Cartageneros y turistas, están invitados a saborear un exquisito raspado -o rasapao- en medio del fogaje y el inclemente sol que acoge a la ciudad. Le puede interesar: Raspao: el otro sabor del hielo.
Allá en el Parque Centenario, donde las familias suelen disfrutar de la naturaleza de Cartagena, al tiempo en que se pasean por las librerías improvisadas en el sector, se encuentra vestido con su delantal de color blanco el señor Alcides Blanco, de 55 años de edad, quien vende raspao hace más de 19 años satisfaciendo el paladar de nativos y visitantes.
Él es uno de los tantos vendedores de este típico manjar que participará en el recién anunciado II Festival del Raspao Cartagenero, que se realizará el viernes 17 y el sábado 18 de junio en la Plaza de la Paz y en la Plaza de la Proclamación en el Centro Histórico. El horario en que dispondrán de su esfuerzo físico para raspar grandes cubos de hielo, y luego agregarle el sabor que desee el cliente, será de 10 de la mañana a 5 de la tarde.
Don Alcides reconoce que gracias a esta labor, la cuál ha ejercido en gran parte de su vida, ha logrado sacar adelante a su familia pagando el arriendo de su casa, los servicios y demás necesidades básicas, así como la educación de sus hijos.
“Esta es la segunda vez que participo en el Festival del Raspao. La primera se realizó hace como tres años en la Torre de Reloj”, dijo el vendedor.
Los precios oscilan entre 2 mil y 5 mil pesos de acuerdo al tamaño, según dijo don Alcides, quien llevará innovadores sabores, además de los tradicionales que son de cola, tamarindo, chicle, maracuyá y limón, pues entre sus creaciones, y la del resto de vendedores de raspao, se destacan otros sabores como corozo, aguacate, guanábana, níspero, sapote, mango, entre otros. Recuerde aquí: Festival del Raspao: 5 cosas que debes saber.
“Mi maquina de raspao me da todo para vivir, gracias a Dios, aunque a veces se pone la venta poquita. Cuando nos va bien vendemos en el día 100, 150 ó 200 mil pesos, pero cuando baja son 70 u 80 mil pesos, pero con eso se “emparapeta” (arregla) la casa como podemos, pero sobrevivimos con el negocio”, dijo Alcides, vendedor.
Este festival contará con todos los protocolos de bioseguridad para procurar la salud de los visitantes en medio de los contagios por Covid-19.
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