Guillermo Arturo Prieto La Rotta, como lo llamaría doña Clara La Rotta, su mamá, o ‘Pirry’, como le gritan los televidentes en la calle para pedirle una foto, se le mide ahora a un reto tan difícil. Así como el que vivió este boyacense hace años frente a las mandíbulas voraces de un tiburón toro o cuando estuvo al borde de la muerte en las nieves perpetuas del Aconcagua.
Para este zootecnista, egresado de la Universidad de la Salle, con algunos estudios en arte, enfrentarse al público es entrar en las fauces de un monstruo que puede devorarlo: la timidez. Y lo hará a través del show unipersonal ‘El tamaño sí importa’, en el Teatro Jorge Isaacs, de Cali, el 5 de junio. Sátira político-sexual-religiosa que, dice, es la historia de su vida caricaturizada, “cuento cómo me afectaron estos tres temas y cómo se volvieron parte de mis inseguridades. Es divertida, pero también muy emocional”.
¿Por qué tituló su monólogo, ‘El tamaño sí importa’? ¿Algún complejo?
Siempre está la polémica de si el tamaño importa o no, pero independientemente de que un tipo lo tenga muy grande o muy pequeño, el tamaño importa en muchos aspectos. Cuando uno es bajito toda su vida, no consigue novia durante su adolescencia, y le toca llamar la atención por encima de todo, eso lo convierte en un enano resentido. Como unos gobernantes que usted los ve, resentidos y berracos, montados en el poder.
¿En qué orilla se siente, en la de los grandes o en la de los chicos?
Voy a responderle políticamente, en el centro.
Pero usted ya da charlas de superación, ¿cómo venció sus inseguridades respecto a como lo veían los demás?
La seguridad, como la inseguridad en la vida, crecen exponencialmente. Si un día le echo un cuento a una chica y me dice que no, ese rechazo me marca. Y si la siguiente chica también me dice que no, cada vez se va sintiendo uno más fracasado. Pero cuando uno saca fuerzas de donde no hay, se olvida de los complejos, se arriesga y le va bien, uno se va cogiendo cada vez más confianza y perdiéndole un poco de miedo al público.
En su nuevo libro y en su show habla de sexo. ¿De dónde proviene su saber sexual?
A mí la educación sexual me la dio un amigo en el colegio. Si todavía les cuesta trabajo a los papás hablar de sexo a sus hijos, imagínese a los míos. Me tocó aprender en la práctica. No es que sepa mucho de sexo, sé lo que la gente normal sabe, pero tengo muchas anécdotas e historias dramáticas mías. Todo está en el libro ‘Sexo, un viaje de lo humano y lo divino a lo oscuro y lo perverso’, de Editorial Planeta, que se lanzó en la Feria del Libro.
¿Qué le critica a la educación religiosa?
La religión es un tema tan complejo, que nunca lo pude entender. No es tanto que lo critique, sino que me hago preguntas como ¿por qué la reproducción humana viene del pecado original y la de los animalitos no? ¿Por qué tengo que aceptar todo con una fe ciega sin derecho a hacer preguntas? Mi mamá es cristiana y le respeto el cristianismo y yo soy de una religión independiente, que es mía no más, y ella me respeta y listo.
¿Qué tan consentido fue por su mamá por ser el único hijo varón?
Me consintieron mucho hasta los cinco años. Después me dieron rejo hasta los 17 que me vine a vivir a Bogotá. Y en los últimos años mi mamá me consiente mucho.
¿Qué tan fregada era su mamá con sus novias?
No, pues, poco y nada, porque yo me vine a vivir a los 16 años a Bogotá, en una residencia de estudiantes. Cuando yo tenía novia ella no se enteraba porque ellos nunca venían aquí; más bien, yo bajaba. Ahora, en los últimos años, mi mamá con todas ha sido muy especial, muy querida, no molesta para nada.
¿Y la osadía se la heredó a sus papás?
Bueno, pues uno tiene muchos rasgos de su papá y de su mamá, pero también tiene unos rasgos que salen de la combinación de ellos y eso da resultados rarísimos. La combinación del ADN paterno y del materno produjo este adefesio humano, enano, inconforme, que igual quiere mucho a su país.
A su mamá usted también la puso en retos difíciles...
Sí, pero tuvo que venirse a caer cien veces para darse cuenta de que no era tan peligroso como pensaba, pero lo disfrutó.
¿De las cosas extremas que hizo, a cuál no se le volvería a medir?
Definitivamente no puedo volver a la montaña, quedé mal de los pulmones. Subir a una montaña de más de 6000 metros me da edema pulmonar. Eso quedó ya vedado para mí, no lo volvería a hacer.
¿Qué le queda grande?
Muchas cosas. Hay que partir de que soy un aficionado de las cosas que hago. Casi todo me queda grande... ¡La ropa!
Decía que conquistar le quedaba grande, ¿ya no?
A la hora de echar los perros soy muy tímido, pero después me cojo confianza. Perdí la virginidad a los 19.
Hace años no tenía tanta suerte con las mujeres, después todo eso cambió...
Sí, no me quejo ni un poquito.
¿Cómo las prefiere, inteligentes, atléticas, bien operadas o naturales?
La mujer más bella es la que le guste a uno por fuera y por dentro.
¿Cuántos países ha visitado?
63.
Se retiró del Canal RCN para tener su año sabático. ¿Qué hará en este tiempo?
Ya no estoy trabajando, estoy en licencia por un año y la idea es volver en mayo del año entrante. La idea es recorrer todas las islas del Pacífico profundo, las Maldivas, Polinesia Francesa, Samoa, Papúa Nueva Guinea... me voy a hacer un viaje que siempre he soñado.
¿Le llamaban la atención o le censuraban los contenidos?
Agarrones sí tuvimos, pero peléabamos después de que el programa salía al aire. Ellos nunca sabían qué iba a sacar yo. La gente tiene una imagen del canal muy... bueno, no sé.. yo tampoco los defiendo, pero todos sabemos que Caracol y RCN son... institucionalistas. Les agradezco que me dieron trabajo y que lo respetaron. Puede que en algunas oportunidades no hubieran estado de acuerdo con lo que yo hubiera dicho, pero hay dos clases de periodistas, a los que les dicen qué pueden decir y qué no, y los que somos independientes.
¿Pero hubo demandas y amenazas contra su vida que lo llevaran a retirarse?
No, no. Me retiro por un cansancio, porque son ya muchas cosas sumadas; entre otras necesito reinventarme, pero obviamente lo de las demandas, las cartas, las amenazas, hace peso.
¿Y las demandas en su contra sí prosperaron o en qué quedaron?
Las demandas se quedaron en amenazas. Nos han ofrecido temas que los ha tomado la competencia y yo los rechazo por principio ético, como el de las adopciones, porque nunca deben conocerse los papás biológicos con el hijo, menos si está pequeño, para no confundirlo, y el tema no tenía ningún respaldo de cifras serias. Cuando llegan las demandas al canal las atiende Jurídica y siempre nos apoyaron. En 12 años no he tenido que rectificar ninguna nota.
¿Se siente tan odiado como amado?
Claro, como todo el mundo. Hay una cantidad de gente a la que no le gusta lo que digo y unos círculos del poder a los que no les gusta que uno les saque los cueros al sol. Pero todavía no me han echado un madrazo en la calle.
¿Qué tanto se han minimizado sus episodios de histeria? ¿O se han incrementando después del cuarto piso?
Tengo un tratamiento siquiátrico, no es que esté loco, es para controlar la depresión y esos ataques, para mantener más estable mi estado de ánimo. Me tomo unas pastas por la mañana y estoy más tranquilo. Y hago mucho deporte, entonces han bajado, casi que desaparecido.
¿Ahora anda ennoviado?
Estoy ennoviado con Marlin Díaz, es modelo y oriunda de Guachené, Cauca.
¿Con ella disfrutará este año sabático?
Mmm... no no alcanza la plata y ella tiene que estudiar. No, mi viaje es solito.