Sí, parece una tarea sencilla, pero a la hora de hora de comprar, vender o arrendar un inmueble más vale estar preparados. Si quieres comprar una casa, por ejemplo, debes tener claro dónde buscar, conocer en detalle a la constructora, identificar los contratos y términos legales para arrancar el proceso de compraventa.
En medio de este proceso surge un interrogante sobre qué tan beneficioso es un intermediario al momento de empezar el negocio. Para resolver dicha inquietud consultamos a dos expertos en el tema.
Carlos Alberto Muñoz Aguirre, abogado y contador público, explica que la intermediación es, como su nombre lo indica, ponerse en medio de algo. “En este caso de dos personas que buscan arrendar o vender. Técnicamente el contrato se llama corretaje, así lo nomina el Código de Comercio”.
Destaca que cuando se hace este tipo de negocios con un profesional en el corretaje “se debe esperar una buena asesoría, más allá de poner en contacto a la persona que quiere vender o dar en arriendo, con la otra que desea comprar o tomar en arriendo”.
Ahora bien, para Helena Valdez González, jefe jurídica del Grupo Marfil, si bien no es requisito y mucho menos obligatorio tener intermediarios para vender, arrendar o comprar bienes inmuebles, sí es muy útil asesorarse. Puede leer: ¿Duda del precio? Así puede evitar las estafas al comprar casa.
Helena Valdez González
“Es de amplia utilidad asesorarse bien cuando se pretende llevar a cabo negocios jurídicos con inmuebles, ya que al usar los servicios de un tercero experto en el tema se evitan dolores de cabeza por las variantes de cada negocio jurídico”, sostiene.
Aclara que al momento de realizar un contrato de corretaje es importante identificar que el corredor tenga amplio conocimiento del mercado, pues esta es una razón determinante para el negocio jurídico.
“Otro factor fundamental al momento de firmar un contrato de corretaje es que el contratista sea un simple intermediario que facilite el acercamiento de las partes. Esto con el fin de brindar garantías a las partes bajo el entendido que el contratista no se encuentra vinculado con ninguna de estas; así mismo, que se determinen con claridad cada una de las obligaciones y/o condiciones, incluido el pago del contratista”. Le puede interesar: ¿Quiere comprar casa? Tenga en cuenta estos aspectos.
Al respecto, el abogado Muñoz señala que “se espera que el intermediario profesional realice un estudio de antecedentes financieros, incluso judiciales según las partes, inventarios del inmueble y llevar un control y seguimiento del contrato. Se requiere de especialistas que respondan por la selección de la contraparte. Por ejemplo, exigir estudio de antecedentes para evitar que, posteriormente, el inmueble sea objeto de una estimación de dominio, por ejemplo”.
Ambos expertos coinciden en que valerse de esta figura para la celebración de un contrato evita, a corto y largo plazo, inconvenientes con inversiones importantes como las que implican los negocios de inmuebles.
“La recomendación es que el intermediario sea reconocido, ojalá afiliado a la lonja, es decir que esté agremiado. Y que al inicio se establezcan con claridad los compromisos que se van a adquirir entre el intermediario y las partes”, expone Muñoz.
Añade Valdez “cuando nos valemos de terceros que son ampliamente expertos en su campo, llámense corredores, intermediarios, abogados, ingenieros, etc., somos propensos a obtener resultados más rápido y con mayor éxito”.
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