Alimentación sana: un desafío en la mediana edad

Los cambios fisiológicos en esta etapa pueden representar dificultades para la dieta; sin embargo, hay varias formas de afrontarlas y mantenerse sanos.

Con los niños ocurre que su sentido del gusto cambio a medida que crecen. Lo que les placía a los cinco años deja de agradarles cuando cumplen los 10. Con los adultos mayores ocurre lo mismo: el apetito disminuye y cambian sus hábitos alimenticios, tanto en términos de calidad como de cantidad. Con frecuencia optan por comer poco y evitan las comidas ricas en proteína, como las carnes rojas y blancas, lo cual puede afectar significativamente su salud. (Lea aquÍ: Proteínas: lo que debes saber para una buena alimentación)

Síntomas como la pérdida de masa muscular, la osteoporosis y el estreñimiento pueden tener su origen en la forma cómo una persona mayor se alimenta, o empeorar por la misma razón. “Esta etapa de la vida es de gran importancia desde el punto de vista nutricional, físico y emocional, ya que el ser humano entra en un proceso de deterioro progresivo”, afirma Luz Patricia Bernal, licenciada en Nutrición y Dietética.

La dieta

“Los familiares y cuidadores de las personas de la tercera edad deben estimularlas a comer el desayuno, almuerzo y cena, asegurándose de incluir alimentos de todos los grupos”, explica Bernal. Según ella, todas las comidas deben llevar una fuente de proteína (como lácteos, leguminosas, huevos y carnes de todo tipo), una de grasas (el aguacate y los aceites de oliva, canola o girasol), una de carbohidratos (como la papa, la yuca, el ñame, el maíz o el trigo) y una de vitaminas y minerales (como las frutas y verduras). (Lea aquí: En una dieta saludable, casi todo vale)

El Ministerio de Salud recomienda “evitar preparaciones con elevada cantidad de aceite, como los fritos y las salsas copiosas procesadas. Se debe utilizar los alimentos hervidos y a la plancha, guisos preparados en casa con especias. Debe controlarse la sal (por debajo de 5 gramos por día). El uso de las especias y los condimentos naturales puede ser una alternativa a la adición de sal en las preparaciones. De igual forma, el uso de hierbas aromáticas como la menta o la hierbabuena puede mejorar el olor y sabor de los alimentos, haciéndolos más apetitosos”.

En lo que respecta a la ingesta de líquidos, “se recomienda consumir de 8 a 10 vasos de líquidos por día, teniendo en cuenta que todas las bebidas cuentan como tal”, añade la nutricionista Bernal. Minsalud, por su parte, reafirma que “los alimentos para los adultos mayores no son distintos a los de cualquier momento de vida, es decir, es necesario que sean de alto valor nutritivo”.

Consideraciones

Legalmente, una persona promedio en Colombia alcanza la vejez cuando ha llegado a los 60 años, como queda registrado en el “Lineamiento técnico para la promoción de alimentación saludable en las personas adultas mayores”, publicado por el Minsalud en el 2018. Según el estudio preliminar que anteceda a las recomendaciones, al menos un 40 % de los adultos mayores de Colombia presenta algún grado de desnutrición y el riesgo aumenta con la edad y las desventajas socioeconómicas.

El documento de Minsalud explica que medida que envejecemos, nuestra condición física empeora, el sistema digestivo comienza a fallar, el olfato y el gusto se debilitan, nuestra capacidad para metabolizar todos los nutrientes esenciales disminuye, perdemos tolerancia a componentes como la glucosa y nos deshidratamos más rápido. Sin embargo, no por eso debemos dejar de comer sanamente ni de mantenernos físicamente activos: es un error creer que por ser adultos mayores es mejor estar sentado todo el día; por el contrario, eso contribuye más a la pérdida de músculo.

Adicionalmente, no hay que perder de vista la condición mental y social de las personas mayores, así como el mayor riesgo que presentan de enfermedades no transmisibles (obesidad, diabetes, hipertensión, entre otros). Los medicamentos que consumen también pueden alterar su estado de ánimo y la sensibilidad de su gusto, afectado sus hábitos alimenticios. Toda consideración dietaria necesariamente deberá tener estos factores en cuenta.

Sobre los suplementos
“Hay algunos suplementos nutricionales específicos para adultos mayores, que por sus condiciones de salud las requieran. Aportan proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales junto con algunos componentes que buscan mejorar específicamente la masa muscular”, según lo explica Luz Patricia Bernal. De aquí se deduce que estos productos solo deben utilizarse cuando la alimentación por medios corrientes se dificulte o no baste para cubrir las necesidades de la persona; si no se dan estas condiciones, no hay necesidad de ellos.

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