Abandonados a su suerte. Así se sienten los habitantes del sector Revivir, en San José de Los Campanos, el más humilde y deprimido de este barrio. Lo dicen porque en más de 20 años allí jamás han visto inversión social ni un desarrollo que vaya acorde con el progreso de otros sectores del barrio o de zonas aledañas.
En Revivir no hay calles pavimentadas, las casas quedaron sobre las tuberías principales del acueducto, el único escenario deportivo está en ruinas y en épocas de lluvias el agua se estanca, inundando todas las manzanas y alcanzando los 70 centímetros de altura. Lea: Alegría para los niños de Revivir de los Campanos
Uno de los residentes del sector Revivir, Alfredo Padilla Herrera, cuenta que llegó a la zona con sus seres queridos junto a otras 80 familias procedentes de las faldas de La Popa. Todos fueron reubicados por el Distrito al estar en alto riesgo. El proceso estuvo a cargo de Corvivienda, que era la propietaria del terreno donde hoy están asentados. Fueron varias las promesas que les hicieron en ese momento y que hoy siguen sin ser cumplidas. Lea: ¡Buena esa! El Sisbén ya tiene punto de atención en La Boquilla
“Estas casas nos las dieron bajitas y casi encima de la vía pública. Incluso, en la carrera 97 las terrazas de todas las casas quedaron montadas en las tuberías de agua potable y alcantarillado. Si en estos momentos ocurriera un daño en esos servicios, habría que romper las terrazas para arreglarlo. Corvivienda nos prometió que volvería para corregir esas fallas y nunca vino, también nos dijo que iba a alzar las casas y tampoco lo hizo, todo quedó así”, expresó Padilla en diálogo con El Universal. Lea 350 regalos y cena: fundación Corazón Contento alegró a niños en Cartagena
Un establecimiento
En la zona donde confluyen las manzanas A, B y C quedó una amplia zona verde que durante muchos años estuvo deshabitada. La comunidad asegura que le solicitó insistentemente a diversas administraciones distritales construir allí un centro médico, un Centro de Desarrollo Infantil (CDI), un polideportivo o un centro de vida para los adultos mayores, pero nunca fueron atendidos. Hoy, más de la mitad de ese predio se encuentra habitado por 25 familias que hace nueve años invadieron y construyeron viviendas en material. Solo subsisten un par de frondosos árboles y una cancha de cemento que ha quedado en ruinas.
“Muchas veces pedimos que nos construyeran un hospital, un colegio o un hogar del Bienestar Familiar; sin embargo, todos los alcaldes hicieron caso omiso, ni siquiera nos escucharon y por eso los mismos vecinos decidieron invadir. Ahora será más complicado que se ejecute alguno de esos proyectos porque habría que hacer otra reubicación. Revivir se ha quedado en el olvido gubernamental, ni siquiera tenemos la calle principal pavimentada”, añadió Pluvio Fernández, quien vive en este sector hace 18 años.
Se está a tiempo
Para el conocido gestor cívico Eduardo Ferrer, el Distrito aún está a tiempo de atender estas problemáticas. Manifiesta que lo principal es adecuar la carrera 97 (vía de acceso a Revivir) y resolver el tema de las inundaciones, ya que esta comunidad se encuentra por debajo del nivel del resto de la zona.
Según Ferrer, también es primordial intervenir los canales pluviales alrededor, de tal manera que las aguas provenientes de todas las edificaciones se conecten a ellos para evitar que se estanquen en el sector Revivir. Lea: Con gasolina propia, ¿el Gobierno Petro está a punto de explotar?
“Necesitamos que Corvivienda cumpla con los subsidios de mejoramiento de vivienda que le prometió a los vecinos, son subsidios para baños y cocinas. También le solicitamos al Ider que arregle la cancha deportiva, que es el único espacio recreativo de los niños y jóvenes del sector. Hay que nivelar el terreno para que se acaben los charcos y limpiar los canales cercanos. Ya es hora de que este humilde sector de San José de Los Campanos sea tenido en cuenta por la Alcaldía”, finalizó Ferrer.
El Universal consultó a Corvivienda sobre las peticiones de esta comunidad, pero hasta el cierre de esta edición no se había pronunciado.
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