Escobar: la pesadilla imborrable

“Antisocial, agresivo y sádico”, ese es el perfil psicológico del cual se nutre su intérprete.
 La huella del narcotraficante más letal de la historia colombiana se cuenta con nombres propios y en 60 capitulos, perfilándose como la gran apuesta del Canal Caracol para este 2012. Andrés Parra encarna al temido capo Pablo Emilio Escobar Gaviria en la nueva producción ‘Escobar, El patrón del mal’, que fue lanzada a los medios de comunicación del país el martes pasado en las instalaciones del diario El Espectador, en Bogotá.
La producción que se inicia este lunes 29 de mayo aún se está grabando pero hasta ahora se han utilizado más de 500 locaciones exteriores y 1.300 actores en las grabaciones.
Basada en el libro "La Parábola de Pablo", escrito hace 11 años por el periodista y exalcalde de Medellín Alonso Salazar, la serie detalla los pormenores que lo llevaron a convertirse en el líder máximo del cartel de tráfico de cocaína más importante en los años 80 y en consecuencia a poner en jaque al Gobierno Nacional a punta de terrorismo y corrupción.
Parra, el actor que se dio a conocer en Colombia por su rol de ‘Anestesia’ en la serie El Cartel, indicó a El Universal que tiene su personaje tan interiorizado que sueña constantemente con él, un sueño repetitivo en el que Escobar lo llama por su nombre.
“Es muy difícil admirar algo de Pablo, eso es lo que lo hace tan especial para interpretar, hice una recopilación de todo el audio que hay y lo metí en mi telefono para irle encontrando el tono... Me lo he soñado constantemente hubo un momento en que sí soñaba con él dos veces al día, en mi sueño el está con el vestido del Congreso... es la misma situación siempre está como sentado en una sala hablando sólo me acuerdo que me llama por mi nombre”, revela el actor de 34 años que asume el reto de protagonizar al delincuente más famoso del país.
Se destaca la caracterización del mafioso por la similitud tan bien lograda, un trabajo ardúo del equipo de producción que mandó incluso a hacer la peluca rizada y la barba (que lució en sus últimos días el asesino) en California (Estados Unidos) por un valor cercano a los 2.300 dólares.
También sobresale la rigurosidad histórica del hilo conductor de la serie pues quedó grabada en el imaginario colectivo de los colombianos.

Nombres propios
Juana Uribe, vicepresidenta de Caracol Televisión y productora de la serie, relató que el país está preparado para asumir esta historia que demarcó una época de terror que tantos colombianos vivieron en carne viva, de ahí que se haya mediado con las familias afectadas por los atentados de Escobar para dejar los apellidos y nombres reales de tres personajes trascendentales y asesinados: el ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla; Guillermo Cano, director de El Espectador; y Luis Carlos Galán, el líder político.
“Sin duda alguna es un proyecto al que caracol le apuesta con un nuevo formato, con un elenco de actores impresionante... ”, explicó Andrés Parra, quien observó junto con los representantes de los medios de comunicación más impoirtantes del país, el primer capítulo de la serie.
Su reacción luego de contemplar las escenas del primer episodio fue de estupefacción pero no por la calidad del seriado ni por la sangre fría del personaje sino por la sensación que tuvo del público asistente al estreno.
“Me abruma un poco como los espectadores tendemos a estar del lado de los bandidos, creo que conforme se vaya cuajando la serie se va a volver más seria”, aseguró este actor que tuvo que bajar de 110 kilos a 93 kilos en pocas semanas para ser aceptado por los producotores.
Precisamente, la realización fue desarrollada con la intención de retratar la verdadera historia del mafioso pero cuidándose de hacer apología al mítico personaje que perpetró varios golpes como atentados con bombas en el que voló un avión con 107 pasajeros, y los secuestros y asesinatos de políticos, jueces y periodistas que se interponían en su camino.
El evento organizado por la televisora contó además con el apoyo de la Policía Nacional que aportó varios de los elementos de Escobar que fueron retenidos tras dar de baja al jefe de la mafia, tales como la última chaqueta que utilizó, su moto Harley Davidson, y diferentes equipos de comunicación a través de los cuales controlaba el hampa del territorio nacional.
Para su actor principal la etapa más difícil de personificar hasta ahora ha sido el Pablo en su ocaso. “El final fue lo más duro para Pablo... ese Pablo traicionado por todos, enfermo, solo, decadente, completamente desprotegido de su ejército... no hemos entrado a la etapa del pablo endemoniado que es a la que yo más prevención le tengo”, advierte el actor indicando que se ha rodado la mitad de la serie.
El seriado es dirigido por Carlos Moreno y Laura Mora.
Expuestas quedan entonces las múltiples facetas del capo, un personaje de contrastes, así como sus características psicológicas, sus manías, frases, su respiración, y hasta su forma de actuar.
No obstante, también se develan los personajes que tuvieron el coraje de enfrentarse al llamado patrón del narcotráfico, y especialmente la radiografía de una sociedad que sucumbió en un momento ante el poder del dinero y de un personaje que se relacionaba de manera intimidatoria, siempre frío aunque sin calcular las dimensiones de sus actos.

En la piel de Galán
Nicolás Montero presta sus aptitudes para dar vida al lider político asesinado Luis Carlos Galán, uno de los más fervientes opositores al regimen del terror que pretendió instaurar Escobar, asesinado en la Plaza de Soacha, en Bogotá, cuando era candidato presidencial.
Para tal interpretación el actor tuvo que someterse durante dos horas todos los días de grabación a enroscar su cabello y ponerse lentes de contactos. Pasó muchas horas viendo discursos de Galán. “Tenía que transmitir... La desesperanza de que murió pero también la sensación de que en Colombia también hubo un personaje que se resistió y que por esa resistencia es más popular dentro de Colombia misma que Pablo Escobar. Creo que la mayoría en Colombia se preferíría reflejar en esa resistencia, esa sensación...”.
Sostuvo, como anécdota de las grabaciones de las escenas en las que replicaba un discurso, que se le acercó una señora mayor que le dijo: “Doctor Galán no se deje matar porque nos lleva el putas”. Según Montero, “esta señora tuvo una premonición hacia el pasado... Cuando estabamos grabando el asesinato decíamos: ‘Pero por qué no se detuvo, por qué no hubo una ambulancia,  uno se da cuenta que la corrupción que se tomó el país llegó a unos niveles insospechaados y se metió por todos los rincones”.