La fama...llegar a la fama puede ser una sensación agridulce, un momento excitante, la vida que muchos sueñan tener, pero pocos pueden llegar a saborear. Y es que una vez bajo su hechizo, disfrutar de los placeres que conlleva ser una figura que mueve masas puede llegar a ser tan estimulante que es fácil desarrollar comportamientos contrarios a lo que moralmente está bien visto.
Un estudio de las universidades australianas de Queensland y New South Wales, en el que se analizaron mil obituarios publicados en The New York Times, entre 2009 y 2011, denotaron que artistas y deportistas destacados tienden a morir más jóvenes que las personas con carreras exitosas en otras áreas. (Le puede interesar: Cuando la escopeta acaba con el arte: escritores, depresión y punto final)
A raíz de esto existe un cúmulo de historias, mitos y leyendas alrededor de la vida, obra y muerte de muchos célebres personajes de este truculento mundo de excesos, drogas, y alcohol que integran una lista mortuoria con los nombres, principalmente de músicos y actores, de celebridades que murieron a los 27 años, llamada “El Club de los 27”.
Jimi Hendrix
1942-1970
El mundo de la música despidió en la noche del 18 de septiembre de 1970 al coronado como el mejor guitarrista de la historia: Jimi Hendrix.

Después de cenar y beber en exceso, Hendrix habría tomado unas pastillas para dormir, sueño del que jamás despertó. (Le puede pasar: Fue adicto a las drogas y pandillero... ¡Ahora es un exitoso empresario!)
Pocos días después se dictaminó que su muerte se debió a la inhalación de su propio vómito tras la ingesta de alcohol y barbitúricos. No se confirmó la hipótesis de un intento de suicidio.
Alrededor de su muerte rondan muchas teorías que van desde sobredosis, accidente, asesinato a manos de su manager Michael Jeffrey o un ajuste de cuentas de la mafia.
Kurt Cobain
1967 - 1994
La frase más célebre que dejó en la que sería su nota de suicidio fue: “es mejor quemarse que desaparecer”.
Esa nota, además de su amplia carrera musical, fue lo que le dejó al mundo cuando encontraron su cuerpo sin vida en el invernadero de su casa en Seattle, Estados Unidos, el 5 de abril de 1994. El líder de la icónica banda Nirvana se disparó en la cabeza. (Le puede interesar: 3 recomendaciones para ayudar a una persona con pensamientos suicidas)

Su muerte no solo despertó numerosas teorías conspiranoicas, sino que también desató una oleada de profunda depresión en varios jóvenes.
Amy Winehouse
1983-2011
Hasta el momento Winehouse, es la última artista en sumarse a esta trágica lista de “El Club de los 27”.
Su último concierto fue en 2011, en Belgrado. Tal fue el descontento del público que al ver que la cantante, por la que tanto tiempo aclamaron ver, no tenía las fuerzas suficientes para mantenerse en pie, la abuchearon.

Su guardaespaldas la encontró un mes después, el 23 de julio de 2011, muerta en su cama, en su casa de Camdem Town, en Londres.
La autopsia dictaminó que en su cuerpo había 416 miligramos de alcohol por cada decilitro de sangre y junto a su cadáver se encontraron tres botellas de vodka, dos grandes y una pequeña.
A pesar de su largo historial de excesos, adicciones, relaciones tóxicas y numerosas rehabilitaciones fallidas, nunca se consideró la muerte de Amy Winehouse, como un suicidio, sino como un accidente.
Una historia distinta
En 1989 nació en Cartagena de Indias, Cristian del Real, un virtuoso músico que comenzó su carrera cuando tan sólo tenía tres años, en su momento fue conocido como “el niño genio del timbal”.
Comenzó a tocar con varias personalidades importantes y reconocidas del género de la salsa y en una entrevista con El Universal confesó las experiencias de vida que lo llevaron a mantenerse y a posicionarse como un gran músico y prodigio del timbal, y a no “descarrilarse” e incurrir en los excesos en los que fácilmente pueden caer las personas que pisan la fama desde muy jóvenes. (Le puede interesar: Cristian Del Real regresó y el timbal lo esperó)


Cristian Del Real, músico.

El músico resaltó la importancia del saber elegir lo que se quiere para la vida. “Todo lo que hice fue porque así lo quise”, confesó.
“Mis padres siempre lucharon por mantener un equilibrio entre lo que debía hacer como un niño de cuatro años y la responsabilidad de ser músico” expresó el cartagenero.
Riesgos de la fama en la salud mental
Beniott Alejandro Sanz Díaz, psicólogo egresado de la Universidad de la Costa (CUC) en Barranquilla, resaltó que, “el ser humano no está plenamente desarrollado hasta los 21 años, tiempo que se basa en la búsqueda de la identidad, siendo un cambio abrupto en la vida de estos jóvenes que pasan de tener una vida privada a una pública”. (Le puede interesar: ¿La fama o el reconocimiento?)
“A pesar de que el público los haga sentir que son buenos en lo que hacen, algunos artistas no se sienten de la misma forma, encontrando alivio en las drogas”, expone Sanz.

Sanz infiere en el hecho de que muchos de estos artistas una vez alcanzada la fama, comienzan a ser señalados y a cumplir con ciertas obligaciones que no están acordes a su edad, “pierden esa rutina de nivel familiar, social, escolar y espiritual”.


Beniott Alejandro Sanz Díaz, psicólogo.
Replantear las amistades también puede ser una excelente opción, deduce el psicólogo, y es que para muchas personas mantener algunas relaciones que no aportan nada positivo al desarrollo tanto personal como artístico es algo que influye en caer en los malos excesos.
Por último, el psicólogo enfatiza en la importancia de crear vínculos sanos y encontrar en tu pasión un refugio, sin tener la necesidad de hallar en los excesos ese soporte que, por lo general, solo traerá malos ratos y, hasta quizá, una muerte prematura.