Se convirtió como un padre para ellas, las ayudó a crecer deportivamente, pero también a ser personas íntegras, mujeres de bien.
Omar Franceschi es uno de los grandes entrenadores que ha dado el sóftbol femenino. Sus logros con Bolívar no tienen discusión, llevó a la cima al sóftbol departamental en la rama femenina.
Claudia León, exsoftbolista y ahora entrenadora y una de sus alumnas más aventajadas en este deporte, dijo que: “Dejó una huella imborrable en Bolívar. Con él por primera vez ganamos unos Juegos Nacionales en Bucaramanga 1996, desde ahí empezó una ruta llena de muchos éxitos. Toda mi vida deportiva recibí su apoyo, sus enseñanzas, sus consejos. Gracias a él fuimos unas softbolistas de alto rendimiento y dejamos bien en alto los colores de Bolívar y Colombia”.
León agrega que Franceschi “como entrenador era un señor gritón, pero esas eran las mismas ganas que tenía de ganar y de hacer las cosas bien. No le gusta perder y con él aprendimos a ganar”.
Franceschi le dijo adiós al sóftbol después de dedicarle más de la mitad de su vida al mismo.
¿Cuál es el momento más recordado por usted dirigiendo Bolívar?
- Para mí la satisfacción más grande fue cuando ganamos en Bucaramanga Juegos Nacionales 1996 , le ganamos a San Andrés ya que habíamos derrotado por primera vez en la historia a Ana María Jailer. En ese equipo de Bolívar nosotros nos preparamos 8 meses para ser campeón.
¿Y el momento más triste en el sóftbol?
- He tenido muchos porque cada vez que yo perdía un campeonato con Bolívar eso era un duro golpe para mí por el sacrificio que hacían estas niñas y que hacía yo.
¿Cuánto tiempo estuvo en el sóftbol?
- Comencé con el equipo de Carlos Grec, a ellas las dirigí en bola chata con unas niñas nuevecitas. Eso fue en el año 79, me vine para primera categoría con un equipo que puso Oswaldo Bedrán, que me buscó un patrocinio con un equipo que se llamaba las Novillas de los Segrera. Al siguiente año tuve como patrocinador a Café Don Chicho, en ese equipo tuve a Raquel López, Carmen Cabezas, Zunilda Mendoza, Vilma Gómez, Betty Hidalgo y Sonia Londoño, entre otras.
¿Para usted cuál ha sido la mejor bateadora en la historia de Bolívar?
- Zunilda Mendoza, ella era una bestia, bateaba mucho porque hacía mucho contacto con la bola, tenía otras niñitas que bateaban muy bien como el caso de Ibet Insignares, Mercedes Belford, que es una de las grandes jugadoras que ha dado Colombia, pero Zunilda siempre fue Zunilda.
¿Y a nivel defensivo quién tuvieron las mejores manos?
- Hay muchas. Patricia Bu defensivamente fue una de las más grandes. También Mercedes Belford, Ibet Insignares, Sonia Londoño y la gran Kerlim Guzmán e Ibet Pérez.
¿Dónde estuvo la clave de tanto éxito en su carrera como entrenador?
- Yo creo que al sacrificio que han demostrado las niñas de aquí de Bolívar porque la verdad es que a estas niñas tú no necesitabas ni siquiera llamarlas cuando ya estaban en las prácticas. Nosotros nos dábamos el lujo de practicar dos veces en el día en la mañana y en la tarde y nos quedábamos en el estadio y ahí comíamos un pedazo de pescado con yuca. Éramos una familia, el amor a Bolívar es lo que nos llevó al éxito.
¿Dónde hacer énfasis para que Bolívar siga con esta hegemonía a nivel nacional?
- Apoyar a los corregimiento, ahí hay un material humano increíble, a niñas que les gusta el sóftbol. Bayunca, Tierra Bomba, Bocachica, Arroyo de Piedra tienen mucho talento, así como también hay municipios como Marialabaja, Soplaviento, Arenal y San Juan que respiran y viven por el sóftbol.
Tiene 66 años y un problela en uno de sus ojos hizo que no estuviera con Bolívar recientemente. Eso sí: Franceschi disfrutó al máximo del título que obtuvieron sus pupilas en los Juegos Nacionales que tuvieron como sede a Cartagena. Saltó como un chiquillo, ingresó al terreno de juego y felicitó a cada una de las integrantes. Él quiere seguir en el deporte de sus amores.
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