La historia del dengue, la fiebre quebrantahuesos

Desde tiempos inmemoriales la enfermedad infecciosa ha golpeado a la humanidad con síntomas gripales y febriles, dolores musculares y articulares, náuseas o vómitos y, en algunos casos: la muerte.

Muchos de los elementos que nos rodean, incluso el dispositivo que utilizas para escuchar esto o la música con la que bailas, están hechos en China, un país milenario con una cultura resplandeciente, pero también donde se han originado virus que, a través de los años, siguen golpeando a la humanidad. Por ejemplo: el coronavirus y la gripe aviar.

Precisamente, de China también proviene el dengue, una enfermedad infecciosa transmitida por mosquitos, principalmente el aedes aegypti, que causa síntomas gripales, fiebre, dolores de cabeza, musculares, óseos y articulares. En algunos casos también causa náuseas o vómitos.

El registro más antiguo se remonta a tiempos de la dinastía Jin, que rigió en el país asiático entre el año 265 y 420 después de Cristo. En ese periodo al dengue lo llamaban “agua venenosa”, ya que pensaban que, de algún modo, estaba conectado con insectos voladores asociados al agua.

En América se conoció a finales del siglo XVIII y se convirtió en un problema sanitario mundial en el siglo XX. El dengue es un virus que infecta cada año más de 390 millones de personas en el mundo, especialmente en zonas con climas tropicales y subtropicales. Alrededor de la mitad de la población del mundo corre riesgo de contraer esta enfermedad, que se presenta sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas.

El dengue es un virus que infecta cada año más de 390 millones de personas en el mundo.

El aedes aegypti, principal vector
El dengue es una infección viral transmitida por la picadura del mosquito aedes aegypti, originario de África y que llegó al hemisferio occidental al principio de las exploraciones y la colonización de América por parte de los españoles.  

El célebre médico cubano Carlos Juan Finlay fue quien descubrió a este mosquito como transmisor de enfermedades, entre estas la fiebre amarilla. Lo hizo a partir de investigaciones que presentó en la Conferencia Internacional de Sanidad en 1881, en Washington (Estados Unidos). Era la primera vez que alguien ponía sobre la mesa la idea de un vector biológico como el mosquito.

Las personas infectadas con dengue, sintomáticas y asintomáticas, son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los mosquitos se infectan al picarlas. Si bien la etimología del término “dengue” no está del todo clara, se cree que podría provenir de “dinga” o “dyenga”, que, en voz suajili, idioma del este de África, significa “ataque repentino parecido a un calambre o estremecimiento provocado por un espíritu malo”, lo que describe el sufrimiento del paciente con un fuerte dolor de huesos.

El mosquito aedes aegypti fue erradicado de América del Sur a mediados del siglo XX, pero a partir de 1980 se reintrodujo en la mayoría de los países por el transporte desde zonas infectadas y la disminución de los sistemas de control portuarios y fronterizos.

El dengue volvió a tomar notoriedad por el brote epidémico de dengue hemorrágico en 1981, en Cuba, seguido del segundo gran brote ocurrido entre 1989 y 1990 en Venezuela, hitos que indicarían la diseminación progresiva de dicha enfermedad como un fenómeno emergente en la región, y que aún no se supera, convirtiéndose en una enfermedad endémica en más de 100 países en América, África, Europa y Asia.


“Endémica” significa que tiene una circulación constante a lo largo del tiempo y de un modo bastante predecible, en una determinada área o región.

El dengue, un problema sanitario y social
Existen 5 tipos del virus. La infección causa síntomas gripales y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal, llamado dengue grave o dengue hemorrágico. 
Predominante en las regiones de clima tropical del planeta, últimamente se ha extendido a territorios con clima templado con veranos cálidos y húmedos. Recientemente la transmisión ha aumentado de manera predominante en zonas urbanas y se ha convertido en un importante problema de salud pública.

Más de la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer la enfermedad. La prevención y el control del dengue dependen exclusivamente de las medidas eficaces de lucha contra el vector transmisor, el mosquito, por parte de las autoridades sanitarias distritales, departamentales y nacionales.

Aparte de la eliminación de los mosquitos y la erradicación y control de los ambientes propicios para que estos habiten, se está trabajando en una vacuna contra el dengue, así como una medicación eficaz que salve vidas, especialmente la de los niños en barrios pobres de ciudades como Cartagena.

¿Cómo afecta al cuerpo de los niños?
Muchos niños infectados con dengue no presentan síntomas. Otros tienen síntomas leves que pueden aparecer entre 4 días y 2 semanas después de la picadura del mosquito. Los síntomas suelen durar de 2 a 7 días. 

Entre las señales y los síntomas comunes del dengue están: fiebre elevada, posiblemente de hasta 40°C; dolor detrás de los ojos y en las articulaciones, los músculos y/o los huesos; dolor de cabeza intenso, sarpullido en la mayor parte del cuerpo, sangrado leve en la nariz o las encías, apatía y somnolencia, falta de apetito, diarrea, vómitos y formación de moretones y manchas rojas en la piel.
En niños menores de 2 años, los síntomas como dolor de cabeza y dolor muscular pueden ser identificados por el llanto persistente e irritabilidad.

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