El pasado 17 de abril ciudadanos reportaron la aparición de una mancha oleosa en la bahía de Cartagena, junto frente al paseo peatonal de Castillogrande. En ese entonces, mientras las autoridades ambientales tomaban las muestras para determinar los niveles de aceites, grasas o hidrocarburos en la zona, la Capitanía de Puerto de Cartagena señaló que la sustancia podría ser producto de un derrame causado por una embarcación.
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Dos semanas después de ese suceso, el 4 de mayo, una nueva mancha volvió a aparecer, esta vez en el barrio Bocagrande, cerca a la Base Naval. La Capitanía de Puerto reiteró que esto podría deberse a un nuevo derrame accidental y aseguró que fortalecería las acciones para evitar que las embarcaciones contaminen la bahía.
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Pero lo cierto es que estos sucesos no son los únicos que afectan a este cuerpo de agua. De hecho, el pasado 11 de mayo un hombre fue multado por lavar tanques e implementos de pintura cuyos residuos iban a parar a la bahía y el 23 de mayo la Procuraduría General de la Nación lanzó una advertencia sobre posibles vertimientos de sustancias oleosas por parte de empresas en Mamonal.
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Todos estos hechos que ocurrieron recientemente ponen de manifiesto el riesgo que todavía corre la bahía, a pesar de los esfuerzos que se han realizado para llevar a cabo su restauración ecológica.
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Los daños
Marko Tosic, gerente del proyecto Basic Cartagena, el cual realiza estudios relacionados a la bahía desde el año 2014, explica que estas sustancias pueden perjudicar al cuerpo de agua. “Un derrame de sustancias oleosas afecta principalmente al ecosistema marino, como las aves y peces que tienen contacto con las aguas superficiales”, precisó. Así mismo, tiene consecuencias con relación al aspecto de la bahía.
En este sentido afirmó que frente a eventos fortuitos como lo puede ser un derrame accidental lo ideal es atrapar las sustancias con el fin de que no se dispersen, algo que puede resultar complejo. “Para esto la respuesta tendría que ser muy rápida, lo cual puede ser difícil para manchas pequeñas que ocurren esporádicamente”, afirmó.
Un caso distinto es el de los vertimientos que se hacen a los canales y que provocan que las sustancias eventualmente lleguen a la bahía de Cartagena. “Si la mancha se debe a un vertimiento continuo en un canal, se debe controlar la fuente de contaminación. Los vertimientos se controlan a través del monitoreo y la vigilancia de la calidad de agua”, dice Tosic.
De esta manera indicó que el rol de las autoridades está orientado al monitoreo constante, sin embargo en el caso de los derrames accidentales, el control se vuelve más difícil al no poder prever cuándo puede ocurrir un evento de este tipo.
“En este caso uno tendría que hacer vigilancia continua de toda la bahía y de las actividades para asegurar que alguien no está echando sustancias oleosas al agua. En ese sentido es clave la vigilancia ciudadana, eso proviene de una buena educación ambiental. Si la ciudadanía tiene mejor conocimiento de la importancia de la calidad del agua y de la conservación del medio ambiente, será más probable que se tomen acciones de vigilancia”, dijo.
Esto va encaminado a que todos los ciudadanos puedan hacer veeduría de lo que ocurre alrededor de la bahía y puedan denunciar con celeridad los hechos que la ponen en peligro.
Habla el EPA
Con respecto a la advertencia que hizo la Procuraduría sobre vertimientos de sustancias oleosas que podrían llegar a la bahía de Cartagena, el Establecimiento Público Ambiental (EPA) indicó que el ente de control se pronunció tras haber sido notificado por ellos de un vertimiento ilegal en el canal Policarpa II el pasado 12 de mayo. La empresa fue sorprendida en flagrancia por parte de las autoridades.
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“Este canal ha sido fuertemente contaminado por sustancias químicas que por la acción y la dinámica del canal pueden llegar hasta la bahía de Cartagena”, explicó Roberto Junior González, subdirector técnico y de desarrollo sostenible del EPA.
La empresa fue suspendida y ahora afrontará un proceso sancionatorio que conlleva multas de hasta 5 mil salarios mínimos. Mientras tanto la autoridad ambiental aseguró que continuará haciendo monitoreos en la zona con el fin de evitar que más empresas incurran este tipo de prácticas que le hacen daño al ecosistema.
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