“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Esta máxima del filántropo Nelson Mandela fue acogida por la Clínica La Misericordia, que desde hace dos años enfocó su misión de responsabilidad social en la enseñanza de temas sensibles como las adicciones, el abuso sexual y el maltrato infantil.
Aunque la educación que ofrece el equipo interdisciplinario de La Misericordia no es en las ciencias tradicionales, es igual de valiosa pues aprender a prevenir, identificar y entender ciertas enfermedades psicoemocionales contribuye a una mejor vida en comunidad.
Los programas educativos están dirigidos tanto a los pacientes y sus familiares como a la comunidad del área de influencia de esta clínica, ubicada en el barrio Amberes.
“Es una gran satisfacción empresarial saber que además de nuestros servicio le podemos ofrecer a la comunidad el conocimiento que tenemos para que las patologías y conflictos por las que nos consultan frecuentemente disminuyan, a través de la prevención”, dijo Viviana Blel Cervantes, gerente de La Misericordia.
Blel añadió que los programas educativos se desarrollan alrededor del uso de drogas, prevención del abuso sexual en niños, cuidado del cuerpo y maltrato infantil.
Prevención de familias coadictas
La red de apoyo a familiares de pacientes es de los programas más importantes de La Misericordia. Consiste en ayudar entender a padres de familias por lo que está pasando su ser querido y cómo apoyarlo en el proceso de recuperación.
“Sin saber, los padres de familia adoptan comportamientos que contribuyen al consumo de sustancias psicoactivas de su hijo. Por ejemplo, lo ayudan a conseguir drogas para evitar que el joven salga a la calle”, señaló la gerente de la clínica.
Holiday Salcedo, madre de uno de los pacientes de La Misericordia, explicó que “estos espacios de integración y de aprendizaje son pertinentes para que aprendamos cómo relacionarnos con nuestros hijos, queremos ayudarlos pero a veces no sabemos cómo”.
Para niños y jóvenes
El compromiso social de La Misericordia también incluye charlas de prevención y promoción en salud mental en colegios del sector, como Octaviana del C. Vives y María Auxiliadora.
“Luego de las charlas se nos acercan estudiantes a preguntarnos cómo obtener ayuda para tratar el consumo de drogas o problemas psicoemocionales. Por supuesto le entregamos información sobre la ruta de atención”, explicó Blel.
Además, para este 2019 se estableció un cronograma de actividades con la Junta de Acción Comunal de Amberes, que se inicia el próximo mes, con el fin de que los vecinos tengan información sobre el tratamiento de adicciones a sustancias psicoactivas y contarán con el apoyo del Dadis. “Queremos escuchar sus casos porque sabemos que hay jóvenes que hacen parte de las pandillas y que son consumidores de drogas pero nunca han recibido tratamiento”, puntualizó Viviana Blel.
De acuerdo con la filosofía de La Misericordia, más que entregar ayudas monetarias o en especies a la población vulnerable, lo valioso en contribuir a parar los círculos de drogadicción y de abuso.
Más sobre la Clínica La Misericordia
La Misericordia es una unidad terapéutica de corta, media y larga estancia para la observación, diagnóstico y tratamiento de enfermedades psiquiátricas y trastornos psicológicos con programas terapéuticos especializados.
El equipo médico está conformado por psicólogos, neurólogos, psiquiatras y médicos internistas que atienden a pacientes con adicciones a sustancias psicoactivas, patologías psiquiátricas de adultos y niños, déficit de atención e hiperactividad, entre otros.
En diciembre pasado, la Clínica La Misericordia llevó a cabo el programa ‘Misión por Venezuela’ que consistió en actividades de apoyo psicosocial y espiritual con la población inmigrante del vecino país.
Lo anterior, en alianza con la Armada Nacional y la parroquia María Auxiliadora.
“A pesar de que participaron cartageneros en este programa, la mayoría fueron venezolanos, ellos eran nuestra población objetivo por lo emotivo de la época decembrina que debieron pasar lejos de su tierra y de los suyos”, señaló Viviana Blel Cervantes, gerente de La Misericordia.
‘Misión por Venezuela’ se realizó en Cartagena y en Sabanalarga, Atlántico.
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