Raymon de Jesús Ramos lleva siete años cantando profesionalmente, pero tiene mucho más vocalizando canciones románticas que se acomodan muy bien a su tesitura y entonación melodiosas.
Lo suyo siempre ha sido lo romántico. Sea que cante salsa o champeta, sus historias siempre contarán situaciones en donde el amor de parejas, el despecho o la celebración serán los renglones principales. Y todo eso, alimentado para la baladística tradicional que las emisoras y las discotecas de vez en cuando programan.
A la vez que empezó a cantar en el barrio Chiquinquirá --donde nació y se crió--, también se atrevió a componer sus primeras letras. Una de ellas fue la balada titulada ‘Cómo quisiera’, que años más tarde llevó a los estudios de grabación.
No logró destacarse como baladista, pero supo poner en práctica el swing de los bailes barriales que presenció desde pequeño en la zona suroriental de Cartagena, y fue así como se le presentó la oportunidad de integrar la orquesta salsera ‘El clan latino’, del pianista cartagenero Jorge ‘El Fósforo’ Gómez.
Allí era el encargado de las piezas salseras almibaradas por la melaza del romanticismo que ya él venía practicando desde tiempo atrás con las canciones del Grupo Niche, Eddy Santiago, Franky, Ruiz Ray Ruiz y todos los que protagonizaron el boom de la salsa erótico sentimental en Latinoamérica.
Pero apenas tuvo la oportunidad dio el salto hacia la nueva ola de la música champeta, que estaba ampliando los campos que ya habían abierto los pioneros del género.
‘No queda nada’ se tituló la primera canción champetera que grabó a dúo con el cantante John F, bajo la égida del picó ‘El rey de Rocha’.
Dos años después grabó ‘Menéalo’, hasta llegar a las manos de la casa productora Rocha Disc con la cual está promocionando el sencillo ‘Mi canción preferida’, aunque también intenta competir con una salsa romántica de su cosecha titulada ‘No te perderé’.
Hace algún tiempo estableció una especie de hermandad creativa con un artista del corregimiento La Boquilla, llamado Yeider, a quien considera uno de los mejores cantantes, compositores y productores que ha dado la música afrocaribeña en los últimos años en Cartagena.
Juntos verifican la naturaleza de las canciones que se les ocurren. La mayoría de ellas están en el canal que la empresa Rocha Disc tiene en youtube y en todas las plataformas digitales.
“Me dicen el Farid Ortiz de la champeta, porque mi música la reclaman bastante en las zonas rurales, en los pueblos de Bolívar, Sucre y Córdoba”, afirma Raymon, para quien ningún público es despreciable, “todo lo contrario: uno tiene que agradecer que alguien lo escucha y se toma el trabajo de asistir a sus presentaciones”.
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