Alaín Ramírez no siempre fue mototaxista. Cuenta que en el pasado trabajó en diferentes entidades públicas e hizo parte de varios proyectos. Sin embargo, quedó desempleado y como alternativa de trabajo solo encontró el mototaxismo. Eso fue hace 20 años.
Hoy es una de las cabezas más visibles de este gremio y quien ha liderado a varias organizaciones en la búsqueda de acuerdos que permitan mejorar la calidad de vida de tantas personas que, así como él, se han visto en la necesidad de dedicarse al mototaxismo.
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La última reunión entre el Distrito y los mototaxistas fue el pasado 17 de enero, luego de una protesta en contra del polémico decreto de pico y placa expedido por la Alcaldía a principios de año y que aún sigue vigente. Si bien no se ha llegado a un acuerdo, se fijó una nueva reunión para el viernes 4 de febrero. Como una garantía, se eliminó el viernes sin moto del 28 enero, lo que plantea un panorama positivo en la negociación.
La intención de los mototaxistas es que el pico y placa deje de ser por placas pares e impares y que en su lugar sea de dos dígitos, tal como sucede con los automóviles, ya que la medida actual les restringe salir entre dos y tres días a la semana. Así mismo, piden que no se les restrinja la circulación por las principales vías de la ciudad.
Reciba noticias de El Universal desde Google News “Las expectativas que tenemos son alentadoras porque el alcalde dio su palabra y esperamos que el decreto salga como lo hemos pedido: que el pico y placa sea unificado con el de los automóviles y que no se nos restrinja ninguna vía, por lo menos las principales”, dice Ramírez.
El clamor no es solo de los mototaxistas, sino de tantas personas que utilizan la moto como su medio de transporte y se ven limitadas por las restricciones determinadas por el Distrito.
Ante ello, lo que se ha dicho desde el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT) es que, mientras se hace la próxima reunión, seguirán explorando las alternativas para la movilidad de las motocicletas, que según los últimos datos del programa Cartagena Cómo Vamos representan el 56% del parque automotor de la ciudad.
Una moto en Cartagena puede durar más de cien días sin circular en un año por cuenta de las restricciones que hay. El pico y placa por pares e impares y los viernes sin moto restringen la movilidad de cientos de personas que usan este tipo de vehículo para desplazarse en la ciudad.
Sin embargo, según explicó Janer Galván, director del DATT, estas restricciones obedecen a la necesidad de regular el tránsito. “Las medidas se ajustan o se formulan de acuerdo a las necesidades y características de cada modo de transporte, así se hace para el transporte público, los automóviles particulares y para las motocicletas, cada uno con sus regulaciones diferenciadas”, manifestó.
En el caso particular de las motos, indicó que la razón principal de las restricciones es garantizar la seguridad vial. “Estas medidas son producto del análisis de la siniestralidad vial que se tiene en este tipo de vehículo, recordando que es el que mayor participación tiene en siniestros viales con víctimas fatales y personas lesionadas”, explicó el funcionario.
De acuerdo con el director del DATT, si bien conductores y acompañantes de motocicletas representan un alto porcentaje en las cifras de víctimas fatales y lesionados en siniestros viales, los peatones también se han visto perjudicados por motos que causan accidentes.
Teniendo en cuenta esta realidad, se han impuesto las restricciones a estos vehículos, pero con las negociaciones que se realizan podrían haber importantes modificaciones.
Alaín Ramírez, mototaxista.
Con respecto a la realidad específica del mototaxismo, Galván expresa que el DATT como organismo de tránsito tiene la obligación de realizar operativos de control contra esta modalidad de transporte ilegal y formular proyectos y análisis técnicos para la expedición de actos administrativos que tiendan a mitigar esta actividad.
Algo que también quieren los mototaxistas, pero a cambio de mejores oportunidades laborales que les permitan tener un sustento.
Es por ello que dentro de la negociación también está sobre la mesa el proceso de caracterización y reconversión laboral.
“Vamos a mirar la posibilidad de que la administración haga unos acuerdos con los centros de enseñanza, con universidades y colegios para darles capacitación académica técnica, profesional y tecnológica a los mototaxistas”, expresó Alaín Ramírez.
Se espera que eventualmente el mototaxismo se pueda ir erradicando y que por el contrario la moto sea usada como un vehículo personal y familiar. “En el futuro yo aspiro a que no existan más personas trabajando la moto, que entre comillas da condiciones para vivir, pero en realidad deteriora mucho las condiciones físicas, mentales, de salud y hasta moralmente, porque ya estamos muy señalados”, cuenta el líder del gremio.
Por ello él y todos los mototaxistas que representa sueñan con una ciudad con más oportunidades, donde no haya necesidad de acudir a la informalidad para ganarse la vida.
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