Ocho niños: la horrible realidad del dengue detrás de las cifras

Entre lágrimas, las madres de Luis Mateus y Génesis cuentan cómo el dengue terminó arrancándoles sus sueños. Ellos hacen parte de las cifras de fallecidos por esta enfermedad en Cartagena.

Las familias Arroyo Navas y Cabarcas Vega no se conocen, pero hay varios sentimientos y circunstancias que las entrelazan. Ambas perdieron a seres queridos por culpa del dengue y la ausencia de estos seguramente les causará un gran dolor en plena Navidad y durante las festividades de fin de año.

En la calle Santa Fe del barrio Torices aún se respira luto y dolor por la muerte de Luis Mateus Arroyo Navas. El adolescente de 14 años, quien practicaba fútbol, perdió la batalla contra esta enfermedad. Su familia contó la angustia que vivieron el pasado 26 de julio.

Mi hijo empezó a presentar fiebre, dolor de cabeza y vómito, pero inicialmente pensamos que era una virosis. Al día siguiente lo llevamos a la clínica San José de Torices y nos respondieron que era un virus que rondaba por ahí, y nos mandaron una cita prioritaria en Santa Lucía”, dijo Yuris Navas, madre del menor.

La mujer cuenta que al pasar los días al niño se le quitó la fiebre, pero los malestares generales y abdominales la obligaron a llevarlo a la Clínica Crecer. “Tras inspeccionarlo, la doctora le ordenó un examen porque sospechaba que era dengue lo que tenía. Mi niño sí estaba enfermo, pero no grave.

Al día siguiente fue trasladado a otra clínica. Llegó a la clínica con las plaquetas en 54 mil, después se le elevaron a 84 mil y siguieron subiendo. Presentaba problemas en la respiración, pero el 1 de agosto mejoró y le quitaron el toldo”. Tras la aparente mejoría del niño, los galenos le notificaron a su madre que si continuaba evolucionando de esta manera lo iban a pasar a piso. El 4 de agosto las plaquetas le subieron a 165 mil y lo inesperado estaba a punto de suceder.

A las 7:30 a. m. de ese día el menor avisó que tenía hambre, por lo que su madre le dio un jugo y una pequeña porción de pudín, debido a que el desayuno aún no llegaba. “Mi niño empezó a decir que tenía frío y dolor de cabeza. Yo llamé a la enfermera, pero no me prestaron atención”, contó la progenitora del menor.

La adolorida madre añadió: “Yo llamé a la enfermera porque sus ojos le daban vuelta y pensé que estaba convulsionando. Mi hijo falleció en mis brazos. Si revisan a mi niño en el momento en que le avisé a la enfermera, hoy pudo haber estado conmigo”.

Otro drama

Cerca de tres meses después, mientras el dolor aún invadía a la familia de Luis Mateus, en el barrio La María un drama similar atravesaba la pequeña Génesis Cabarcas Vega, de 6 años. Esta también tenía síntomas de dengue. “El 16 de octubre en la tarde nos dimos cuenta que la niña tenía fiebre y la llevamos inmediatamente al CAP de La Esperanza.

Cuando llegamos, los médicos le mandaron a hacer un hemograma y un examen de orina. Los exámenes me los entregaron cuatro horas después y dijeron que la niña no tenía nada”, dijo Cindy Vega, madre de Génesis.

Pese a los resultados de los exámenes, la menor seguía con fiebre. Ese día le mandaron dipirona y la fiebre le bajó. “Me dijeron que la pasara al consultorio y el doctor me dijo que ella estaba bien, que no tenía dengue y que los exámenes le habían salido demasiado bien, que él no entendía qué tenía la niña. Le mandó un antibiótico y acetaminofén”, añadió.

La madre relató que los síntomas de dengue de la menor no eran constantes: “Me la traje para la casa, empezó a vomitar y yo le dije a mi esposo que podía ser por la dipirona que no reposó mucho y eso da vómito. Nos acostamos y al día siguiente siguió vomitando. Le compramos un suero, pero en la noche nuevamente se nos enfermó”.

A pesar de que había cesado la fiebre, a Génesis le volvió el dolor abdominal, razón por la que decidieron llevarla nuevamente al puesto de salud más cercano. “Yo sentía que mi niña no estaba bien. Cuando llegó un enfermero me preguntó sobre los síntomas de mi niña. Le comenté que ya la había llevado e inmediatamente le hicieron el examen del dengue. Me preguntó que por qué no la habían citado entre 48 o 72 horas después de los síntomas”.

Le repitieron exámenes

A pesar de la negación de su madre, la menor fue trasladada del CAP de La Esperanza a la Clínica El Bosque. “Yo me monté en la ambulancia con mi niña e ingresamos. Allá le hicieron nuevamente los exámenes y la metieron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Yo me puse a llorar y ella me preguntó que por qué hacía eso. Yo le dije que si ella se moría, yo también me moriría”, dijo entre lágrimas la madre de Génesis.

Cindy reconoce que en medio de las circunstancias su niña aparentaba ser más fuerte que ellos y que en ningún momento presentó síntomas de gravedad. A pesar de ello, la pequeña estaba reteniendo líquidos. “Yo le pedí a los médicos que la drenaran, pero lo que hicieron fue ponerla a orinar y se deshinchó. Génesis continuó con dolores en el estómago y la fiebre se le quitó. Ella me dijo que tenía hambre, pero que le trajera comida de la casa porque allá le daban sopas”, contó.

Mientras estaba internada en la clínica, la niña tuvo un ataque de tos persistente. A su madre le pareció raro que no le hubiesen hecho un control de placas por la sintomatología que presentaba la menor. “El sábado (23 de octubre) habló por teléfono con su abuelo y le dijo que lo amaba. Su papá subió, habló con ella y le dijo que estaba bien”, recordó Cindy.

Génesis completaba una semana con diferentes síntomas. Los médicos dijeron que la flema que botaba era porque los vasos sanguíneos se le estaban reventando. Sin embargo, la insistencia de la madre no era un drama. El corazón de Cindy le decía que lo peor estaba por venir.

“Cuando llegan los médicos -relató Cindy- mi hija me dice que ore por ella, eso no lo puedo olvidar. Ya le daba miedo cuando ellos llegaban. Me dijo que la llevara a la casa y que le trajera una gelatina”.

Esa madrugada el médico le notificó a la familia Cabarcas Vega que a la menor la iban a intubar, pero en medio del procedimiento falleció.

“A mi niña le dio un paro y cuando vi al doctor le dije que me la había matado. Ella tenía bastante líquido en los pulmones y me habían dicho que era no era mucho. Si ellos la hubieran drenado, pudo salvarse”, concluyó la madre. Génesis es recordada como una niña alegre, inteligente y amorosa.

El 30 de noviembre, entre lágrimas y un dolor desmedido, Cindy recibió el diploma de transición de su pequeña. Mientras tanto, en Torices, a Luis Mateus lo recuerdan como un amante del fútbol, carismático y oyente de la palabra de Dios.

El Dadis ha confirmado 10 fallecimientos por dengue, de los cuales 8 son niños. Otras 7 muertes están en estudio. Génesis y Luis son dos rostros que dejan ver la cruda realidad detrás de las cifras y que impulsan a pedirle a las autoridades nacionales y locales que tomen cartas en el asunto de manera urgente, teniendo en cuenta que la Heroica es la ciudad más afectada en el país por esta enfermedad.

La muerte los visitó

EN EL POZÓN
El 12 de octubre en el Hospital de El Pozón se reportó el fallecimiento de Kiara Paola Salguedo, de 15 años. Sus familiares, indignados, arremetieron contra el centro asistencial tras denunciar una presunta negligencia médica. Tenía síntomas de dengue.

MUERTE DE HERMANOS
En la calle María Teresa del sector Ricaurte de Olaya Herrera lamentan el fallecimiento de dos hermanitos, al parecer por dengue.
Familiares de estos informaron que el 7 de diciembre Katerin Pérez, de 17 años, murió tras sufrir síntomas de esta enfermedad.

EL 14 DE DICIEMBRE
Sergio Andrés Pérez Muñoz de 15 años falleció al parecer producto del dengue una semana después de la muerte de su hermana Katerin en Olaya Herrera. La madre de estos dos niños no entiende cómo en tan poco tiempo perdió a dos de sus angelitos.

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