La recuperación postoperatoria en la comodidad del hogar

Algunos pacientes no requieren un grado complejo de hospitalización, sino que pueden ser atendidos en su residencia por enfermeras o incluso sus mismos familiares.

En ocasiones, enviar a un paciente a su hogar no significa darlo de alta. Si ya se encuentra estable, pero aún necesita algunos cuidados que no son de alta complejidad, entonces tiene la opción de recurrir al cuidado en casa (o “homecare” en inglés). Esencialmente, se considera una extensión de los servicios hospitalarios; durante ella, los profesionales de la salud y los familiares del paciente le dan alimentos, medicamentos, o tratamientos de rehabilitación, lo cual sirve para reintegrarlo a su núcleo familiar y ampliar la cobertura del centro de salud a quienes la necesiten más. (Lea aquí: Los servicios oportunos de la atención domiciliaria)

Formalmente, a este proceso se le conoce por el nombre de “atención domiciliaria”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como “la provisión de servicios de salud por parte de cuidadores formales o informales, en el hogar, con el fin de promover, restablecer o mantener el máximo nivel de confort, funcionalidad y salud, incluyendo cuidados tendientes a dignificar la muerte”. (Lea aquí: Adultos mayores y embarazadas tendrán atención domiciliaria).

Condiciones

Para acceder a este servicio, usted o su familiar deben contar con una casa que posea todas las necesidades básicas (como servicios públicos y un baño), lugares para almacenar medicamentos y comida, buen aseo y, en caso de requerirlo, espacios y medios para instalar equipos biomédicos. La Entidad Prestadora de Salud (EPS) se encargará de cubrir los costos.

Los pacientes que necesitan del cuidado en casa son adultos mayores en etapa post-operatoria que ya están lo suficientemente estables como para reintegrarse a la vida cotidiana y al núcleo familiar, pero necesitan tratamientos adicionales durante unos pocos días o un período extendido (esto último en caso de requerir tecnologías médicas especiales).

Idealmente, cuando el cuidado en casa termine habrán ocurrido dos cosas: el paciente habrá vuelto a la normalidad y, en caso de presentar una condición crónica, tanto él como sus familiares habrán aprendido a administrar los cuidados necesarios. Ejemplos incluyen saber cuándo mover a una persona que está en cama todo el día, qué medicamentos administrarle, cómo tomarle la presión, cómo y con qué alimentarla y el uso correcto de máquinas como las bombas de infusión o ventiladores sencillos.

Evite abusar

El personal de salud está para atender las necesidades médicas del paciente, no para suplir al servicio doméstico. Evite pedirle al equipo de enfermería y a los doctores mandados o pedidos como limpiar la habitación y salir a comprar víveres. Tampoco crea que se van a quedar cuidando al enfermo de por vida. Ellos solo harán controles hasta que su criterio profesional determine que todo está bien y ya no se necesita su ayuda. Recuerde que parte del objetivo del cuidado en casa es capacitar a los familiares para que ellos mismos puedan administrar los cuidados necesarios sin la asistencia de expertos.

Legislación nacional

Esta modalidad de cuidado médico también está consagrada en la ley colombiana como una “modalidad de prestación de servicios de salud extra hospitalaria que busca brindar una solución a los problemas de salud en el domicilio o residencia y que cuenta con el apoyo de profesionales, técnicos o auxiliares del área de la salud y la participación de la familia”, según reza el texto de la Resolución 5521 de 2013.

Por su parte, la Resolución 3100 de 2019 aclara que no todas las entidades prestadoras de salud están capacitadas para dicha modalidad y que las que desean hacerlo deberán prepararse y registrarse en el Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS).

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