“Él siempre mantenía una tristeza... su mirada siempre fue la de un niño muy triste”.
La frase de Mary Luz Alonso, exesposa de Joe Arroyo, puso la carne de gallina en el corazón de todos los presentes, en el momento más emotivo del conversatorio que sostuvieron seis grandes amigos del Joe, como evento del Festival de La Hamaca Grande.
Se trata de una velada en la que se desentrañaron anécdotas desconocidas y famosas del artista cartagenero de 55, a través de sus letras, música, e historias interminables, advertidas por ‘Chelito’ de Castro, Ernesto McCausland, Mauricio Silva, Julio Ortega (tío del Joe), Enrique Muñoz, y Wilson Manyoma.
La charla que se prolongaría por dos horas cautivó a un público cómplice entre los que se encontraban Mary Luz Alonso, y sus hijas Eykol y Naiyalive Arroyo.
Virtudes y tristeza
Se inició resaltando las virtudes del compositor del tema “Rebelión”, en especial la amistad, pues “nunca se le conoció un enemigo”, pero siempre perfilando al ídolo de la salsa como un hombre proclive a la melancolía y la noche, como lo afirmó McCausland, quien moderó el homenaje.
“Había un dolor subyacente en el discurso del Joe. A Joe lo capto como un solitario de la noche”, agregó el periodista.
Acto seguido, intervendría el tío de Arroyo, quien no pudo evitar contener el llanto y la emoción, “era un muchacho serio, nunca peleó. Yo lo mandé pa` Barranquilla eso me lo debe esa ciudad.
Wilson Manyoma en cambio habló del año 73, cuando conoció al artista en Medellín, y de cómo la bohemia los conduciría a consumir drogas.
“Llegó con una brillantez tremenda, éramos dos cantantes muy sanos. Luego visitamos a un país como el Perú, y a nosotros las mueres nos hacían colas, nosotros tuvimos una época de jóvenes. Lima (Perú) mandaba un vicio muy bravo. Ahí vivimos seis meses. No nos importó el dinero porque no nos ganamos un peso, y nos metimos en esa película”, aseguró Manyoma.
Tras un episodio musical a cargo de Gerardo Varela, quien se encontraba también sobre el escenario con una orquesta de músicos que versionaron las canciones de Arroyo, Julio Ortega (tío del cartagenero), revelaría que el tema “Tania” no se lo dedicó a su hija sino a la artista Tania de Venezuela.
“Le puso ese nombre peque ella (Tania) lo estuvo buscando en la casa. Él estaba enamorado de ella”.
Chelito de Castro sería el próximo en intervenir no sin antes tomarse por asalto el piano de la banda para recordarle a los asistentes al Adolfo Mejía, los tiempos de la Orquesta La Verdad,
“Había algo muy particular muchas de las canciones del Joe fueron en tono menor que es melancólico. De Joe admire que cantaba y no tenía que pedir palmas ni decir: ‘arriba arriba’. La gente se volvía loca. Todo mundo quería hablar con él porque siempre tenía un dicho. Los dos peleábamos bastante pero nunca nos ofendimos”, apuntó ‘Chelito’ de Castro.
Seguiría el turno del periodista Mauricio Silva, quien se confesó un profundo admirador encantado con la vida y las composiciones del artista fallecido el 26 de julio pasado.
“Joe era pura candela, el artista mas grande que ha tenido Colombia, con el tiempo empecé a amar esa figura, empece a entender que las letras no sólo era música para bailar, y me puse en la tarea de reconstruir su vida a través de su obra”.
Por su parte, el investigador Enrique Muñoz sería ovacionado por la audiencia conjeturando: “el Joe intuye los saberes afro, el Joe es la voz callejera de un dolor creativo, en su infancia se nutre de todas las imágenes de la pobreza. El dolor que crea”, sostuvo en principio, para después sentenciar que Álvaro José Arroyo González “no necesito de las drogas porque venía con su propia luz.
Euforia y novela
Más tarde los ponentes intervendrían aleatoriamente, corroborando una vez más las cualidades del cartagenero, poniendo en relieve la voz.
“Álvaro llega con un tono muy bonito a Fruko y sus tesos”, dijo Wilson Manyoma, que cantó una vez, esta vez acompañado por 'Chelito' de Castro al piano, mientras los asistentes con las palmas tocaban la clave de la canción “Rebelión”.
Acto seguido se abordaría uno de los tópicos más polémicos de la velada: la novela de televisión ‘El Joe, la leyenda’.
Las seis personalidades estuvieron desacreditaron la producción televisiva al considerarla como una ficción.
“Esa novela no es la original, se volaron muchas cosas... eso estuvo mal hecho, pero si es maravilloso para las nuevas generaciones”, manifestó el tío del Joe.
Silva plantearía en referencia a este tema que “la vida real siempre supera la ficción, estamos hablando de un hombre que no fue consenciente de lo que hizo”.
Añadió: “No me gusta la novela. El Joe escribió sobre la traición y los triángulos amorosos. La novela falla por no entender de donde venia todo”.
Mary sube al escenario
Sin embargo ninguno de los episodios anteriores igualó en fascinación como cuando Mary Luz Alonso fue invitada por McCausland a compartir sus experiencias.
Con visible llanto y la voz quebrada, fue recibida por Chelito de Castro que tocó la canción que Joe Arroyo le compuso: “Mary”.
La ex esposa reveló que fue conquistada “a punta de mentiras”, pues Arroyo “me decía que tenía un Mercedes Benz y yo soñaba con manejar ese carro... Soñábamos con estar manejando ese Mercedes Benz, a él no le gustaba coger bus”.
Recordó además los tiempos en los que convivió con el cantante en el barrio Simón Bolívar de esta ciudad.
“Se inspiraba mas cuando estaba triste. Era una persona atrevida... una vez estábamos pidiendo la visa y le hablaban en inglés, y él le dijo al gringo: ‘Erda mi hermanito pero cógela suave entréganos las visas’, y el tipo le decía yo no soy tu hermanito”.
Mary Luz contó que cuando viajaban ella, su esposo e hijas de Barranquilla para Cartagena, Joe les decía de manera jocosa: “Prepárense porque llegamos a mi tierra y aquí mando yo. Se acabo el matriarcado”.
La mujer concluyó sus intervenciones revelando al auditorio que su exesposo antes de morir se escapaba de la casa en que vivía con Jacqueline Ramón para verla a ella y sus hijas.
Comentarios ()