, Sergio Londoño y Pedrito Pereira).

Sin embargo, hay que destacar que su autor intelectual, William García, se mantuvo en la Administración Distrital hasta finales de junio de 2018, cuando renunció para volver a postularse a la Alcaldía de Cartagena. A pesar de su presencia en el Gobierno local, su idea se diluyó por completo, ya fuese por falta de interés de los nuevos mandatarios o para guardarla de cara a las elecciones de este año.

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Hoy la idea del agua gratis vuelve a sonar en su campaña y vuelve a ser su mayor propuesta diferencial. Muchos dudan de su viabilidad, pero la verdad es que es una propuesta tan posible como lo permita el interés de un gobernante y las finanzas de una ciudad.

Además, el tema no es nuevo, ni mucho menos, en 2012 el entonces alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, firmó el Decreto 064 de 2012 que les otorgó 6 metros cúbicos de agua al mes, sin costo, a los usuarios residenciales de los Estratos 1 y 2. Posteriormente Medellín, Bucaramanga, Pereira y Manizales también aplicaron subsidios similares al servicio de agua.

En el caso de Cartagena, donde García propone implementar el Mínimo Vital de Agua (MVA) en los estratos 1, 2 y 3, se impactaría a un total de 212.389 viviendas, según datos de Aguas de Cartagena, que consumen un promedio de 11,74 metros cúbicos de agua al mes.

El costo de los 7 metros cúbicos de mínimo vital por casa que propone William García recaería directamente sobre el Distrito, que tendría que incluir este nuevo subsidio en su presupuesto. Destinar dinero para el “agua gratis” supone claramente menos dinero para otros proyectos, salvo que García, o quien decida aplicarlo, encuentre una entrada extra de recursos.

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La fórmula del candidato para cumplir con su promesa de campaña, según ha explicado en diversas entrevistas, se basa en pagar el subsidio con una parte de las utilidades que recibe el Distrito como accionista de Aguas de Cartagena. La medida, además se realizaría de forma gradual priorizando a los hogares que más necesiten esta ayuda.

La propuesta también se puede analizar desde un ámbito legal, pues desde la expedición de la Sentencia T-426 de 1992, la Corte Constitucional ha venido construyendo conceptualmente el mínimo vital como un derecho fundamental “que protege de forma especial a las personas en situación de necesidad manifiesta, para que se les garantice la no reducción en su valor intrínseco como seres humanos, al no contar con condiciones que les permitan llevar una existencia digna”.